martes, 16 de diciembre de 2014
Reforma y Depuración de la Institución Policial proponen expertos
Un análisis de la nueva Curricula Policial, realizado por la Comisión Multinacional de la Alianza por la Paz y la Justicia –APJ-, aprobó los “esfuerzos” de las autoridades gubernamentales en mejorar la formación de elementos de seguridad; sin embargo, señalan que no es la solución integral a los problemas dentro de la Policía Nacional, pues simultáneamente debe buscarse un mecanismo de control de comportamiento para regular el proceder los miembros policiales.
En el análisis, también se destaca que la nueva Curricula muestra “algún grado de superficialidad”, al no habilitar mecanismos que permitan que lo plasmado en la misma sea parte de la práctica cotidiana de la Policía Nacional.
La Comisión Multinacional, integrada por expertos internacional en derechos humanos y seguridad, sugirió a las autoridades de seguridad modificar la “rígida estructura actual de la institución” para que pueda responder a las demandas de la comunidad.
Joaquín Mejía, abogado hondureño y experto en materia de derechos humanos, integra la Comisión Multinacional de la APJ, manifiesta que la reforma de la seguridad y justicia en Honduras debe pasar por una verdadera depuración dentro de la Policía Nacional.
“A la par de esta nueva promoción de policías con una nueva Curricula, se debe hacer una reforma y una depuración de la institución policial, porque puede ser que estos nuevos policías se enfrenten a una estructura policial con los vicios del pasado, y por lo tanto no va a tener, realmente, un impacto significativo en la prevención del delito y, que al final es lo que todos y todas en Honduras queremos”, enfatizó.
Mejía agrega la autoridades de seguridad deben apostarle a fortalecer la Unidad de Asuntos Internos o unidad de Inspectoría General de la Policía, y la coordinación en el trabajo con las entidades contraloras del Estado y operadoras de justicia.
Gobierno se contradice
Edgar Gutiérrez, ex canciller de Guatemala e integrante de la Comisión Multinacional, señala la contradicción del gobierno de Juan Orlando Hernández, al iniciar procesos de formación para la creación una Policía Comunitaria, pero también la militarización de la sociedad hondureña.
“Hemos observado que se está apostando a un nuevo modelo de Policía, lo cual es correcto, pero por otro lado se quiere elevar a rango constitucional la Policía Militar; y eso viene a boicotear lo que se está haciendo. El apoyo militar a las funciones solo se puede entender en situaciones extraordinarias y temporales”, dijo Gutiérrez.
Al igual que Gutiérrez, Carlos Hernández, miembro de la Alianza por la Paz y la Justicia, señala que la militarización no es la vía correcta para darle seguridad a una población azotada por los altos niveles de criminalidad y violencia.
“Los militares siguen tomando fuerza y siguen creciendo, eso es una preocupación. Aquí, creo, que constantemente tenemos que estar haciendo las consultas y cuestionado eso, porque la seguridad del país, ya nos dicen las experiencias a nivel mundial, eficiente es aquella que tiene una Policía Civil: fuerte, fortalecida, capaz y transparente”, opinó Hernández.
El próximo 11 de diciembre, los altos mandos de la Policía Militar y del Orden Público estarán incorporando mil elementos más a sus escuadrones, que son formados en un periodo de tres meses, para la protección de personalidades, reacción a atentados vehiculares y despeje de edificios, y no para la protección específica de la ciudadanía.
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