lunes, 16 de diciembre de 2013

La lógica política y aritmética en el Congreso Nacional



Por Galel Cárdenas

Es necesario realizar  un ejercicio de aritmética para establecer  un balance  numérico en el congreso nacional electo el 24 de noviembre.

El fraude dejó a los partidos no oficialistas (denominamos partidos oficialistas al PN, PL, UD, DC, FAPER y AP), como son el partido Libertad y Refundación (LibRe) y el partido anticorrupción (PAC), en una posición de negociación muy interesante; ello nos  permitirá realizar algunos ejercicios de lógica aritmética que conducen a una lógica ideológica o viceversa.

El Congreso Nacional está integrado por 128 diputados, la mitad del mismo la constituyen 64 legisladores. Un número de 65 diputados pueden llegar a determinar una elección en un momento determinado, pero  este número es muy endeble para lograr cierto predominio en la cámara legislativa.

Hasta el momento y oficialmente el Tribunal Supremo Electoral  ha determinado la nominación de 48 diputados nacionalistas, 39 diputados refundacionalistas, 25 diputados liberales,  13 diputados anticorrupción,  un diputado por la democracia Cristiana, y un diputado por el Partido Innovación y  Unidad.

Bajo tal perspectiva, los partidos mayormente votados por los electores hondureños, son tres el PN (48), el P. Libertad y Refundación (39) 

y el P. Liberal (25) quedando dos partidos con un diputado cada uno.

Los resultados de las alianzas que lógicamente deberán producirse tendrán definitivamente connotaciones políticas e ideológicas.

Si procediéramos a establecer las valoraciones de las alianzas en medio del  polémico, fraudulento  e ilegal recuento de actas y votos que ha realizado el TSE, podríamos establecer a partir de las declaraciones de los voceros oficiales de los partidos mayoritarios, lo siguiente: Partido LibRe ha expresado la necesidad de  establecer en el Congreso Nacional una oposición política al régimen fraudulento de Juan Orlando Hernández; el Partido Anticorrupción ha planteado la necesidad de organizar un congreso patriótico y honesto;  el Partido Liberal ha manifestado que no desea entablar alianzas con partidos anarquistas en referencia directa a LibRe.

Si las fuerzas de oposición de LibRe, PAC y P. Liberal coincidieran en tales posiciones políticas, las alianzas  llegarían a sumar un total de 77 votos con los cuales definirán el poder directivo del Congreso Nacional.

Si esto sucediera, significaría que las cúpulas de los partidos ya mencionados están dispuestas a rescatar el Congreso Nacional del desprestigio legislativo, a desmontar la dictadura congresista, y a lavar el rostro de inmoralidad en que ha caído este alto  ente institucional  de la soberanía nacional, conllevando de paso a la democratización del espíritu legislativo a favor de un pueblo pauperizado, reprimido y marginado en las más grandes decisiones patrióticas correspondientes.

Si por el contrario se unieran las fuerzas oficialistas,  conservadoras y golpistas del P. Nacional y del Partido Liberal, sumarían la cantidad  73 diputados, suficientes para dirigir de manera holgada los destino de un congreso en iguales circunstancias de neo liberalización del país, represión sistemática, apabullamiento de las fuerzas sociales y gremiales hasta su encarcelamiento y virtual desaparición del mundo organizado de las fuerzas democráticas.

Con este resultado el partido Nacional continuaría con el poder político absoluto  y dictatorial como lo ha ejercido en el pasado periodo presidencial y legislativo. Nada cambiaría a favor de un pueblo sacrificado hasta la médula de sus huesos y sus carnes.

El P. Liberal en vez de lograr un crecimiento político decepcionaría a los militantes que necesitan un partido beligerante, valiente, combativo y unido a las aspiraciones del pueblo que ha sufrido los más temibles embates en cuatro años post golpe de Estado. El decrecimiento del P. Liberal sería ostensible en los cuatro años que faltan para una nueva contienda política.

La decisión quedaría en manos de los dueños, propietarios y tiranos dirigentes de mano dura, conservadores de alta alcurnia, y oligarcas de factura dictatorial que sólo utilizan el voto de un pueblo lleno de esperanzas  para satisfacer las necesidades comerciales de sus empresas y sus cuentas en dólares en el extranjero.

El partido Liberal desde el golpe de Estado fue usado como una carnada política para darle paso a la tiranía nacionalista, cachureca, represora y completamente corrupta hasta más no poder, mecanismo que fueron incapaces de percibir los dirigentes liberales de esta época (Micheletti-Santos).  Si esta alianza política se produjera entonces el P. Liberal volverá a su triste papel de comparsa, payaso de ocasión y simple instrumento de acompañamiento con dádivas monetarias para engrosar las cuentas personales de sus bolsillos. Se ve claramente que entonces configurarían un co gobierno nada despreciable en todas las instancias gubernativas y descentralizadas.

Con tal alianza las fuerzas de la democracia en Honduras sufrirían un embate de mayor fuerza, hasta arrinconar todos los espacios posibles de salida pacífica al fenómeno que ahora estamos experimentando como escenarios  viables actuales.

Una negociación inusitada sería por ejemplo que PAC, PL y PN  (86 diputados) se unieran para lograr una mayoría sustancial en el Congreso Nacional, lo cual podría suceder debido a que las tres instituciones políticas se han declarado anti comunistas feroces. Esta negociación tendría por objeto aislar a LibRe de las decisiones parlamentarias más importantes para la vida democrática del país.

Entonces tendríamos el mismo Congreso Nacional de la era de JOH proclamando a los cuatro cientos el neoliberalismo como eje primordial de la cámara legislativa. Lo cierto es que JOH acostumbró a comprar los diputados necesarios para lograr sus objetivos políticos en cuanto a emitir leyes antipatriotas y nombrar achichincles en los organismos descentralizados.

Falta al menos un mes de cabildeos para conformar la junta directiva del Congreso Nacional, conociendo que JOH “hará que tiene que hacer”, no sería remoto que les coma el mandado a los ingenuos y a los que poseen una chispa retrasada en el encendido del motor.

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