A las y los estudiantes, personal administrativo y docente, padres y madres de familia, medios de comunicación, comunidad internacional, y al pueblo hondureño en general…
La comunidad estudiantil articulada en el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), ante los hechos de represión brutal suscitados en nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH); la mal información de parte de las autoridades universitarias y ciertos medios de comunicación sobre el porqué de nuestra lucha; nos pronunciamos de la siguiente forma:
1. Repudiamos la represión que de parte de la Policía Nacional, Policía Militar bajo la complicidad de las autoridades universitarias de la UNAH, se dio en contra de la protesta pacífica estudiantil, llevada a cabo el día miércoles 1 de junio de 2016.
2. Condenamos la campaña de criminalización a la comunidad estudiantil, como legítimo derecho de rechazo ante la invisibilización de la representación y participación estudiantil, la imposición inconsulta de las nuevas Normas Académicas, y la incompetencia que la burocracia de nuestra Universidad ha permitido en su misión por proponer y construir una nueva realidad social.
3. Denunciamos el atentado con arma de fuego en contra de nuestros compañeros y la negligencia de la Seguridad Privada de la UNAH quien debería salvaguardar la integridad humana del estudiantado; que puso en peligro la integridad y vida de los estudiantes a lo interno de Ciudad Universitaria.
4. Reprochamos la incapacidad traducida en la violencia y persecución en contra de la manifestación estudiantil, que existe a lo interno de la UNAH para desarrollar un proceso de construcción científica, democrática y participativa, que cumpla con las necesidades, demandas y condiciones de nuestro pueblo, al cual nos debemos.
5. Desmentimos que nuestra lucha sea en contra únicamente de un Plan de Arbitrios –como intentaron hacer ver las autoridades universitarias ante los hechos del miércoles 1 de junio–; especialmente cuando se tiene conocimiento de las propuestas entregadas desde el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU).
6. Reafirmamos que el Plan de arbitrios del 2002 fue derogado de acuerdo al artículo No. 16 del Plan de Arbitrios publicado en La Gaceta del 06 de mayo de 2008.
7. Repudiamos las amenazas por las autoridades universitarias al presentar denuncias ante el Ministerio Público por supuestos daños a la institución y en consecuencia las represalias como ser expulsión y judicialización.
8. Aclaramos que no es por placer morboso ni por las ganas de ser objeto de represión que nosotros y nosotras nos manifestamos pacíficamente a lo externo e interno de la UNAH; sino, precisamente, para emprender la concientización de nuestra lucha, con nuestros compañeros/as taxistas, vendedores, trabajadores, campesinos y al pueblo en general, buscando solidaridad en la problemática enfrentada por construir una Universidad responsable con Honduras.
9. Reafirmamos nuestra lucha, tenacidad y firmeza; que nosotros y nosotras seguiremos manifestándonos a través de las acciones que las Asambleas
Estudiantiles vean necesarias; que la lucha estudiantil se sustenta en la legitimidad histórica de nuestros espacios de organización y que estamos conscientes que los procesos de cambio en nuestra UNAH sólo serán posibles desde la acción articulada de todos los sectores estudiantiles, trabajadores, campesinos, indígenas y populares en su totalidad; para asegurar la educación gratuita y liberadora hacia una reforma universitaria a beneficio de la comunidad estudiantil y el pueblo hondureño.
La lucha estudiantil, la lucha por una educación pública comprometida con la consciencia social, con el pueblo y con la transformación integral de nuestra realidad, se declara en resistencia permanente en contra del autoritarismo y la exclusión del actual proceso de Cuarta Reforma Universitaria. Nuestro llamado es a una responsabilidad de la sociedad hondureña con la UNAH; la brutal persecución y represión estudiantil a la que estamos siendo víctimas nos alimenta y fortalece para emprender un compromiso histórico por la construcción de una nueva Universidad.
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