jueves, 12 de diciembre de 2013

Vivir luchando y morir con esperanzas es lo mismo que resucitar



Foto de Héctor Longino Becerra Lanza

El pasado jueves fue sepultada en Tegucigalpa la ciudadana Gertrudis Lanza, madre del reconocido estudiante Eduardo Lanza, desaparecido el 1 de agosto de 1982. Co-fundadora del COFADEH, valiente mujer de nuestro tiempo.

Acompañar su velatorio, exequias y sepulcro fue un acto amoroso, en medio de una Honduras entristecida por una elite cavernaria que desconoce el pueblo cinco estrellas que se ha levantado en este país.
Doña Tula vivió aquí en esta ciudad, en este país, sin rendirse en su causa personal de encontrar con vida a Eduardo, o su cadáver, o la justicia para sus captores, torturadores y asesinos.
En esa tarea monumental de preguntar, informar y denunciar, de llorar y gritar, ofrendó sus días y noches, hasta el jueves 5 de diciembre de 2013,cuando heredó su lucha a la generación actual.
Igual que Nelson Mandela ella hereda a la humanidad en esta parte del planeta un ejemplo de perseverancia por la vida, auténtico amor de madre, energía pura de mujer frente a los violentos.
En su hijo Eduardo ella supo siempre que Honduras perdió a un extraordinario ser humano, un conductor inteligente, una voz con luz para la Universidad.
Los enemigos de la palabra y de la razón quedaron libres para instalar parlantes musicales y saquear el presupuesto del Alma Nutricia, sin denuncia ni sanción. Tula condenaba eso.
La Universidad fue acallada por la fuerza y nunca más, desde entonces, volvió a tener voz y conciencia de la Honduras que rodea su campus.
El viernes anterior las madres, vidas, hijas y demás parientes llegaron al plantón del primer viernes de diciembre de 2013 cargadas con la herencia de doña Tula y de Madiba. “El perdón libera el alma, elimina el miedo. Por eso es una herramienta tan poderosa en la búsqueda de la verdad y de la justicia”. Eso dijeron.
Estamos aquí dolidas, además dijeron las madres, por ese sentimiento generalizado de asalto que sufrimos más de 2.5 millones de personas mayores de 18 años el 24 de noviembre pasado, el cual implicará otra vez la imposición de una minoría sobre la mayoría con sus políticas represivas de cero tolerancia y exclusión. Se refieren al fraude y al regreso del Alvarismo al ministerio de policías.

Celebraron las madres del COFADEH que no fueron elegidos ni por las computadoras el “licenciado Arrazola” ni el general violento que lo patrocinaba, pero condenaron que sus socios nacionalistas reparten poderes ahora a seres minúsculos de almas corroídas por el prejuicio, el odio y la maledicencia.
Concluyen el documento público del plantón de madres con el aviso siguiente: aquí estaremos siempre cada mes, de cada año y siglo, por los siglos de los siglos, reclamando verdad y justicia, con esperanza. Sin rendirnos, a la memoria de Tuy, Tula, Bertilia, Fide y otras madres que no fueron vencidas por la muerte!.
Vamos a continuar documentando y denunciando las violaciones a los derechos humanos, acompañando a las víctimas y haciendo litigio internacional, hasta recuperar el Estado Democrático de Derecho, que destruyeron los criminales que hoy mendigan legitimidad y reconocimiento. Así lo dijeron.
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 7 de diciembre de 2013

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