miércoles, 6 de julio de 2016
La crisis actual y el derecho humano a la educación superior
El derecho a la educación es un medio indispensable para la realización de otros derechos y debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana. La Universidad Nacional Autónoma de Honduras como rectora de la educación superior, tiene la obligación de tener presente el contenido y alcance de este derecho, el cual le permitirá promoverlo y prevenir posibles acciones y omisiones que impidan su violación.
Por ello es fundamental recordar al Estado y a las autoridades universitarias que el derecho a la educación superior debe tener las siguientes características interrelacionadas. En primer lugar, debe ser disponible, es decir, debe haber centros, instituciones y programas de enseñanza en cantidad suficiente que cuenten con edificios adecuados, instalaciones sanitarias para ambos sexos, agua potable, docentes calificados con salarios competitivos, materiales de enseñanza, bibliotecas, servicios de informática, entre otros.
En segundo lugar, debe ser accesible en el sentido que los centros, instituciones y los programas de enseñanza han de ser accesibles a todos y todas, sin discriminación. La accesibilidad consta de tres dimensiones que coinciden parcialmente: (a) No discriminación. La educación debe ser accesible a todos y todas, especialmente a los grupos vulnerables de hecho y de derecho, sin discriminación.
(b) Accesibilidad material. La educación ha de ser asequible materialmente, ya sea por su localización geográfica de acceso razonable o por medio de la tecnología moderna mediante el acceso a programas de educación a distancia. (c) Accesibilidad económica. La educación ha de estar al alcance de todos y todas, lo cual implica la implementación gradual de la enseñanza superior gratuita.
En tercer lugar, la educación superior debe ser aceptable, es decir, la forma y el fondo de la educación, comprendidos los programas de estudio los métodos pedagógicos, han de ser adaptables, pertinentes, adecuados culturalmente y de buena calidad para el estudiantado.
Finalmente, debe ser adaptable, lo cual requiere que tenga la flexibilidad para adaptarse a las necesidades de la sociedad y responder a las necesidades de los alumnos y alumnas en contextos culturales y sociales variados. Para que la educación universitaria responda a tales necesidades, los planes de estudio deben ser flexibles y los sistemas de instrucción variadas, con utilización incluso de la enseñanza a distancia.
Estas características del derecho a la educación superior deben ser la guía que oriente el quehacer del Estado y de la UNAH, lo cual constituye la principal y mejor herramienta para que las autoridades universitarias enfrenten y resuelvan los conflictos relacionados con su función de respetar, proteger, satisfacer o garantizar dicho derecho.
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