miércoles, 8 de junio de 2016

Dos horas de represión y fuerte protesta



Eran las 4 de la tarde en San Manuel Cortés. El cielo avisaba lluvia. Las 4 personas que se habían declarado en huelga de hambre indefinida en protesta contra la instalación de peajes en la carretera del corredor turístico de Honduras habían convocado a la ciudadanía a acompañarlos en protesta. Eran las 4 de la tarde cuando ellos con sus caras quemadas por el sol esperaban dos fuertes grupos de manifestantes provenientes de El Progreso, Yoro y San Pedro Sula. A esa hora la Policía Nacional ya esperaba también con garrotes de madera, armas, bombas lacrimógenas y una tanqueta que riega agua a presión.
Poco a poco fue llegando la gente. A las 5pm un grupo de jóvenes cerró la calle quemando llantas y colocando tablas, piedras y otros obstáculos. Así el tráfico de la carretera que conecta San Pedro Sula con el atlántico se paralizó.
La policía dio una hora. Al pasar esta hora los ánimos se caldearon. El grupo de manifestantes se comenzó a nutrir y allí comenzó a avanzar la tanqueta. Un profesor y dirigente social llamado Ruy Díaz se colocó frente a la tanqueta para que ésta no avanzara. La policía lo movió a la fuerza. Y así comenzó una represión que duró casi dos horas. Las bombas volaban y también las piedras. La policía comenzó a disparar bombas hacia todos lados lo que provocó pequeños incendios en las cañeras y la quema de una carpa donde estaban los huelguistas de hambre.
También lanzaron bombas en unas pequeñas casas en el sector de la Guadalupe donde hubo un joven desmayado y niños afectados. Los manifestantes estaban acorralados entre el humo lacrimógeno y los vehículos que comenzaban a seguir su tráfico normal.
Los manifestantes insisten que la instalación de peajes en el corredor turístico, tanto a la altura de San Manuel en Cortés como en Guaymas, Yoro y Tela, Atlántida es ilegal. Aseguran que violenta el derecho a la libre locomoción garantizado en la Constitución de la República, también que no tiene permiso de operación de la alcaldía de San Manuel Cortés y que no se puede privatizar un bien del Estado como es la carretera.
El Estado se muestra incapaz al ceder bienes con la excusa del desarrollo.
Después de dos horas de gas, los manifestantes regresaron casa, cansados de dar la batalla. La lluvia del cielo no cayó y los peajes quedaron más resguardados que los mejores ciudadanos de este país gracias a la policía nacional y el ejército.


No hay comentarios: