viernes, 19 de diciembre de 2014
Desde el Estado se busca deslegitimar a los defensores de DD.HH.
Por Marvin Palacios
Las redes de defensores y defensoras de derechos humanos organizadas y formadas por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) realizaron un espacio de discusión y análisis de la situación que enfrentan las personas que ejercen la labor de defensoría.
El foro denominado “Criminalización de defensores y defensoras de derechos humanos en Honduras”, bajo el lema: “Ni héroes ni heroínas, somos defensores y defensoras de la vida”, se desarrolló en un hotel capitalino de Tegucigalpa al conmemorarse en esta fecha (9 de diciembre) un aniversario de la Declaración sobre los Defensores y Defensoras de derechos humanos aprobada por la Organización de Naciones Unidas en 1998.
Participaron representantes de las redes de defensores y defensoras destacadas en las regiones sur, oriente y occidente, así como la red del Bajo Aguán y la red de jóvenes del COFADEH.
Las expresiones vertidas por los representantes de las redes reflejan que los defensores y defensoras de derechos humanos realizan su labor en un ambiente de alto riesgo, donde grupos económicos y operadores de justicia se coluden para intimidar y descalificar la labor de los defensores y defensoras.
Estas acciones se manifiestan en altos grados de criminalización en contra de los defensores y defensoras de derechos humanos, donde solo en el Aguán se contabilizan hasta la fecha más de 3 mil procesos judiciales en contra de campesinos y campesinas.
Cabe señalar que Irma Lemus subcoordinadora del Observatorio Permanente de Derechos Humanos del Aguán (OPDDHH), enfrenta un juicio ante los tribunales de justicia de Trujillo por denunciar las violaciones de derechos humanos cometidas por policías, militares y guardias de seguridad en el bajo Aguán.
A Lemus se le acusa de usurpación, robo de ganado y extorsión, delitos que a todas luces demuestran cómo desde las estructuras del estado, se busca descalificar la labor de esta defensora de derechos humanos.
Para el caso como lo apuntó Mery Agurcía del área de incidencia del COFADEH, la criminalización consiste en utilizar el sistema penal para deslegitimar, y desmovilizar la actuación del individuo que ha sido acusado.
“Se emprenden persecuciones y sanciones penales lo que implica la judicialización del conflicto, al convertir toda acción política en un delito, es decir se convierte el conflicto social (como es el caso del Aguán) en un asunto exclusivamente de la legalidad. Los defensores son criminalizados, estigmatizados, perseguidos y sentenciados”, detalló Agurcia.
Pero ¿cuál es el objetivo?, se preguntó Mery, para luego añadir que es paralizar, debilitar la respuesta social, fabricar argumentos para desacreditar las respuestas de los defensores y defensoras de derechos humanos ante la injusticia o la ilegalidad, de modo que la sociedad se distancia de quienes son considerados criminales.
De esta manera se busca segregar a la sociedad entre los que están dentro y los que están fuera de la ley, las empresas y el estado están con la ley y los defensores y las defensoras, en respuesta social, están fuera de la ley, explicó Agurcia.
En su intervención la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva, dijo que esta fecha es necesaria celebrarla para que los defensores y defensoras tengan un día de debate, un día de encuentro, un día de no tristeza, a pesar de que lo que compartimos tiene que ver con realidades, como las torturas, asesinatos, desapariciones forzadas e incertidumbres.
"Le apostamos a la vida y a la libertad"
“Tenemos que saber que somos defensores y defensoras que le apostamos a la vida y a la libertad, así que yo creo que es hermoso este ejercicio de reunirnos para debatir”, expuso la reconocida defensora de derechos humanos.
Hoy después de escuchar a las redes de los defensores y defensoras estoy convencida que nunca hemos estado solas, porque cuando oigo a estos hombres y mujeres hablando con la verdad, eso me inyecta en el alma, expresó Oliva.
“Defender los derechos humanos es defenderte a ti mismo, es defendernos a nosotros mismos, y eso se lo deben de llevar y grabar, siempre debemos ser eficientes y eficaces y no ponernos a competir con nadie, porque el tema de los derechos humanos no es de competir con nadie, el tema de la labor de defensoría es cuestión de compromiso y no de competitividad, destacó Oliva.
Oliva indicó que debemos hacer pequeñas cosas, pero que marquen y que cambien la historia, y lograr con esas pequeñas cosas cambiar este sistema injusto que nos oprime, porque estar en desacuerdo con este sistema no es un delito compañeros y compañeras, al contrario es una necesidad hacerlo.
En la jornada participó como invitada especial la ex ministra de justicia y derechos humanos, Ana Pineda quien resaltó que el trabajo es incomprendido, en un contexto donde la labor no es bien vista, que no es una tarea fácil y que además pone en riesgo la vida de los defensores y defensoras de derechos humanos.
Pineda instó a las redes de defensores y defensoras a desarrollar tareas de auditoría social, porque los funcionarios deben dar cuentas de sus actos a la nación.
La especialista en derechos humanos señaló que es necesario profundizar en el estudio y discusión de la doctrina de defensoría, para demandar que las leyes que aprueban los gobiernos tengan sentido en la vida práctica, porque “las autoridades de gobierno deben estar bajo un escrutinio y rendición de cuentas”.
Por último Pineda sugirió que los defensores y defensoras deben analizar constantemente el contexto bajo el cual desarrollan su trabajo y preguntarse si el estado ofrece garantías y condiciones y de no ser así, demandar cambios que permitan ejercer la labor en un ambiente de protección.
“Sin embargo, la institucionalidad es débil, porque si no fuera así, no estaríamos lidiando con la corrupción y la impunidad”, resaltó Pineda.
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