El próximo 14 de octubre, la organización fraternal negra de Honduras (OFRANEH) recibirá el premio soberanía alimentaria. El Premio de Soberanía Alimentaria se otorgará en la noche del 14 de octubre en Des Moines, Iowa Estados Unidos.
Desde hace varios años, OFRANEH en el sector de Vallecito, Colón ha mantenido una lucha contra el monocultivo de palma africana.
En esa lucha por la defensa del territorio y la soberanía, la OFRANEH y la población han recibido constantes amenazas y ataques de manos de empresarios interesados en acaparar las tierras de las comunidades garífunas. A raíz de esa lucha la organización US Food Sovereignty Alliance (Alianza Estadounidense para la soberanía alimentaria) decidió otorgarle el premio a la Organización Fraternal Negra de Honduras, como un reconocimiento al trabajo realizado en esas comunidades.
Este premio desafía la idea de simplemente producir más alimentos a través de la agricultura industrial y la acuicultura y que con estas actividades se acabará con el hambre o reducir el sufrimiento de las personas en el mundo.
El Premio Soberanía Alimentaria pone de relieve los activistas de base que trabajan para un sistema alimentario más democrático.
El galardón fue otorgado por primera vez en el año 2009 como una alternativa al Premio Mundial de la Alimentación, fundada por "el padre de la Revolución Verde," el difunto Norman Borlaug.
Mientras que el Premio Mundial de la Alimentación destaca el aumento de la producción a través de la tecnología, el premio soberanía alimentaria lucha para visibilizar a los pueblos y organizaciones afectadas por las injusticias del sistema alimentario mundial.
Significado
Para Miriam Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras OFRANEH, recibir el premio reafirma la urgencia y necesidad de defender la tierra de los grandes proyectos como los monocultivos, las represas hidroeléctricas, las concesiones mineras y el acaparamiento para la construcción de mega proyectos hoteleros.
El premio anima a las comunidades garífunas para que sigan fortaleciendo la lucha por la producción alimentaria y defensa de los territorios y de esa manera garantizar la soberanía alimentaria de todas las comunidades, concluye Miranda.
En nuestro país existen 47 comunidades garífunas distribuidas en la costa norte. Debido a su belleza y riqueza natural son codiciadas por empresarios y políticos para construir grandes complejos hoteleros, a eso se le suma otras amenazas como los monocultivos y la presencia del narcotráfico.
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