martes, 5 de julio de 2016

El Gobierno tiene la obligación de dar a conocer a los autores intelectuales del asesinato de Berta Cáceres




Por Marvin Palacios

“Lo que sí creemos es que el gobierno y las autoridades están en la obligación tanto moral como política y además con carácter de respuesta a la exigencia internacional, quiénes estaban en la planificación del asesinato de Berta Cáceres, o sea los autores intelectuales”.

Así reaccionó la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva,  al ser consultada por la prensa hondureña acerca de la reciente publicación del periódico inglés The Guardian.
Un ex soldado opina que a Berta Cáceres la asesinaron “escuadrones de la muerte”, es la nota periodística del periódico inglés The Guardian y reproducida  recientemente por influyentes medios de comunicación de Europa,  que está teniendo eco en funcionarios del estado de Honduras y organizaciones locales de derechos humanos.
La nota revela que supuestamente, el nombre de la activista aparecía en una 'lista negra' de un grupo de élite del Ejército de Honduras entrenado por Estados Unidos.
El sargento primero Rodrigo Cruz, un ex soldado de las Fuerzas Especiales del Ejército de  Honduras, ha confesado que su unidad recibió la orden de matar a varios dirigentes sociales en su país, entre ellos la luchadora ambientalista Berta Cáceres, según ha publicado 'The Guardian'.
Esta declaración revela que el nombre de Cáceres estaba en una lista en la que figuraban datos personales, fotografías y direcciones de un grupo de activistas sociales medioambientales y que los militares hondureños tenían "ordenes específicas para eliminar a cada objetivo".
Cruz avistó a Cáceres en esas órdenes meses antes de que la asesinaran y ha relatado que tanto el comandante de su unidad como sus lugartenientes han desaparecido, mientras que él huyó a un país vecino por temor a perder su vida.
El antiguo militar estima que sus compañeros han podido ser asesinados, debido a que "el teniente —el jefe de la unidad— declaró que no estaba dispuesto a seguir adelante con la orden, porque los objetivos eran gente decente que luchaba por sus comunidades"; días después, ese hombre "salió de la unidad y desapareció".
Rodrigo Cruz, que vive en la clandestinidad, ha detallado que "10 de mis antiguos colegas están desaparecidos" y ha subrayado: "Estoy 100 % seguro de que Berta Cáceres fue asesinada por el Ejército".
El ministro de defensa de Honduras, Samuel Reyes salió al paso de dicha información al asegurar que la publicación  del periódico  “The Guardian”, es una historia falsa,  porque insinúa que en el país existe una política de Estado en contra de los ciudadanos.

El funcionario dijo que en la publicación, el sargento Rodrigo Cruz  hace mención a que diez elementos de las fuerzas especiales han desaparecido y esos es falso porque no hay registros de personas desaparecidas y tampoco hay denuncias de familiares que hayan reportado la desaparición de miembros de su entorno familiar.
El artículo está lleno de incongruencias y exigimos al periódico The Guardian y a las personas que se mencionan en este reportaje, que si tienen pruebas contundentes que las presenten ante las autoridades competentes ya que esto contribuiría al esclarecimiento de esta historia.
Reyes señaló además que,  exigirán, a través de la Cancillería, que el medio The Guardian rectifique esta publicación, el Estado de Honduras ha hecho un enorme esfuerzo por la defensa de los derechos humanos.
El relato del sargento Cruz indica que la lista fue entregada a una unidad de la Fuerza Interinstitucional de Seguridad (Fusina), a la cual 300 estadounidenses del Cuerpo de Marines y varios agentes del FBI,  entrenaron el pasado verano.
Esta denuncia trae a colación la experiencia del país centroamericano con los denominados 'escuadrones de la muerte', que operaron con total impunidad contra las fuerzas de izquierda en los años 80.
Rodrigo Cruz ha confirmado que no era la primera vez que veía una lista de objetivos porque semanas antes, cuando desempeñaba sus funciones en la localidad caribeña de Punta Piedra, durante "20 o 30 segundos" vio en el chaleco de un comandante "caras conocidas, como los líderes del Bajo Aguán", destaca la nota periodística de The Guardian.
Bertha Oliva “Ya es tiempo que nos den a conocer la verdad”
Sobre este tema, la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva expresó que lo cierto aquí es que Bertha Cáceres fue asesinada y los victimarios fueron gente con preparación que solo se adquiere en unidades policiales y militares.
El asesinato de Berta Cáceres no fue improvisado, fue producto de todo un análisis que se venía registrando desde septiembre de 2008, que la primera lista que surgió de 135 dirigentes a nivel nacional que iban a ser asesinados donde, recuerdo muy bien,  que aparecía Bertha Cáceres, pero también aparecía COPINH, exactamente aparecía Bertha Oliva; pero también aparecía COFADEH con fotografías y todo.
Oliva dijo que se fueron dando a conocer listas de posibles asesinatos y de esos 135, se iba reduciendo cada vez más la lista de tal manera que la última sobre la cual tuvimos conocimiento, aparecían 13 personas que iban a ser asesinadas.
“Eso es un plan de muerte psicológica que le hacen a la víctima y no es de personas improvisadas; así que cuando el jefe de las Fuerzas Armadas diga, que no están involucrados en la planificación y el asesinato de Berta, la gente se lo va a creer. Yo creo que ha llegado el momento de demostrar de su participación o no”, sostuvo la defensora de derechos humanos.
En este momento debemos ser sumamente cuidadosas en el manejo de este caso, porque podría estar gente interesada en desviar la atención para tapar las verdaderas motivaciones de los empresarios y las transnacionales que estaban haciendo todo ese proyecto de muerte, como es DESA, advirtió Oliva.
Oliva dijo que “lo que sí creemos es que el gobierno y las autoridades están en la obligación tanto moral como políticamente y además con carácter de respuesta a la exigencia internacional, quiénes estaban en la planificación del asesinato de Berta Cáceres, o sea los autores intelectuales”.
Consultada acerca de publicaciones que afirman que en el Aguán existen casas de torturas, Oliva se remontó al pasado al expresar que en los años ochenta nos desmentían totalmente y oficialmente a nivel nacional e internacional de que esos eran inventos de los comunistas de aquella época, que no habían estructuras de muerte, que no existía el 3-16, que no había cárceles clandestinas, que no había absolutamente nada, que aquí había paz y democracia que se vivía y que se encaminaba a fortalecer un estado de derecho.
“Esas mismas palabras que dijeron en los años ochentas, es lo que están diciendo ahora y los asesinatos, las ejecuciones arbitrarias y sumarias, las torturas, la selectividad de las muertes y asesinatos de gente que ha estado involucrada en procesos sociales y en las demandas de exigencias para cambiar la situación del país, están siendo asesinadas, y están siendo torturadas; hemos sacado a ucha gente del país”, aseguró Oliva.
Oliva añadió que “yo sí creo que, nos va a costar que admitan para desmontar esa estructura de terror que hay, y afortunadamente hay gente que ya lo está diciendo que no ha esperado que transcurran 10 años, 15 años para venir a dar testimonios de participación en escuadrones de la muerte, porque hay algunos escuadroneros que están encargados de dar teoría en materia de seguridad en el país, eso se llama impunidad; y negar los hechos también es impunidad y también es corrupción, por tal razón no le deben tener miedo a la verdad”.
La Coordinadora General del COFADEH señaló que ya es tiempo que nos den a conocer la verdad, que sepan, que analicen lo que hasta ahora se está haciendo en el país y que cambien esa actitud de terror y esa actitud de querer colocar como verdad las mentiras oficiales, porque de las mentiras oficiales, ya nadie cree. En la actualidad, la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas, saben que las autoridades encargadas de dar seguridad e investigación, mienten.

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