viernes, 6 de diciembre de 2013
También en Honduras
Los yanquis no se resignan a perder América Latina. No aceptan que la región ya no es su patio trasero. El gobierno norteamericano está enfrentado en este momento con las grandes masas de la república de Honduras. El pueblo de este país centroamericano en los pasados comicios del domingo 24 votó por el camino popular y democrático. El sufragio ciudadano fue secuestrado, desaparecido y echado, convertido en basura, en montes y ríos.
La Casa Blanca está en un juego que finalmente perderá. Son los intereses de la región. No sólo es Honduras con sus extraordinarias riquezas naturales y humanas. Es lo que significa la base militar Soto Cano, en Palmerola, estratégica para las fuerzas guerreristas del Pentágono. Desde allí controlan y monitorean centroamérica, el Caribe y buena parte del sur del continente.
Las grandes masas hondureñas tienen siglos en pie de lucha. Han acumulado un arsenal de experiencia y madurez. Esta vez no será la excepción. Vencerán. Estamos seguros de ello.
Xiomara Castro es la representante de esta nación en este momento histórico. Ella fue la triunfadora. Ganó la Presidencia de la República. Washington no quiere que asuma el mando. Ella cuenta con la solidaridad de todos los pueblos de la tierra. Su pueblo, el que votó por su propuesta en los comicios nacionales, está listo para resistir y alcanzar la victoria final.
Los protectorados significan saqueo y explotación. Es el modelo que implantaron los norteamericanos en Honduras luego del golpe contra la democracia y las instituciones populares en 2009. Desde entonces, las grandes masas hondureñas redoblaron su batalla y, anteayer, en las urnas, dijeron no a la estafa yanqui. El imperio, vía Tribunal Supremo Electoral, respondió con un fraude burdo. La protesta popular no se hizo esperar; es gigantesca. La lucha seguirá en las calles. Esta confrontación Honduras la ganará con las multitudes en rebelión. Al fin y al cabo, las grandes masas de este país, están acostumbradas a enfrentar los fusiles y gases lacrimógenos. Nada ni nadie los ha detenido, tampoco los asesinatos, ni la cárcel, ni el exilio, ni la persecución.
Esta vez, en 2013 y los años por venir, nada los frenará ni hará claudicar. El hondureño, es un pueblo que ni se vende ni se rinde.
Aunque, ahora, también en Honduras... hubo fraude, el pueblo de este heroico país, se sobrepondrá y derrotará el despojo y retomará el camino que transitó del 27 de enero de 2006 al 28 de junio de 2009, con el gran Presidente José Manuel Zelaya Rosales, al frente.
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