viernes, 3 de junio de 2016

"Honduras es una fábrica de pobreza"



En recientes declaraciones el director del Foro social para la deuda externa de Honduras afirmó que “Honduras es una fábrica de pobreza muy grande” estableciendo que de 2015 a febrero de 2016 hay 239 mil nuevos pobres en el país, en comparación con las cifras de pobreza de 2014.

El aumento de la pobreza está estrechamente relacionado con los altos niveles de corrupción en el país. Según el Fosdeh, entre 2000 y 2015 se invirtieron 373 mil millones de Lempiras en nombre de los pobres, sin reducir la pobreza.

Y los datos apuntan que el país seguirá como una maquina bien aceitada profundizando la miseria. La principal fuente económica que sostiene la vida en los barrios y comunidades, y mantiene a flote al gobierno son los escasos recursos de los más empobrecidos. Como dicen nuestras abuelas, del mismo cuero salen todas las correas.

La matriz fiscal está diseñada para que las personas que ganan menos paguen más impuestos, sean legales o ilegales. Por ejemplo, los ingresos del Estado en materia de impuestos provienen de las mayorías empobrecidas y no de los impuestos de las grandes empresas o de los ricos del país.

Los peajes y el aumento de combustibles son nuevos trancazos a la gente más empobrecida, todas las empresas de los diferentes servicios de transporte trasladan esos costos al consumidor final. El aumento de la tarifa de energía eléctrica es otra carga tributaria que va a quitar alimentos a los más empobrecidos.

A la extorsión oficial hay que sumarle el impuesto de guerra. Pulperías, bodegas, taxis, buses todos pagan a las bandas criminales el permiso mensual para mantener sus negocios a flote, y esos costos también son trasladados al consumidor final. En resumen, todos los impuestos del Estado y de la actividad criminal salen del mismo cuero, el cuero de los empobrecidos.

En contraste a las calamidades del país, el Presidente Hernández se gasta 10 millones de lempiras en la renta de un avión de lujo para ir a una cumbre de moda en Copenhague, a la cual no fue invitado y se ha convertido en el hazmerreír del mundo mediático de la moda.

En la Honduras actual, cualquier posibilidad de cambio pasa por cambiar las estructuras económicas y políticas, y esto pasa por poner en el centro del debate la concentración de la riqueza en poca manos y la debilidad institucional, como los principales problemas a enfrentar, si es que de verdad queremos dejar fabricar pobreza y miseria.

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