miércoles, 11 de marzo de 2020

Caso Enoc: Desesperación de su madre y la responsabilidad del Estado de Honduras



Las vacaciones soñadas, acabaron siendo la peor pesadilla; tres personas asesinadas y el menor Enoc Pérez Chinchilla desaparecido

En medio de las lágrimas incontrolables, Karina Chinchilla describe a su hijo Enoc de doce años de edad como un niño tierno, obediente pero tímido. Cuando él tenía 6 añitos, la situación de pobreza los obligó a emigrar a Badalona, España, donde pese a las adversidades llevaban una vida tranquila.
Después de 6 años fuera, Enoc regreso a Honduras el  19 de noviembre del 2019, para disfrutar las fiestas de navidad y fin de año con su abuelo Rubilio Pérez,  en la colonia Campo Elvir de Tela, Atlántida. Un lugar hermoso, hospitalario pero asechado por la violencia que provocan las bandas criminales.
Karina contó a Radio Progreso que, el 2 de diciembre recibió una llamada telefónica donde le informaron que su hermano Israel Humberto Ramos estaba desaparecido. Pero con el paso de las horas la información era otra, una más dura y sin explicación. Su hermano y su padre don Rubilio habían sido asesinados.
Con la noticia, a Karina el corazón se le quería salir del pecho. Deseaba volar y cruzar el océano en un dos por tres para estar con su familia, sobre todo con su hijo,  de quien no sabía absolutamente nada. Pero la llamada que no quería recibir llegó.
Cindy Castro quien estaba a cargo de cuidar a Enoc, había sido encontrada sin vida en las montañas de Tela, y su pequeño Enoc estaba desaparecido. El vía crucis para esta comenzaba; su hijo desparecido frente a unas autoridades hondureñas incapaces de darle una respuesta.
Entre lágrimas recuerda que su hijo es muy aplicado en sus estudios “días atrás lo miraba muy feliz. Cuando llegó a Tela se sentía libre, andaba junto a sus amiguitos comiendo cacao, rambután y  jugando futbol, era libre”, expresó con dificultad.

Poco interés
Con desesperación Karina cuestiona el papel de la institucionalidad hondureña. A pesar de lo mediático que es su caso, y de los constantes llamados para acelerar el proceso de investigación, las autoridades no se han esforzado en dar con el paradero de su pequeño.
“Por desgracia no tengo respuesta. Ya van casi tres meses y mi hijo continúa desaparecido. Pienso que si las autoridades hondureñas tuvieran interés, ya sabríamos donde está mi hijo”, cuestiona Karina.
Por el asesinato de don Rubilio, Humberto y Cindy está detenido en el centro penal de Tela Bayron Meléndez de 29 años de edad, a quien las autoridades acusan de ser el actor material de los asesinatos. Sin embargo su detención no ha servido para encontrar al niño. El acusado permanece en silencio.
“No sé cómo pueden permitir que esta persona esté tanto tiempo callada. Mi certeza es que la persona que hizo esto, es una persona del bajo mundo, acostumbrada a delinquir que quizás pensó que nosotros teníamos mucho dinero, pero se equivocó”, apunta Karina.
Sin oportunidades
Según datos de la Organización de Naciones Unidas ONU,  en los últimos años  el número de migrantes hondureños ha aumentado en un 80 por ciento, del cual, el 60 por ciento que migra son mujeres como Karina, originaria de Tela, al norte de Honduras, una ciudad con escasas oportunidades de trabajo para las mujeres.
“Me motivó la pobreza en la que vivíamos. Mi madre tenía tres hijos y pasábamos muchas pobrezas. Primero se fue mi hermana mayor, ella me mandó a traer. Estuve trabajando fuerte durante seis años, luego vine a traer a Enoc, para brindarle mejores oportunidades”, nos contó.

Problema estructural
“El caso de Enoc Chinchilla es reflejo un modelo político, económico y social que desprotege a la mayoría de la población y fundamentalmente a la niñez”, explicó en Radio Progreso el abogado y analista político Darío García.
El profesional del derecho cree que Estado hondureño no se ha esforzado en encontrarlo. “Honduras se ha convertido en una selva donde prevalece la criminalidad y la violencia. Desgraciadamente quien ejerce este tipo de acciones es el gobierno en complicidad con personas que se dedican a delinquir”, señaló asegurando que la familia de Enoc perfectamente puede acudir a instancias internacionales.
“Es como si volviéramos al pasado. Aquí fueron muchos los menores desaparecidos,  y algunos fueron dados en adopción”, expresó la coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Honduras, Cofadeh, Berta Oliva a quien Radio Progreso consultó sobre este caso.
Berta, ha denunciado públicamente un retroceso en el respeto de las garantías constituciones en materia de derechos humanos que, condena la población a revivir los años 80. Desde Cofadeh se incita a la ciudadanía a involucrarse en el caso de Enoc para exigir que se respete su vida, y para que se aplique la ley a los responsables.
En Honduras, en términos globales desaparecen más niños que niñas. Pero cuando se separan los rangos de edad, la única edad en la que las desapariciones femeninas superan a las masculinas es entre los 15 y los 17 años, señala un informe de la plataforma periodística “Connectas”.
Entre los años 2016 y 2018 el Ministerio Público da cuenta sólo de 4 investigaciones por desaparición. Todas las víctimas mayores de edad. Sin embargo, La Organización Internacional de Policía Criminal Interpol, en el mismo periodo, reporta más de mil menores desaparecidos en Honduras.
“La desaparición forzada no es posible detenerla  mientras  los responsables sigan cometiendo delitos y no paguen por los crímenes cometidos”, expresó Berta explicando que el número de desaparecidos ha imprentado a raíz del Golpe de Estado de 2009.
No pierde la esperanza
A Karina ya la conoce toda Honduras. A través de redes sociales tanto la gente en el país como sus amistades en España, le escriben para motivarla y abrazarla en la distancia.

Ella se levanta todos los días para recorrer a viva voz y con fotografía en mano la ciudad y los campos de Tela, buscando a su pequeño. Con la esperanza puesta en encontrarlo vivo, para abrazarlo y decirle cuanto lo ama.

No hay comentarios: