lunes, 25 de julio de 2016

Honduras, te Quiero Pública



Por Melissa Cardoza *

La pensada del movimiento estudiantil universitario actual es una que se afinca en procesos de la vida académica, pero que va más allá,  va por la vida toda;  y vuelve a regar las nunca marchitas flores de la esperanza de este pueblo noble y envilecido por el patriarcado neoliberal. Un movimiento que se ha venido organizando de a poco, de la mano de nombres tan necesarios como el de Eduardo Lanza Becerra, desaparecido por otro terrorismo de estado, las estudiantas y los estudiantes vuelven a traer la sonrisa a nuestros rostros que de tanto llorar y encachimbarse tienden a verse ajados. 

No comparto el pensamiento de que la universidad refleje necesariamente las dinámicas políticas de una sociedad, la idea de lo “universal” no me convence, la universidad es una institución bastante elitista en este y otros países en las que una minoría alcanza a llegar y en donde muy pronto se aprende a despreciar lo propio y emular lo ajeno; y donde el conocimiento legítimo siempre está pegado a un título y sus privilegios. Sin embargo, tal como pinta el movimiento y su pensada es posible que pronto estemos debatiendo sobre una Pluriversidad llena de conocimientos múltiples y coloridos.

El sistema de muerte unipolar,  que al “universalizar” margina, excluye,  y se expresa en todas partes. Por todos lados hay privilegiados, vendidos, sicarios judiciales, hipócritas, infiltrados, reelegibles, autoritarias,   sino que lo digan las luchas indígenas que nuevamente se enlutan con el asesinato de otra activista del COPINH, Lesbia Yanet Urquía,  opositora a los maldecidos proyectos auroras que se apropian, vía congreso nacional, de los ríos, tierras, territorios lencas. 

De cualquier manera, y reconociendo el peso político de la U y sus lógicas hegemónicas y contra hegemónicas quiero traer un texto en el que Berta Cáceres, acompañante solidaria de la juventud, expresara con su lucidez no sólo el análisis de la realidad de este país sino su esperanza en movimientos sociales ubicados en el límite de la sobrevivencia, decía: “ (Hay que) Tener la posibilidad de pensar en la vida, en la vida, porque aquí lo que se impone es muerte, en todos lados, si usted mira. ¿Qué le propone una sociedad como ésta a los jóvenes? Les propone el narcotráfico, consumo de droga, maras,  miseria, desempleo, esa es la propuesta de este sistema, en este país; si mira para la vida de las mujeres no hay propuesta de vida sino de muerte, violencia extrema en todos los sentidos, explotación, opresión; a los pueblos indígenas prácticamente la desaparición de los mismos, eso es lo que se presenta, estamos en ese límite, y el poder transnacional aplasta todas las formas de vida que  surgen  de las comunidades urbanas y rurales, pareciera imposible pensar en la esperanza, en la vida” .

Y que vienen los estudiantes, las estudiantas encapuchadas del rostro y desnudos del corazón para volver a poner de pie la esperanza, y  un eje central de las luchas: UNAH te Quiero Pública.  Y pública debe ser la vida toda, no traficada entre pocos que se juntan a espaldas del resto en sus casas compradas con dinero público, públicas las carreteras, la salud, los placeres diversos, el amoroso dolor del asesinato de nuestras hermanas, pública la voz, el gesto, públicas las propuestas. 

El movimiento estudiantil aumenta las metodologías que van siendo pedagogía de la movilización hondureña;  las asambleas para crecer el discurso, la conciencia y las  tomas de decisiones; la práctica de autorizar vocerías diversas en gestos tan revolucionarios como nombrar a Miriam Miranda su vocera; la necesidad de moverse en comunidad para que nadie quede preso ni perseguida; el diálogo con otros sujetos como profesoras, madres de familia, trabajadores y otros movimientos sin perder su autonomía; la justa fórmula de poner el cuerpo donde está la palabra cuidando ambos;  los diálogos públicos devolviendo a la gente de a pie su autoridad; la contundencia de saber quiénes son los suyos y quiénes los adversarios, sin confundirse porque ciertos personajes  con los que ahora se confrontan fueron gente progresista,  pero hoy representan, sus razones públicas tienen,  la razón opresora, autoritaria y chafarotil de la rectoría. 

UNAH te Queremos Pública, Honduras te queremos pública, desprivatizada, andando por las calles, bañando en ríos públicos con el cuerpo al sol,  libre de órdenes de captura, de celdas, acosos y miedos a pensar, decir y vivir. Honduras, te queremos pública, mostrando tus dolores, carcajadas,  errores y tu enorme dignidad que no deja de crecer entre la juventud y los pueblos indígenas, entre las mujeres que abandonan el discurso llorón e individualista y asumen la autonomía de su cuerpo y pensamiento en comunidad; en los movimientos que sin jefes, representantes ni votaciones deciden sus caminos y los caminan junto a la memoria de las que nos arrancó  violentamente el poder, pero que traemos pegadas a la consigna y los pasos.

* A cuatro meses del asesinato de Berta Cáceres Flores.


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