Por Rodolfo Cortés
Esta locución latina Consummatum est (Todo está acabado) atribuida como última frase pronunciada por el máximo líder de la cristiandad, nos llega a los hondureños al dedo después de las elecciones fraudulentas realizadas por la oligarquía bipartidista, sostenida por sus subalternos criollos y bendecida por los organismos del imperio neoliberal. Compartimos el juicioso pensamiento de muchos analistas que esto era una crónica de una muerte anunciada, donde tanto doña Xiomara Castro, el presidente Zelaya y la Coordinación de LibRe cayeron -consciente o inconscientemente- en la trampa y la boca del Lobo.
Por más que LibRe, el FNRP, los estudiantes o las organizaciones sociales pataleen o reclamen esto será irreversible. Lo que sí está seguro es que habrá mucha represión y asesinatos de parte de la Dictadura Democrática instaurada por Pepe Lobo y que fortalecerá Juan Orlando.
Tampoco es apropiado, mucho menos ético, que el partido LibRe esté negociando cuotas de poder con la oligarquía del tornasol político. Fuimos del criterio desde que se abrió la carnicería electoral que sólo habían en el espectro político dos fuerzas: La progresista, LibRe y las conservadoras, los 8 partidos restantes. Nunca fuimos ingenuos en creer que habían otros partidos de avanzada, fuera de LibRe, que les interesara el dolor y el sufrimiento del pueblo hondureño. En esta tan querida y pequeñita Honduras todos nos conocemos.
Nadie ignora que los más de 120 años en el poder alterno de los nacionalistas y liberales (bipartidismo) han representado el más grande atraso para el país y que se muestran en los diferentes problemas sociales y económicos que vive nuestra sociedad. Si sumamos a esto los más de 20 años que han formado parte del Congreso y del Ejecutivo representantes del PINU, DC y UD, siendo objetivos y benévolos su papel sólo ha sido de comparsa del bipartidismo y saqueadores del Estado. ¡Una lástima!. De los nuevos partidos, ¿qué decir? El PAC no olvidemos que era la carta bajo la manga del poder oligárquico mediático (Ferrari, Canahuatti y otros) para neutralizar la pujanza de LibRe. Los otros no vale la pena mencionarlos, testaferros y mandaderos del cachurequismo. Vendidos por unas cuantas monedas.
Contabilizadas casi el total de mesas y votos, la distribución de los 128 escaños en el Congreso Nacional quedaría de la siguiente manera: PN= 47; LibRe=39; PL=26; PAC=13; DC=1; PINU=1 y UD=1.
Lo presumiblemente lógico es que las 6 fuerzas conservadoras y entreguistas se van a unir con sus 89 votos para hacer mayoría simple (65) y aún mayoría calificada (86) para seguir destrozando y repartiéndose el país. Esto indica que con que se una el PAC y los Partidos Nacional y Liberal, hacen mayoría calificada sin tomar en cuenta a los tres partidos “pirracha”.
Vista esta posible y realista configuración lo más saludable y racional es que LibRe no pierda el tiempo cabildeando o inmiscuyéndose en la configuración del Congreso Nacional, ni en el Ejecutivo y Judicial y se dedique a hacer una oposición digna, valiente, consciente y patriótica sin comprometer con estos vándalos su prestigio y méritos alcanzados.
Además dedicar, como primera tarea, todo su esfuerzo en los próximos cuatro años a consolidar sus colectivos comunitarios, municipales, departamentales y a remozar la Coordinación Nacional, evaluando objetiva y críticamente los aportes que cada uno de sus miembros aportó o no en la consolidación del partido.
La segunda tarea, que es deuda desde el 2009, año del golpe de Estado, es la formación política (no politiquera) de sus miembros para generar entre sus miembros conciencia crítica y revolucionaria y la tercera, acompañar a los movimientos sociales, populares, de pobladores, ambientalistas, feministas y de derechos humanos en todas las movilizaciones que se convoquen.
Para asegurar estas tareas es imprescindible la consolidación y reorganización del Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP, órgano supremo del partido Libertad y Refundación, LibRe.
03 de diciembre de 2013.
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