Es tan agudo el conflicto universitario que cuando parecía que todo estaba a punto de solucionarse a través del diálogo, las desconfianzas y acusaciones cobraron vida generando la ruptura del acercamiento entre autoridades y estudiantes.
La última semana se llevaron a cabo reuniones entre estudiantes y autoridades, quienes en primera instancia querían firmar un pliego de condicionantes para dar vida a las negociaciones académicas.
En los acercamientos se discutieron propuestas de ambas partes; el movimiento estudiantil planteó a las autoridades que antes de iniciar el diálogo era necesario retirar los 75 procesos criminales contra los alumnos, además pidieron la conformación de una mesa mediadora integrada por varios representantes, entre ellos: Vernor Múñoz Villalobos, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la dirigente garífuna Mirian Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH) y el sacerdote jesuita Ismael Moreno.
La respuesta de las autoridades fue desestimar la participación de dos de ellos: Moreno y Miranda, bajo el argumento que estaban a favor de la lucha estudiantil y con esa parcialización no podían integrar la plataforma negociadora.
Por su parte las autoridades sugirieron que la referida mesa también fuera integrada por el presidente de la junta directiva de la Asociación de Egresados de la UNAH, Carlos Posas, también por el coordinador del Foro Social de la Deuda Externa, Mauricio Díaz.
Este fue el primer punto donde no hubo consenso. El otro fue al discutir sobre el retiro de los procesos judiciales contra 75 alumnos, demanda que a criterio de los integrantes del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) y el Comité de Huelga es innegociable, así como la derogación de las Normas Académicas.
El ambiente de amistad y esperanza se rompió luego que las autoridades afirmaran a través de su equipo legal que no podían desestimar de los recursos y que la vía para cancelarlos era la conciliación, pero a cambio de eso los centros universitarios tendrían que ser abiertos a los alumnos, docentes y personal administrativo.
“No podemos confiar en las autoridades, ellos quieren dilatar el proceso, hacernos firmar la paz y luego maniobrar en la mesa de diálogo. Nosotros solo aceptamos que se retiren los procesos criminales, ya después podemos dialogar”, manifestaron los representantes del MEU en la mesa de acercamiento contra las autoridades al momento de conocer la contrapropuesta de los académicos.
“Vamos con todo, se vienen acciones nacionales, esta lucha pasará del plano educativo a uno nacional”, dijo Maggie Trejo integrante del Movimiento Estudiantil Revolucionario Lorenzo Zelaya (MER-LZ).
Por su parte Ajax Irías, vicerrector de Asuntos Estudiantiles dijo que “la solución al conflicto está en manos de los estudiantes, la pelota está de su lado, de ellos depende que el periodo académico no se cancele y que de una vez por todas se sienten con nosotros a dialogar”.
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Las diferencias entre ambos sectores siguen tan intactas, como los puntos que originaron la crisis. A más de un mes de irregularidades académicas, parece que la solución se aleja.
A las puertas de lo incierto
En realidad nadie sabe qué sucederá en los próximos días, por un lado las autoridades amenazan a los estudiantes con cancelar el periodo si no aceptan el diálogo, y por el otro los estudiantes sentencian con más protestas y tomas de centros y carreteras.
El conflicto universitario se encuentra en un nudo y ninguno de los involucrados quiere desenredarlo. La incertidumbre de ambas partes también está en la mesa del debate; los alumnos temen perder el periodo académico y las autoridades junto al gobierno, que la crisis de la universidad desborde a la sociedad.
“El pueblo hondureño debe acuerpar esta lucha, la universidad es del pueblo, por eso hacemos el llamado a la gente para que se una a las movilizaciones y a las protestas que convocaremos”, dijo Marcos Rubi integrante del Comité de Huelga.
“Nosotros siempre estamos dispuestos a dialogar, hemos mostrado voluntad, pero los estudiantes tienen posturas radicales”, dijo Ajax Irías.
“Las carreras seguirán en asambleas permanentes, a diario vienen a la universidad a ver cómo está la situación y a ver como contribuyen a las acciones, no nos vamos a detener”, dijo Trejo del MER-LZ.
La ruptura del acercamiento muestra el reto que tendrá la mesa mediadora que se nombre, la cautela con que debe manejar el conflicto
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