lunes, 11 de febrero de 2019

Las violencias que rechazamos



En esta Plaza de los Pañuelos Blancos, como cada primer viernes de mes, hoy el Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras (COFADEH) está aquí para pasar lista de los culpables ausentes y rechazar una vez más las violencias que enferman a Honduras.

Gustavo Álvarez Martínez, líder de los escuadrones de la muerte, asesinado sin confesión ni castigo hace 30 años.

Roberto Suazo Cordova, espantapájaros de los militares asesinos, muerto sin castigo hace unas semanas.

Oswaldo Ramos Soto, vocineta de la APROH, envejeciendo en el olvido del presente.

Rafael Ferrari, parlante público de la APROH, muerto sin castigo hace unas semanas.

Rafael Callejas, co-fundador de la APROH, engrilletado por ladrón en la Florida hace dos años.

Alfredo Hawit, aportante de la AROH, engrilletado con Callejas por el mismo delito compartido.

“Licenciado Arrazola”, “líder antisubversivo” y torturador, pedido en extradición a EEUU por corrupción en el cartel Pandora.

Uno a uno, los responsables del dolor de centenares de madres de personas desaparecidas, van sufriendo sus dolores nunca comparados a los nuestros, pero dolores. Para ellos la justicia, una condena habría sido su salvación. Y otros más habrán de venir a esta lista.

Cambio y fuera.

Hoy la Plaza de los Desaparecidos rechaza la sentencia contra la libertad de expresión de la Comisionada María Luisa Borjas, que es la libertad del pueblo de Honduras.

La Corte del Cartel que dirige el Estado ha menospreciado en este caso toda la doctrina de derechos humanos sobre la liberta de opinión para favorecer al magnate especulador que dirigió el proceso desde las sombras, apoyado por la clica mediática de sus amigos cooptados por la dictadura salvaje.

La dictadura del crimen organizado que controla las instituciones exportadoras de drogas ha justificado esta semana los ataques violentos de soldados delincuentes contra toda persona que grita Fuera JOH. El propio jefe de los energúmenos ha hecho su defensa sin vergüenza, en el nombre de su Dios y de su dictador.

Por tanto, el Cofadeh anima a las colonias empobrecidas de la capital y en general a la creativa resistencia cívica de Honduras a no detener nunca su grito potente contra el responsable principal de esta tragedia, sin miedo a sus pichinguitos de plomo. Cada hecho documentado, como los últimos del 27 de enero, cada hecho que sea denunciado pues un día los responsables estarán al menos en la lista que encabeza hoy esta plaza. El pueblo siempre los condenará.

Tampoco pasamos por alto hoy las violencias físicas, psicológicas y económicas que siguen obligando a millares de hondureños a salir del país contra su voluntad. La imagen de las interminables caravanas hacia México y Estados Unidos sigue siendo la voz del fracaso de una dictadura ridícula de narcos pervertidos, que dan lecciones democráticas a Venezuela bajo la dirección de la embajada de Washington en Tegucigalpa.

Al respecto, en esta fecha denunciamos la violencia criminal del Pentágono de Estados Unidos que vino recién a poner en marcha desde Honduras el plan militar combinado con Panamá, para asaltar las riquezas del pueblo venezolano.

Los criminales de guerra Eliott Abrams, John Bolton y Mike Pompeo, están de regreso con la careta vulgar de la formación en derechos humanos a militares para tejer sus estrategias de muerte contra Caracas desde Palmerola, como lo hicieron en 1980 contra Nicaragua desde Tegucigalpa. No, de nuevo, no, a esta vulgar utilización del territorio nacional para invadir la autodeterminación de los pueblos, miserables!

Nos despedimos temporalmente de esta Plaza con gratitud al pueblo de Choluteca, heroico, valiente y decidido pueblo del Sur, que nos enseña a Honduras la coherencia rebelde por la dignidad nacional enfrente de un ejército miserable, violento y narco, que ataca sin piedad a su juventud luchadora.

De los Hechos y de los Hechores, Ni Olvido Ni Perdón.
COFADEH

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