miércoles, 20 de febrero de 2019
Comunidades Lencas de Reitoca, Francisco Morazán resiste ante la hidroeléctrica que consume el Río Petacón
Desde enero 2018 las comunidades indígenas Lenca de Reitoca, Francisco Morazán mantienen un campamento permanente de control territorial en los accesos en donde se construye la represa Promotora de Generación de Energía limpia S.A (PROGELSA) de capital transnacional y nacional, cuyo socio mayoritario es el empresario energético, Jack Arévalo Fuentes.
Reitoca es un municipio del sur de Francisco Morazán, su nombre significa “lugar de Juncos blandos o tiernos”. A pesar de su belleza y riqueza natural su población ha permanecido olvidada por el Gobierno Central. Últimamente ha sido recordado debido por el interés económico empresarios y políticos tienen para lograr la instalación de una hidroeléctrica.
Aumentan ataques y persecución
Wilmer Alonso Herrera, miembro del Comité Ambientalista en defensa del río Petacón, expresa que en las últimas semanas los ataques contra quienes luchan en defensa de los bienes en el municipio han incrementado. Van desde la captura y criminalización de los luchadores, hasta la difamación a través de medios de comunicación de cobertura nacional.
Herrera recuerda que el pasado 16 de enero la policía y el ejército, en complicidad con personas ligadas a la empresa, llegaron hasta el campamento de control territorial que las comunidades han instalado, con la intención de confrontar a la ciudadanía y tener argumentos para desalojarlos. En esas mismas fechas el campamento fue incendiado por trabajadores de la hidroeléctrica. Seguido se montó una campaña de desprestigio a través de los medios de comunicación.
El luchador señala que el conflicto desde sus inicios ha dejado dos personas heridas de bala, 6 luchadores criminalizados y con procesos judiciales acusados del delito de usurpación.
“Hemos buscado todas las instancias que la legislación hondureña manda, sin embargo la institucionalidad sigue guardando silencio sobre toda la destruición generada por la empresa”, expresó.
Daños en el Río
El río Petacon significa la vida para las comunidades indígenas Lenca de Reitoca, por lo menos 11 mil personas se abastecen de sus aguas. Doña Luisa Flores, una humilde luchadora que vive en las riveras del río, recuerda con nostalgia como años atrás llegaban hasta sus aguas para conseguir peces, y uno que otro camarón que servían como alimento a sus familias.
“En los tiempos de crisis, cuando no tenemos nada más que llevar a nuestros hogares, el río nos ha proporcionado alimento. Progelsa lo ha destruido. Esta lucha es por amor a nuestro río”, lamenta.
Los daños del río Petacón, de su biodiversidad y alteraciones de los ecosistemas por la construcción de la hidroeléctrica ocasionará también la muerte de la cultura, identidad e historia del pueblo, que nacieron del río, según sus vecinos y vecinas.
“La construcción de la represa acabó con la tranquilidad que caracterizaba a Reitoca. El impacto no ha sido solo en lo ambiental, sino que hablando en lo social, nuestras familias ya no tienen paz. El municipio era un pueblo pacífico hasta que llegó la empresa con sus amenazas e intimidaciones”, señala Wilmer Alonso Herrera.
La construcción de la represa ha avanzado al menos en un 70 por ciento, aparte de la cortina de concreto, están construidos túneles, algunos provistos de alcantarillas hasta dos metros de altura, y una parte de la sala de máquinas para dos turbinas, con capacidad para generar 7,5 megavatios/hora cada una.
A través de un comunicado el Comité Ambientalista exigió al Estado hondureño, cancelar la licencia de la empresa y avanzar en las investigaciones sobre el impacto que ha tendido.
El Comité condena las intenciones de representantes de intereses transnacionales y la empresa privada, que bajo un falso discurso de “Desarrollo” e “Inversión Internacional” pretenden desprestigiar, estigmatizar y perseguir a las personas que legítimamente defienden sus territorios y bienes comunes.
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