martes, 10 de marzo de 2020

La idea




La caverna (el adoctrinamiento costumbre/institucionalizado por los que no desean ningún cambio/desarrollo de las relaciones sociales) ha desenterrado, una vez más, el hacha de guerra, e intenta asustar/adoctrinar a sus seguidores/acólitos (una vez más) con la llegada de los rojos demoníacos, enemigos de la familia, y de dios, de la separación de clases, del orden establecido, y de los ricos. También de los que viven como ricos sin serlo.
Para algunos puede parecer que todo queda en la exageración de una imagen que pretende ser combativa, y raya, por lo ridículo que es intelectualmente, en lo inocuo. Puede parecer a cualquier persona medianamente pensante, que se les ha ido de las manos y más que amedrentar, lo que está haciendo la derecha es un esperpento ritualizado de la Idea [1] nacionalista decimonónica, aunque la realidad nos muestra que se trata de una ofensiva real y militantemente agresiva de las élites de siempre en su defensa del patriarcado y sus derechos de siempre.
Este ataque a la intención de una sociedad más igualitaria, no solo parte de una sección o secta del derechismo, sino de todos los sectores que conforman el conservadurismo representados por los partidos políticos de derechas en los que se identifican. Recordemos que el Poder del sistema, no se sustenta solamente en la detención del poder de Estado, y que además del poder directo y directivo de lo social que impone este –al igual que lo que se conoce como “la economía” que se refleja en las Bolsas estatales-, siempre hay que contar con la labor inestimable de los/las instituciones/órganos, como los cuerpos orgánicos de la fiscalía y jueces, así como los llamados Cuerpos de Seguridad del Estado.
Como muestra de botón, tenemos en España los actos del CGPJ [2], identificado políticamente este, en su mayoría, con el conservadurismo económico/político, y que actúa como factor retardador y de apoyatura en causas contrarias a sus afines, amistades, y compromisos, mientras sanciona con lecturas jurídicas no neutrales, cuando no partidistas, cualquier crítica social.
Es verdad que, los grados de implicación democrática, al igual que ocurre con los grados de implicación social, existen muchos; pero que después de casi medio siglo, el franquismo siga siendo la idea imperante en la mayoría de los órganos e instituciones estatales españolas es, cuanto menos, aberrantemente infrahumana, por su demostración de incapacidad de superar jerarquías y obediencias, tanto entre las supuestas elites, como entre gentes que aunque sobrevivan o malvivan, se identifican con ese orden en el que se les educó.  
Estas gentes -que son las mismas que votan a partidos conservadores hasta su extremo nacional fascista/sindicalista-, les siguen en su Idea retrograda, materializada en vetos a la diversidad y libertad sexual como la llamada censura parental, o Pin parental, que no es más que un intento de blindaje ante unas políticas, educacionales y jurídicas, demasiado igualitarias (para ellos). Se manifiestan, denuncian penalmente, y mienten, en contra de lo que llaman intento de Estado comunista, utilizando sin complejos el poder político adquirido -y el judicial que, por leyes, creen le es bastante afín-, para conservar la autorictas [3] patriarcal con ínfulas de potestas [4], de la antigua Roma sobre los hijos. Es la batalla de la Idea única como dirección, aunque esta sea solo ideología simplista, conservadora, y reaccionaria.
Son los mismos reaccionaros para los que el machismo, para el patriarcado imperante, el feminismo quiere acabar con el hombre, no con la discriminación, sumisión, y violencia contra la mujer, porque no quieren, ni aceptan la igualdad.
Nada (o casi nada) lo es por casualidad; La Idea dice que los ricos hacen que funcione todo, pero los ricos, en general, los son por sus prácticas no solidarias y falta de toda ética, incurriendo (para serlo) en delitos contra las leyes que su propia clase/casta han fabricado protectoramente: Como ejemplo del momento, Isabel dos Santos, la mujer más rica de África, lo sería gracias a la corrupción.  Según la investigación, las compañías de Dos Santos se beneficiaron a lo largo de los años de contratos públicos facilitados por su padre, de ventajas fiscales, licencias de telecomunicaciones y derechos para la extracción de diamantes [5]. Pero este tipo de gentes, gracias a la creación de opinión –a través de la mayoría de los llamados medios- de la institucionalización de la Idea, son admiradas, ya que no se hacen ricas y construyen imperios económicos mediante la explotación, especulación, prevaricación, evasión fiscal, etc., sino que que las riquezas se crean por su propio esfuerzo, y son benefactores que dan [6] trabajo. La Idea sigue marcando el paso y consiguiendo adeptos, aunque la inmensa mayoría de estos no deje de ser pobre aunque trabaje doce horas al día.
Tampoco es casualidad que sigan funcionando las cloacas del Estado, con políticos, holding mediáticos, jueces, fiscales, policías, y empresariado implicados, aunque esto, al igual que el auge ultraderechista, forma parte del normal desarrollo del sistema capitalista.
Todo lo explicado son acciones del sistema que hacen sistema, y e l peso de la guerra, hoy, se pone en la Idea, siendo comprobable en la multitud de acciones en las que se implican como parte los diferentes estamentos del sistema: La Asociación de la Prensa española patrocina cada año corridas de toros en las Ventas de Madrid, y a la vez, criminaliza a los radicales del Rayo Vallecano [7] por poner pancartas y corear consignas contra un supuesto neonazi (contra el nazismo en general), y se multa al club; mientras (y antes) se siguen permitiendo los insultos racistas y saludos nazis de las hinchadas de otros equipos de futbol, y se insulta, e incluso se elaboran falsos documentos, para desprestigiar a los adversarios políticos y movimientos sociales, a la vez que tachan de violento a quien protesta en las calles, y procuran mirar a otro lado cuando se ataca al feminismo. Tanto celo para criminalizar a unos y tanta permisividad con los afines a que todo continúe como está, o sea favorable a involuciones sociales en interés de los poderes de siempre. Los jueces y fiscales –en su inmensa mayoría- forman parte del conservadurismo, forman parta del Poder, y hacen sistema.
Todo -o casi- lo que creemos, no lo pensamos. Este creer se basa en afirmaciones y conceptos elaborados/recogidos de otras personas, transmitidos por todos los medios; sontestimonios ajenos, aceptados aunque se contradigan con el conocimiento empírico; son afirmaciones y argumentaciones no neutras, son Idea que crea cultura, aunque vaya en contra de la mayoría de las personas, y no coincida con la verdad.
El lenguaje, transmisor de la Idea, se usa política/ideológicamente para preparar el terreno de la acción posterior, el lenguaje es herramienta de Poder, siendo la apropiación de los significados una estrategia a largo plazo 
Para contrarrestar ese poder, Poder del sistema del capital; transmisor de simplista negatividad egoísta, hay que dejar al descubierto su uso del lenguaje para soldar la Idea [8] como única en la subjetividad de la población, y dejar claro que ni las personas imagen del sistema, ni las instituciones, son neutros, y participan como tales, en el mantenimiento del sistema de explotación, dominación y coerción.
Notas:
[1] “La clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante. La clase que controla los medios de producción material controla también los medios de producción intelectual de tal manera, que en general las ideas de los que no disponen de los medios de producción intelectual son sometidas a las ideas de la clase dominante”. K. Marx. La ideología alemana. Cap. 2 p. 78.
[2] CGPJ: es el órgano de gobierno del poder judicial español, supuestamente garantiza la independencia de los jueces y magistrados frente a los demás poderes del Estado, aunque sus integrantes se identifiquen políticamente y sea dudosa su neutralidad.
[3] El páter familias era el ciudadano independiente que ejercía la autoridad y el mando sobre todos los de la casa; el páter familias siempre era un hombre, y ejercía poder sobre todos los bienes y personas que pertenecían a la familia. Era la persona física que tenía atribuida la plena capacidad jurídica para obrar según su voluntad. Nunca podía ser una mujer
[4] El concepto se contrapone al de potestas, o poder socialmente reconocido.
[7] Rayo Vallecano; equipo de futbol de Madrid

[8] El uso de la palabra antisistema o radical, unido a la Idea que identifica al que recibe tal calificativo como violento/extremista, lo que realmente hace es legitimar de cara a la población –y que sea asumido por cada sujeto integrante de esta- cualquier acción represiva/violenta efectuada por/desde las instituciones del Estado. La Idea ha matado al crítico antes de que sea eliminado/retirado mediante la acción represiva.

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