La crisis financiera y administrativa de las empresas estatales en Honduras sigue generando decisiones polémicas a lo interno de las mismas. En los últimos días se registra el despido de empleados de Hondutel y recientemente se anunció dos mil suspensiones de empleados de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
Las suspensiones en la ENEE fueron anunciadas a finales de noviembre por Roberto Ordoñez, Secretario de Estado en el despacho de Servicios Públicos, quien afirmó que la determinación tiene el objetivo de sanear las finanzas de la estatal y así recuperar fondos que se necesitan para sacar a flote a la empresa eléctrica.
El anuncio causó denuncias y oposición por parte de los miembros del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (STENEE), quienes afirmaron que las suspensiones son parte de un procedimiento de persecución y violación a sus derechos laborales, además manifestaron que el gobierno busca agudizar la privatización.
Entre otras de las denuncias públicas hechas por los dirigentes sindicalistas, es que el Estado suspende a los empleados porque el condicionamiento era parte de uno de los tantos requisitos para lograr un acuerdo de cooperación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Sabemos que el FMI pidió al gobierno agudizar las suspensiones de trabajadores de la ENEE y fortalecer el camino de privatización que lleva la estatal a través de la Ley General de la Industria Eléctrica, que plantea la segmentación de la empresa y también generará incrementos a la tarifa de energía”, dijo el sindicalista Boris López.
Se espera que en el transcurso del mes, las suspensiones sigan realizándose a nivel de las distintas regionales de la ENEE; solo en San Pedro Sula, más de 250 trabajadores han sido separados y se espera que para los próximos días se anuncien más suspensiones.
A criterio de los sindicalistas, los despidos temporales van dirigidos a las personas que realmente trabajan en la ENEE; es decir: a los que cumplen con sus asignaciones, trabajan las horas que estipula su contrato y que incluso no ganan salarios ostentosos; en cambio, a quienes catalogan como paracaidistas no han sido tocados sus contratos.
En San Pedro Sula, Boris López, dio a conocer a través de Zona Informativa de Radio Progreso, que hay varias personas que llegaron por relaciones políticas a la estatal y que reciben salarios suntuosos que son devengados sin ir a trabajar, sin cumplir con las asignaciones, ni horarios laborales. Él caracterizó todo esto como una injusticia y acciones que tienen preferencia e intereses políticos de fondo.
Tal caso se da en Tegucigalpa donde el sindicalista Miguel Aguilar, denunció en conferencia de prensa, que hay varios familiares de funcionarios que cumplen esa función en la ENEE y que no han sido despedidos.
La dirigencia sindical, ha realizado ya varias movilizaciones en exigencia del respeto laboral y de la derogación de la nueva Ley General de la Industria Eléctrica, éste es el primer proceso junto al dialogo, expresó López, luego afirmó que si eso no da resultado, las acciones legales y los paros de labores se vuelven una opción inmediata.
Suspensiones y aumentos
Hace unos días el gobierno celebró con bombos y platillos el acuerdo alcanzado con el FMI, que implica nuevos desembolsos económicos para sostener en materia financiera al Estado; pero el pacto fue alcanzado gracias a un par de condiciones que ya se empezaron a cumplir.
Una de ellas y según lo han denunciado los dirigentes sindicales, es el proceso de transición que lleva la ENEE, en el que se ha iniciado las suspensiones inmediatas; esto en opinión de los dirigentes es parte de las condicionantes del FMI para haber firmado con el gobierno.
En referencia al tema el sector empresarial hondureño, organizado en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), brindaron una conferencia de prensa en la capital industrial para referirse a la obtención del acuerdo. En ella el director administrativo de esta entidad, el señor Pedro Barquero, dijo que el acuerdo traerá beneficios, pero que a cambio de eso hay que cumplir con una etapa de saneamiento de las empresas estatales, en este caso: la ENEE.
Además manifestó que el acuerdo dará resultado, siempre y cuando exista un verdadero plan fiscal y económico, que incluya transparencia en el manejo de los fondos, asimismo recalcó que es necesaria la depuración administrativa de la ENEE y alabó las determinaciones iniciadas por el gobierno, pero dejó clara su oposición a cualquier incremento a la tarifa de energía.
Los empresarios apoyan un proceso de manejo privado de la estatal, a pesar que esa sugerencia ha sido denunciada por sectores populares como una política de privatización; además los empresarios aseguraron que el gobierno para obtener el apoyo del FMI no tenía otra opción que acceder a esos lineamientos que ya se implementan en las estatales.
Por su parte el analista político Juan Mejía, lamenta que el gobierno siempre claudique ante las políticas de los organismos internacionales, quienes a su criterio son los gestores de las privatizaciones, concesiones, venta de territorio, atropellos laborales y todo lo que tenga que ver con el fortalecimiento del Neoliberalismo en la región centroamericana.
“Con estas medidas es lamentable el atropello del que son víctimas los empleados de la ENEE y esas políticas orientadas a la privatización y al incremento de las tarifas se aplicarán en el marco de las condiciones del FMI, al final, quien paga los platos rotos es el pueblo desposeído”, sintetizó Mejía.
Según denuncias, como parte de las condiciones para firmar con el gobierno, el FMI sugirió hacer incrementos en las tarifas de energía para el próximo año, por lo que sindicalistas y varias organizaciones populares han iniciado su oposición a esa medida que afectaría a los sectores más empobrecidos.
Para los próximos días se esperan más suspensiones de trabajadores y no se descarta incrementos en las tarifas que serían anunciadas por las autoridades centrales a finales de diciembre.
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