Honduras arde entre la indignación e impotencia. Indignación acumulada por los atropellos continuados de un gobierno que se impone por la fuerza, por el fraude y por la represión. Impotencia porque al ver la disfuncional institucional y la falta de acceso a la justicia, la gente ha tomado la decisión de obtenerla por sus manos, aunque esto signifique exponer su vida.
Y este contexto tiene a Honduras sumergida entre la represión policial y militar. Datos de organizaciones defensoras de derechos humanos indican que un total de 22 personas han sido asesinadas por militares a lo largo y ancho del territorio nacional. Cada uno de ellos a manos de militares durante las protestas o tomas de carretera que exigen la salida de Juan Orlando Hernández del poder.
La Coalición contra la Impunidad creó una plataforma temporal denominada Mesa de Derechos Humanos, la que está conformada por diversas organizaciones defensoras de derechos humanos y que han estado de forma permanente vigilando lo que está sucediendo en todo el país.
En conferencia de prensa celebrada frente a las instalaciones del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Tegucigalpa, la Mesa exigió a este ente gubernamental tome una postura beligerante ante las múltiples violaciones a derechos humanos que se registran en el país, sobre todo de parte de militares contra la población.
Gente que se refugia en sus casas, vive en carne propia la represión en sus barrios y colonias por parte de la bota militar, es parte de la realidad que está viviendo Honduras en este momento, a tres semanas del proceso electoral general las violaciones a los derechos humanos se han incrementado en altos niveles.
“Solicitamos al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos para que tome su papel, el papel de defender los derechos del pueblo, no para que defienda los intereses de un dictador”, decía Wilfredo Méndez, director del Centro de Investigación y Promoción de los derechos humanos en Honduras, Ciprodeh durante la conferencia de prensa de este martes en horas de la mañana.
Para Méndez el papel del Conadeh ha sido nefasto y justo se da en medio de una situación de violencia e indefensión de la población que protesta en las calles. “Sabemos que es difícil pedirle algo a alguien que responde a los intereses del gobierno, pero es en este momento en el que la presión debe expresarse y de esa forma exigir una postura clara y de defensa de lo que sucede en Honduras”.
Luego de la conferencia, las organizaciones aglutinadas en la Mesa fueron atendidas por el titular del Conadeh, Roberto Herrera Cáceres, en esa reunión el representante de la institución les afirmó que ellos están haciendo lo correcto al vigilar y denunciar las agresiones de los grupos uniformados del país.
“Hemos documentado todo, ya hemos hablado con los jefes policiales y también hemos pedido al Ministerio Público para que inicie las investigaciones del caso”, relató en una entrevista a Radio Progreso, el abogado Wilfredo Castellanos, titular del Conadeh en la zona norte del país.
Hasta la fecha no hay ningún policía o militar bajo proceso judicial por agresiones y violaciones a los derechos humanos. “Es evidente que la justicia está secuestrada por el gobierno de Juan Orlando, en ese sentido todo lo que le afecte a él se quedará engavetado”, dijo el ex fiscal del Ministerio Público Edmundo Orellana en declaraciones a Radio Progreso.
La situación empeora cada día, y ahora las agresiones no solo se registran del lado de los militares.
Una respuesta violenta a la represión
Decir que las agresiones solo se dan desde la mano militar sería caer en la parcialidad. Hasta el momento de forma oficial se registran 22 muertos a manos de militares, pero del otro lado los conatos de violencia ya se hacen sentir, en la zona norte se han registrado ya dos policías heridos y varias postas policiales incendiadas por los manifestantes.
La represión lejos de generar miedo en la población, genera más indignación. La gente ahora no solo corre, sino que responde con piedras, palos, y hasta disparos, donde un grupo de personas se defendieron ante la agresión militar.
Toda acción produce una reacción y ante la violencia indiscriminada de las autoridades del orden, la gente ante no poder acudir a nadie, ni a derechos humanos, justicia, debe tomar por su mano las acciones de autodefensa y bajo esa dinámica la zona norte del país se ha visto marcada en los últimos días.
En El Progreso, Yoro la jornada de este martes dejó un policía herido, la posta de la colonia Berlín incendiada, junto a estos también manifestantes gaseados y golpeados por las fuerzas militares y policiales de esta ciudad.
De la misma forma se han desarrollado acciones fuertes por parte de los manifestantes en San Pedro Sula y Choloma, sectores donde la llama de la indignación se mantiene encendida a pesar de los disparos militares.
Honduras está a las puertas de cualquier escenario, por muy violento que sea y todo se da ante la vista y paciencia de los organismos oficiales de defensa a los derechos humanos.
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