viernes, 1 de diciembre de 2017

Elecciones bien organizadas tras campaña marcada por la desigualdad de recursos



En las elecciones generales del domingo 26 de noviembre, la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE UE) – Honduras 2017, liderada por la eurodiputada Marisa Matias, estuvo presente sobre el terreno con un total de 106 observadores, que visitaron 409 mesas electorales en 17 departamentos de Honduras.

La MOE UE ha observado que el procesamiento de resultados se desarrolla en condiciones de transparencia y en presencia de representantes de los partidos políticos, si bien lamenta la interrupción de la divulgación de las actas durante unas horas en la tarde del 26 de noviembre, que se reanudó finalmente en la madrugada del 27.

En el momento de publicación de la declaración preliminar de la Misión, con el procesamiento de las actas aún en curso, el Tribunal Supremo Electoral ha realizado un solo anuncio de resultados parciales. La MOE UE considera que una comunicación más frecuente de la evolución de los resultados, a medida que avanza el escrutinio, es no solo un derecho de la población hondureña sino, además, un importante instrumento de transparencia.

En este sentido, la jefa de Misión subrayó que, “tras dos días sin anunciar nuevos resultados, el Tribunal Supremo Electoral debe establecer una comunicación más fluida haciendo públicos balances de resultados parciales, tal y como aconteció en las elecciones generales de 2013”. Marisa Matias insistió en que “para garantizar la máxima tranquilidad de todos los actores del país, hay que evitar dejar espacios para las dudas y la incertidumbre”.

Las elecciones generales de 2017 se han caracterizado por el hecho de que, por vez primera, un presidente en ejercicio concurría a una reelección presidencial, tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia en 2015 de declarar inaplicables los preceptos constitucionales que la prohíben. La MOE UE, si bien no puede entrar a valorar la decisión de la Corte, considera que, si así lo estiman los actores hondureños, sería conveniente abrir un debate que pueda conducir a un amplio acuerdo entre las fuerzas políticas para regular, en el ámbito político, un asunto tan importante.

Aunque la campaña trascurrió de manera generalmente pacífica, la MOE UE tuvo constancia de casos de violencia contra candidatos y activistas de diferentes partidos durante este periodo. A día de hoy, con las investigaciones aún en curso, es muy difícil determinar si estos incidentes, o cuáles de ellos, respondieron a una motivación política o de otra índole.

La MOE UE observó, tanto en la calle como en los medios de comunicación, un claro predominio de la campaña del Partido Nacional (PNH), a gran distancia del Partido Liberal (PLH) y la Alianza de Oposición, revelador de una marcada desigualdad de recursos. La MOE UE observó además, con bastante frecuencia, una cierta confusión entre Gobierno y Partido Nacional en la distribución de bienes o beneficios en el marco de programas sociales del Estado.

La nueva Ley de Política Limpia constituye un avance importante de la legislación electoral, al imponer techos de gasto para las campañas, límites a las aportaciones a los candidatos y reforzar la transparencia y publicidad de sus ingresos y gastos. Sin embargo, la Unidad de fiscalización creada para vigilar su cumplimiento inició sus actividades tan sólo tres meses antes del comienzo de la campaña electoral con serias limitaciones presupuestarias, de personal y logísticas.

La MOE UE constató la persistencia de algunos problemas y carencias de la legislación observados ya en 2013. Entre ellos destacan los derivados de mantener la gestión de las mesas electorales en manos de los partidos o la falta de una depuración sistemática del censo. Para paliarlos, la Misión anterior recomendó medidas que sigue considerando pertinentes, como la ciudadanización de las mesas electorales o la conveniencia de despolitizar y modernizar el Registro Nacional de las Personas. La Misión recomendó igualmente la necesidad de clarificar los mecanismos de justicia electoral en cada etapa del proceso.

La jornada electoral transcurrió en un ambiente pacífico y tranquilo, si bien se observaron a menudo estrategias invasivas de captación de votantes en el entorno de los centros de votación. A pesar de abundantes indicios de tráfico de credenciales, el escrutinio discurrió en condiciones de transparencia y respeto a la voluntad de los electores.

En términos generales, el TSE organizó el proceso de manera eficaz – en algunas de las fases con el apoyo neutral y profesional de las Fuerzas Armadas –, casi siempre dentro de los plazos del cronograma electoral, y desplegó una intensa actividad de capacitación de los distintos actores del proceso. Los observadores reportaron que se ha producido una cierta mejora de la comunicación entre el TSE y los Tribunales electorales departamentales y municipales, cuyas funciones principales se han ido reduciendo al ámbito logístico, respecto a procesos anteriores. Sin embargo, aún adolecen con frecuencia de falta de información y, sobre todo, de recursos para desarrollar sus funciones con eficacia.

La MOE UE, presente en Honduras desde el pasado 11 de octubre, lleva a cabo su labor de observación de forma independiente y siguiendo rigurosos criterios en materia de observación internacional de elecciones. La Misión permanecerá en el país para observar los desarrollos postelectorales, incluidos los eventuales recursos que puedan interponerse y, en los dos meses posteriores a la conclusión del proceso, publicará un informe final que podrá contener recomendaciones para futuros comicios.

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