lunes, 11 de diciembre de 2017

Nueva jornada de represión en Honduras, entre las balas y el gas lacrimógeno



No importa la hora, sea de día o noche la represión siempre está presente. Villanueva, Agua Blanca Sur en El Progreso fueron víctimas y testigo de ello. En horas de la mañana de este martes la población indignada, trabajadores y trabajadoras de maquila se reunieron en la entrada principal de Villanueva interrumpiendo el paso en la carretera que conduce de San Pedro Sula a Tegucigalpa.

Bajo la exigencia de respeto a su voto, la población protagonizó otra jornada de lucha en la zona norte del país, una región que se resiste a admitir la imposición del Tribunal Supremo Electoral (TSE). ¡Esto es un fraude, no admitiremos esos resultados, tienen que respetar la voluntad popular! Gritaba la gente a los policías que acordonaban la manifestación.

“Mire lo que están haciendo con el pueblo es demasiado, llevamos años aguantando que nos peguen en la espalda, ahora nos están dando en la cabeza y creo que este pueblo ya entendió, por eso ahora vamos a resistir hasta el final”, dijo un joven que protestaba. Como en todo el país, las protestas son encabezadas por los jóvenes. 

“Se metieron con la generación equivocada, nosotros no vamos a ser como los viejos de antes. Nosotros vamos a luchar y vamos a sacar a Juan Orlando”, dijo otro chico con la cara encapuchada.

El escenario era el mismo: llantas quemándose, policías con material represivo en su mano vigilando la manifestación y la gente gritando, aplaudiendo y demandando pacíficamente. 

Todo transcurría con normalidad, llevaban más de dos horas de toma sin ningún incidente, hasta que en el fondo observaron una tanqueta de la Policía Militar y fue ahí cuando todos empezaron a correr. No es para menos, la represión de los últimos días ha sido fuerte, solo este martes hubo dos muertos en la zona sur de El Progreso, Yoro al norte de Honduras.

El temor que generó la tanqueta cobró vida minutos después de su posicionamiento básico de represión. Los militares se bajaron de la tanqueta y de inmediato empezaron a lanzar gases lacrimógenos y la tanqueta gas pimienta. La calle se convirtió en un campo de caza, militares corriendo con los rostros con máscaras antigás lacrimógeno atrás de los manifestantes.

En ese momento los jóvenes, mujeres y hasta niños corrieron despavoridos buscando un lugar seguro donde refugiarse, algunos incluso lo hicieron en las instalaciones de un medio de comunicación televisivo de la zona, por lo que ese edificio también los militares lanzaron bombas afectando a algunos manifestantes y también al personal que labora en esa institución.

Pero no todo era gas, también los disparos de bala de grueso calibre formaron parte del ataque militar. Las violaciones a los derechos humanos están a la orden del día ante la ausencia total del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos. “Es lamentable el papel del Estado, de los fiscales de derechos humanos, hay una nula participación de vigilancia y garantía a la gente que está siendo asesinada en las calles”, dijo el doctor en derechos humanos Joaquín Mejía.

Villanueva también registró esta mañana la captura de tres personas, que fueron golpeadas y trasladadas a la estación de policía en San Pedro Sula. A pesar de ese clima adverso la población dijo que seguirá luchando contra el fraude y exigiendo al Tribunal Supremo Electoral que respete la voluntad popular, esa que en ningún momento favoreció a Juan Orlando Hernández.

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