En la presentación de su informe detallado sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, OACNUDH, Michelle Bachelet, tuvo presente la realidad difícil que se enfrenta en Honduras.
En su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet, expresó su preocupación sobre la compleja situación social y política que sigue generando altos niveles de pobreza, violencia, inseguridad y el desplazamiento de la población hondureña tanto dentro del país como hacia el norte.
«Aliento al Estado a garantizar la reintegración sostenible de los repatriados, así como a garantizar la protección de los migrantes y los desplazados», dijo Bachelet.
La Alta Comisionada también expresó su preocupación por la situación en las cárceles, donde 60 privados de libertad fueron asesinados en 2019, incluidos 49 solo en diciembre.
“Mi oficina también continúa monitoreando los ataques contra los defensores de los derechos humanos. Estoy particularmente preocupada por la situación de las comunidades indígenas, incluidos los asesinatos de quienes trabajan para proteger las tierras y territorios indígenas”, manifestó Michelle Bachelet.
En su informe anual sobre Honduras destacó los principales avances y retos de los derechos humanos en el país, así como los esfuerzos de las autoridades para abordar la situación.
“En el año 2019 mi Oficina registró un aumento de las protestas sociales. Hago un llamado al gobierno para adaptar la legislación y los protocolos sobre el uso de la fuerza de acuerdo a las normas internacionales de derechos humanos, y aprobar un plan de desmilitarización de la seguridad pública”, demandó la Alta Comisionada.
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