miércoles, 18 de marzo de 2020

Se cumplen 43 años del asesinato del sacerdote jesuita Rutilio Grande


La conmemoración de los 43 años del martirio del padre Grande se da El Salvador y en la Iglesia Latinoamericana.

El 12 de marzo de 1977 fue asesinado, cuando se dirigía a la comunidad de El Paisnal, el párroco de Aguilares en El Salvador, padre jesuita Rutilio Grande. Se cumplen 43 años de su asesinato y su muerte está envuelta en los mantos de la impunidad.

“Su idea era construir una Iglesia que fuera pueblo de Dios como dice el Concilio, pero para que fuera pueblo de Dios había primero que reunir al pueblo porque el pueblo estaba disperso, no tenía voz, y el primer esfuerzo era reunir al pueblo, liberarlo de sus egoísmos y darle la palabra, eso hace con el trabajo misionero”, dijo en entrevista con Radio Progreso el padre jesuita Rodolfo Cardenal.

El padre Cardenal es un historiador que conoció muy bien a Rutilio Grande, ha sido su biógrafo, ha escrito cuatro libros sobre la vida y el legado del primer sacerdote salvadoreño caídos por las balas asesinas disparadas por la burguesía.

“El sueño que él tenía era una parroquia donde el sacerdote sólo se ocupara del ministerio ordenado, los sacramentos, y todo lo demás que lo llevaran los laicos, esa era su idea, una parroquia fundamentalmente laical”, dijo el padre Cardenal.

Según el historiador, la idea del padre Grande era estar en Aguilares unos cinco años, evangelizar la parroquia, crear las comunidades eclesiales y luego irse a otra parroquia a hacer lo mismo, entregándose al clero secular. Conformó un equipo misionero compuesto por cuatro sacerdotes jesuitas y un diocesano.

El asesinato del padre Grande, conmovió a Monseñor Óscar Arnulfo Romero y marcó un punto de inflexión en la perspectiva eclesial del entonces recién asumido Arzobispo de San Salvador. Ese día Romero decretó misa única, condenó el vil el asesinato y se negó a reunirse con autoridades gubernamentales mientras no se esclareciera el crimen.

La conmemoración de los 43 años del martirio de Rutilio Grande se da en momentos en que el papa Francisco autorizó a la Congregación de las Causas de los Santos a promulgar el decreto del martirio del sacerdote jesuita y de sus dos compañeros laicos, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus.

De esta manera, la Santa Sede confirmó el ascenso a los altares de los tres nuevos beatos. Se trata de un proceso relativamente rápido, si se tiene en cuenta que la causa fue presentada en el Vaticano en agosto de 2016.

“Su idea era construir la Iglesia desde abajo, ese proceso se tuvo que interrumpir, por su asesinato, no lo dejaron continuar. Siempre les metía esa idea a los seminaristas en el Seminario de que la Iglesia tiene que ser pueblo de Dios, hay que reunir al pueblo, hay que liberarlo de sus propias opresiones y después lanzarlo a que se haga dueño de su propio futuro”, manifestó el padre jesuita Rodolfo Cardenal.

Rutilio Grande centró su trabajo pastoral con las comunidades y en la interpretación del evangelio desde la realidad de los pobres, excluidos y oprimidos.

“A parte de tener el don profético, su predicación es muy profética, esa predicación usa muchos giros campesinos y Rutilio Grande es un maestro de la metáfora”, manifestó el historiador, padre jesuita Rodolfo Cardenal.

El papa Francisco autorizó a la Congregación de las Causas de los Santos promulgar el decreto del martirio del padre Rutilio

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