martes, 13 de octubre de 2015

Artista hondureño plasmó en Europa el arte colectivo ancestral e indígena



Por Marvin Palacios

El arte ancestral indígena fue plasmado en lugares públicos de varias ciudades de Europa por el muralista, pintor, actor de cine y activista por los derechos humanos del movimiento social, Javier Espinal de 48 años de edad.

Durante casi un año en el período 2014-2015, Javier Espinal visitó las ciudades de Barcelona, Palamós y Gerona en España, luego  Milán, Roma y Asdi de Italia, más tarde estuvo  en Manchester, Liverpool y Londres en Inglaterra, donde surgieron espacios para plasmar su arte y universidades le abrieron sus puertas para comunicar sus conocimientos.
En propias palabras del artista, su propuesta está basada en una concepción del universo diverso en forma integral, que surge de las culturas ancestrales.
Sus murales están expuestos en lugares públicos de emblemáticas ciudades como Roma, Asdi y San Remo; así como Liverpool en el Reino Unido.
El artista hondureño viajó al viejo continente gracias a la cooperación solidaria de amigos y amigas residentes en Europa, sin ellos prácticamente habría imposible realizar la gira.
“Se sabe que aquí en Honduras aparte de no apoyar el arte más bien nos criminalizan , nos persiguen y hay un ambiente bastante hostil, entonces lo que hice fue que con la venta de los cuadros que yo hago, con compañeros de conciencia logramos recoger el dinero para el pasaje” explicó.
Como un artista seguro de que tiene talento, Espinal se aventuró a realizar el viaje y logró establecer contactos, a conocer gente que valora las creaciones artísticas y a buscar espacios donde realizar su arte.
“Andábamos con visa turística, así que no podíamos trabajar,  por lo tanto ofrecimos un apoyo voluntario y los contactos que fuimos generando, nos daban los gastos de pasajes en avión, tren, metro, hospedaje, alimentación, medicamentos y materiales”, detalló.
De esta forma pude solventar el hecho de no tener recursos económicos en ciudades tan caras, así que con esa solidaridad pude movilizarme a trabajar en 7 ciudades de Europa dijo Espinal.
Espinal señaló que realizar su trabajo artístico fue muy difícil, “porque en Europa tanto como en Estados Unidos son los epicentros  del individualismo y hay una costumbre en el arte individualista, en el arte del espectáculo, en el arte de asombro.
“Nosotros llevamos el arte prehispánico y fuimos a enseñar lo que nosotros hemos aprendido aquí en nuestra tierra, lo que hemos podido todavía guardar de nuestros ancestros los indígenas, con respecto de lo que es el arte colectivo y el arte comunitario”.
Espinal considera que en Honduras se ha pretendido alienar la cultura para hacernos perder la identidad, “y nosotros hemos encontrado en el contacto que hemos tenido con nuestros pueblos indígenas y también con lecturas, que el arte en toda esta zona era más bien un ritual comunitario y colectivo integral con el universo diverso, y con esta visión me fui para Europa”.

El artista comentó que al haber desaparecido la costumbre en Europa de practicar el arte colectivo, medios de comunicación italianos publicaron su trabajo y señalaron que era un arte revolucionario porque las comunidades pintaban murales junto con el artista. De hecho el famoso diario Il Messagg tituló: “San Giorgio do Acilia, rivoluzione di colore e cultura, Murales di Espinal ornerá la Chiesa di San Giorgio”
“La gente no creía que podía pintar, los organizamos y comenzamos a trabajar en paredes en espacios públicos, a sacar el arte a las calles y causó un gran impacto en cada uno de los lugares donde estábamos, fue difícil al inicio que la gente visualizara lo que íbamos a hacer, pero una vez que empezábamos el proceso, se dieron cuenta de la importancia que tiene el arte comunitario en cualquier lugar del mundo”, dijo Espinal.
En diálogo en www.defensoresenlinea.com, Espinal dijo que retornó a Honduras asombrado de la abundancia material y del consumismo desmedido en los países que visitó, que contrasta con la forma de vida de millones de latinoamericanos que viven en condiciones de pobreza, inequidad y desigualdad.
“Ellos tienen abundancia material, nosotros aquí en América tenemos abundancia espiritual, entonces es necesario encontrar una equidad, un equilibrio en todo esto y eso se logra solamente mediante el trabajo, en las calles, en las montañas y fuimos  a enseñar y a aprender mucho y a crear redes de apoyo de trabajo, porque es necesario y urgente terminar con la violencia que se está gestando cada vez más en el mundo por los grupos oligarcas, por el imperialismo estadounidense y tratar de recuperar nuestros espacios como pueblos indígenas”, destacó el muralista hondureño.
Espinal aseguró que en Europa se rompió el vínculo con la tierra, se rompió el vínculo con sus ancestros y necesitamos volverlo a recuperar, no es imposible, imposible es seguir metidos en una pesadilla que es esta vida, entonces tenemos derecho a soñar y a luchar por esos sueños y esos anhelos.
El arte creativo y colectivo de Javier Espinal se observa en las paredes de iglesias, parques públicos y estaciones de trenes en ciudades como Liverpool, Manchester (Inglaterra) , Asdi, Roma y San Remo (Italia), entre otras.
En muchos de sus trabajos participaron personas inmigrantes de todas partes del mundo, y el artista percibió que “ya se está agarrando conciencia de que las leyes migratorias simplemente son ilegales e inhumanas, leyes que han sido creadas más que todo para mantener una inequidad”.
Al respecto Espinal dijo que de estos países ricos  llegan a América Latina en forma de corporaciones,  a envenenar la tierra y a deforestar los bosques con sus empresas mineras y otras llegan a explotar la fuerza laboral de las familias campesinas y a envenenar el ambiente, dejando miseria y pobreza.
“Cuando destruyen un país, como se dio en Europa, donde Estados Unidos y la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) destruyeron Libia, Irak,  Afganistán y ahora están haciendo lo mismo con Siria, y que económicamente han destruido Grecia, produciendo toda esta pobreza debido a su ambición desmedida, generan  que la gente abandone sus hogares, por esa misma miseria que ellos mismo provocan”, sostuvo Espinal.
El también actor de cine resaltó que fue testigo de cómo la policía y militares de estos países que se dicen desarrollados, tratan con xenofobia y criminalmente a familias enteras que lo que andan buscando es una forma de cómo vivir con dignidad.
“Tuvimos bastante contacto con estos grupos migrantes e hicimos un trabajo integral, hablando sobre nuestra realidad, hablando  sobre la realidad del África, Asia y Europa, tratando de crear esa conciencia de que es necesario que los pueblos del mundo nos unamos con nuestra diversidad, para luchar en contra de estos pocos criminales que son los que tienen los espacios de poder político, económico, militar en el mundo; entonces el trabajo fue integral y profundo”, destacó el artista.

Honduras será sede del Primer Encuentro Internacional de Muralismo
Consultado acerca de la experiencia lograda durante casi un año de permanecer en varios países de Europa, Javier Espinal dijo que “una de las primeras cosas es que tenemos un país hermoso con gente bellísima y linda, un pueblo caluroso, me hacía mucha falta allá el calor de nuestro pueblo, y lo que me puedo llevar es eso, a tener una apreciación mucho más profunda y más sensible de que estamos en países que merecen tener mejores de vida.
 “Vuelvo con más ganas de luchar y sobre todo saber que allá en Europa ese tal coliseo romano lo tienen como un elemento turístico, olvidando que en ese espacio fueron asesinados millones de personas, o sea podamos observar que en Europa le hacen culto a la violencia, no son cultos como se ha pretendido enseñarnos, realmente hay bastante alienación; y es necesario transmitir la espiritualidad que tenemos aquí en Latinoamérica y que cada día está fluyendo más”, expresó Espinal.
En torno a los planes a futuro, el artista sostuvo que seguirá con la misma mística y el mismo compromiso de acompañar al movimiento social hondureño y anunció que viajará próximamente a Sudamérica.
“Vamos a un Encuentro Internacional a Chinacota, Colombia  donde nos han invitado y también iré a un encuentro Internacional Muralista en Formosa y cuando me encontraba en Liverpool me invitaron a varios encuentros en Argentina, a los cuales no pude asistir por varios compromisos; y todo esto porque necesitamos integrar el proceso artístico de concientización a nivel no solo latinoamericano, sino del mundo”.
Espinal también anunció que en abril o mayo del año 2016, se organizará en Honduras el Primer Encuentro Internacional Muralista de los Pueblos.  Los municipios de Choluteca, Pespire, Cantarranas, San Marcos de Santa Bárbara, el Bajo Aguán y La Ceiba serán escenarios de este encuentro.
“Vamos a desarrollar 7 días en cada comunidad, invitando a muralistas de todo el mundo a que asistan a este encuentro y el próximo año, en el mes de julio, volveré a Europa a realizar la segunda gira de muralismo, así como exposiciones de dibujo y pintura.
En el año 2007 Javier Espinal Aguilar estudiante de la carrera de Artes Plásticas de la Universidad Pedagógica Francisco Morazán (UPNFM), y dirigente de Acción Universitaria, fue expulsado por las autoridades educativas cuando realizó una serie de manifestaciones en las que denunciaba junto a sus compañeros y compañeras una serie de irregularidades.
Durante las protestas estudiantiles Espinal Aguilar utilizó una manta en las cual dibujó caricaturas para ridiculizar la actuación arbitraria de las autoridades universitarias, entre ellas a la ex rectora Lea Azucena Cruz.
Sumado a su expulsión tuvo que enfrentar una querella que por difamación constitutiva de injurias, interpuso la rectora de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), Lea Azucena Cruz, pero el 7 de octubre  de 2008 el Tribunal de Sentencia de Francisco Morazán emitió un fallo absolutorio a su favor.
Por tratarse de una violación a la libertad de expresión y de otros derechos constitucionales, su caso fue acompañado por procuradoras de derechos humanos del Comité de Familiares de  Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH). 
En su propio país, Espinal  fue estigmatizado y criminalizado por ejercer su derecho a la libertad de expresión. Después de 8 años, Javier Espinal no bajó los brazos y hoy ha alcanzado reconocimiento en Europa, plasmando su arte en murales que se exhiben en varias ciudades del continente europeo.

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