jueves, 14 de julio de 2016
Pensar y reflexionar
Por Francisco Umpiérrez Sánchez
Abandonemos la rigidez mental, las definiciones definitivas y los conceptos cerrados provenientes de las ciencias particulares. Dejemos atrás la unilateralidad, la superficialidad y las frases ingeniosas. Busquemos fluidez, plasticidad y armonía cuando ponemos en marcha nuestro pensamiento. Seamos rigurosos pero no rígidos. Indaguemos la verdad que hay en los otros y no solo la falsedad. Seamos espontáneos pero con conciencia. Trabajemos duro pero con intereses estéticos. Seamos serios pero alegres. No simplifiquemos lo complejo. Permitamos que las sombras y las oscuridades formen parte de nuestra actividad mental. Seamos resueltos y valientes. No empleemos palabras de las cuales desconocemos sus significados y múltiples sentidos. Seamos cautos y atrevidos. No especulemos, no aceptemos que las palabras sean nuestros dueños, no vivamos enajenados por las ideas. Demos la oportunidad a la realidad para que nos abrace y se introduzca en nuestras entrañas. Dejemos que los sentimientos manden en ciertos asuntos de la vida pero no hasta el punto de cegar e invalidar la conciencia. Busquemos la visión integral.
Pensar es medir, calcular, refrenar los instintos, sofocar los impulsos, demorar las respuestas. Pensar es modificar las impresiones y transformar las percepciones. Pensar es escuchar al otro dándole nuestra voz. Pensar es lograr que lo externo se vuelva interno, que lo superficial se vuelva profundo, y que lo aparente se vuelva esencial. Pensar es lograr que la realidad nos pese, nos oprima y nos obligue. Pensar es superar lo particular en busca de lo universal. Pero no abandonando lo particular sino conteniéndolo en lo universal. Pensar es lograr que los conceptos nos guíen y no los sentimientos. Pensar es medir siete veces antes de cortar.
Reflexionar es acumular pensamientos sobre pensamientos. Reflexionar es alejarse para ver el conjunto y acercarse para ver el detalle. Reflexionar es comparar, enlazar lo superficial con lo profundo y lo aparente con lo esencial. Reflexionar es inferir, deducir, concluir. Reflexionar es analizar y tener en cuenta lo pertinente. Reflexionar es apartar lo secundario y lo accidental para centrarse en lo principal y lo sustancial. Reflexionar es volver una y otra vez sobre lo mismo sin cansarse, sin desmotivarse, sin desfallecer. Reflexionar es trazarse un objetivo e ir a por él. No importa no alcanzarlo sino tenerlo. Reflexionar no es sentarse a que lleguen las cosas sino lanzarse a por ellas. Reflexionar es permitir que todos nuestros sentimientos, emociones, percepciones y pensamientos nos inunden y nos ocupen por completo. Reflexionar es la consecuencia necesaria del pensamiento, como este lo es de la percepción.
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