sábado, 16 de diciembre de 2017

"Dos millones de lempiras recibieron 20 oficiales de policía para desmovilizar la protesta"



Por primera vez en la historia la Policía registró una crisis interna, que desembocó en una protesta pública, y sin ser suficiente esa manifestación se dio en un momento idóneo para que los policías expresaran sus necesidades y también buscaran limpiar su prestigio, el que por años ha sido manchado por constantes denuncias de violaciones a los derechos humanos.

Pero fue hasta ahora que la misma policía, que por mucho tiempo ha estado reprimiendo al pueblo, salió al paso para decir que están en contra de la represión y que no seguirán acatando órdenes que violenten su voluntad; adjunto a ese punto también están las exigencias de mejoras laborales, pues desde la creación de la Policía Militar del Orden Público, su debilitamiento ha sido gradual y profundo.

El gobierno se alarmó con la incipiente desobediencia policial. En el momento político actual, las dos bases que sostienen la fuerza del gobierno son la Policía y las Fuerzas Armadas, y al tener el conato de crisis en una de ellas, la preocupación se reflejó tanto que, en menos de dos horas de protesta policial, el gobierno empezó a prometer el cielo y la tierra, con ofertas económicas que se extendieron hasta los sobornos, según la comisionada en condición de retiro de la Policía Nacional, María Luisa Borjas.

En una entrevista realizada por Radio Progreso (RP), La comisionada habla de la información que posee, y también de la crisis que el gobierno de Juan Orlando Hernández tiene en sus dos pilares de fortaleza. 

RP. ¿Qué genera la crisis en la escala básica de la policía?

R/ Fue un hecho histórico, nunca hubo algo parecido a lo que los policías en este caso decidieron, porque comprendieron que estaban cumpliendo órdenes ilegales para dañar al pueblo y ellos están amparados en la Constitución y también su Ley Orgánica, en la que un subalterno puede denunciar a un superior que le imparta una orden ilegal.

Además, tenemos el hecho que los policías han estado abandonados y trabajando en condiciones precarias, el mismo día que se fueron a paro tenían 16 días de estar en encierro, estaban hacinados sin ver a su familia, y con condiciones pésimas, entonces eso rebalsó la crisis.

RP. ¿Cómo se llegó a un acuerdo?

R/ Este gobierno ha logrado muchos fines, comprando conciencias y voluntades, la información que yo tengo es que identificaron los líderes del movimiento, fueron premiados con 2 millones de Lempiras, 20 de ellos que tienen grado de clases (clase 2, clase 3), recibieron un incentivo económico nunca recibido antes y lograron desmovilizar al resto de la policía.

El gobierno destinó 40 millones para desmovilizar a la Policía en su apoyo al pueblo, ellos habían expresado que estaban conscientes de que el pueblo tiene derecho a la protesta siempre y cuando sea pacífica, que ellos al reprimir al pueblo se sentían utilizados y era ilegal que se daba por orientación de los altos mandos.

Ellos dialogaron con el presidente Juan Orlando Hernández, y esos policías no pudieron menos que aceptar una suma de dos millones que para ellos es algo fuera de serie; ahora, yo entiendo que la policía está consciente de que la lucha del pueblo es legítima, que ellos tienen que resguardar el orden y que ahora ellos no van a reprimir como anteriormente a los manifestantes, solo van a estar pendientes de cualquier acto que no perturbe la paz.

RP. ¿Qué implica ésta situación para el gobierno, por qué el soborno, por qué la preocupación?

R/ Porque es uno de los pilares de la seguridad del país, pero más que todo el hecho de que hayan desconocido la autoridad, entonces por eso se apresuraron a sobornarlos para retomar el control y evitar que se agudizará a otras escalas.

RP. ¿El soborno fue a cambio de qué?

R/ A cambio de desmovilizar el paro, ya cada uno de ellos está en sus puestos de trabajo, cumpliendo sus funciones normales.

RP. ¿Cómo se concretó el soborno?

R/ A través de un diálogo directo con el presidente, fueron llamados los líderes de este movimiento y ante esa tentadora oferta aceptaron. Lamentablemente este gobierno todo lo arregla con dinero, dádivas y sobornos.

RP ¿Puede ésta crisis brindar signos de desestabilización a lo interno de la Policía y Fuerzas Armadas?

R/ Sí, también tenemos conocimiento que dentro de las Fuerzas Armadas hay descontento de los mandos intermedios, la cúpula está comprada y comprometida con el gobierno, los mandos intermedios están revelados porque Juan Orlando Hernández quiere nombrar como jefe a René Barrientos Hernández, familiar suyo, pero para ello debe despachar a cuatro promociones de las Fuerzas Armadas, yo no sé si esas promociones se quedarán con manos cruzadas, son las promociones 21, 22, 23 y 24.

RP. ¿Qué posibles escenarios se pueden generar a partir de esa división en las Fuerzas Armadas?

R/ En un enfrentamiento armado, yo creo que el presidente no está pensando en las repercusiones que puede haber a causa de su arbitrariedad, a causa de su empecinamiento de mantenerse al mando de un pueblo que ya le dijo que no lo quiere. Puede generarse una crisis sin precedentes. 

RP. ¿De qué tipo, cuando hablamos de sin precedentes a qué se refiere?

R/ Que se puede dar hasta un enfrentamiento armado entre los que defienden sus derechos y los que los violentan.

RP. ¿Puede generarse una sustitución militar en la presidencia?

R/ Es un escenario, que las Fuerzas Armadas podrían tomar el control del país por un periodo de seis meses para convocar nuevamente a elecciones, pero estas se llevaron a cabo de forma pacífica, pero al final el problema quien lo genera es el presidente Juan Orlando.

RP. ¿Quiénes son las principales amenazas para Juan Orlando en la Policía y en las Fuerzas Armadas?

R/ En la Policía es la escala básica, pero esta necesita un liderazgo que no tenga precio que no se deje comprar y por otro lado las Fuerzas Armadas, los mandos intermedios, los que controlan la tropa.

RP. ¿Se está ordenando asesinatos desde Casa Presidencial?

R/ Precisamente asistí al velorio de un joven Set Araujo Andino, un líder en su comunidad, él fue secuestrado por militares y luego encontrado muerto en la colonia Las Uvas de Tegucigalpa con signos de tortura. Estamos regresando al tiempo de la Doctrina de Seguridad Nacional, están atacando selectivamente a las personas.

Vimos carros sin placas, sin identificación, personas uniformadas y pasamontañas, esos son escuadrones de la muerte organizados por el gobierno que están reprimiendo, secuestrando, desapareciendo y asesinando al pueblo.

Seguimos en indefensión porque la familia de este joven quiso interponer la denuncia en la Dirección Policial de Investigación (DPI), pero le dijeron que mejor lo dejara así porque sino la misma familia correría peligro.


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