viernes, 27 de marzo de 2020
Familia de Ilse “no nos cansamos de clamar justicia”
Por Sandra Rodríguez
Ilse Ivania Rodríguez/ álbum familiar
La familia de la profesora Ilse Ivania Velásquez Rodríguez, al cumplirse el noveno año de su asesinato, afirmó que esperan el día de ver al entonces presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa; y su ministro de Seguridad, Ricardo Álvarez, pagar esta violación de lesa humanidad.
“Albergamos en nuestro corazón la esperanza de que, en algún momento los responsables del crimen de mi mami, esa muerte tan cruel, puedan pagar y en algún momento la historia les va a cobrar”, expresó a Defensores en Linea, Ruth Velásquez, hija de Ilse.
El 18 de marzo del 2011, en medio de un ataque policial hacia una protesta magisterial, la subdirectora de la Escuela Argentina, de Comayagüela, el impacto de bomba lacrimógena la hizo caer en la calle y fue atropella por un vehículo.
Este crimen provocó un caos en el bulevar Centro América, la docente de 59 años había muerto por la represión brutal de la policía, que siguió atacando a los manifestantes opositores a la Ley que, al año siguiente impactó negativamente al Instituto de Previsión del Magisterio (INPREMA).
Como familia no nos cansamos de clamar justicia, aunque sabemos que en este país lo que impera es la impunidad, agregó la también profesora, Ruth Velásquez. “No hemos tenido respuesta por parte del gobierno ante nuestro clamor de justicia, aunque sabemos que justicia tardía no es justicia”.
Son nueve años de intensa búsqueda de justicia que ha emprendido el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) junto a la familia Velásquez Rodríguez, que es una de las 12 familias fundadoras de esta organización en la década de los 80, en medio de la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional, que desapareció al profesor Manfredo Velásquez Rodríguez, hermano de Ilse.
Dos dolores ha causado el Estado hondureño a la familia Velásquez Rodríguez, cuyos miembros se mantienen activos en la lucha social por la reivindicación de derechos humanos como la verdad, reparación, educación, salud y el nunca más.
Ruth agregó que, “Mi familia, mis hermanos y sus nietos van a estar siempre luchando para que los criminales, Óscar Álvarez y “Pepe” Lobo, paguen porque son los verdaderos responsables de la muerte de mi mamá. Ella no estaba haciendo nada malo, solo exigía que no se aprobara esa ley de IMPREMAH tan cruel para el magisterio, que entró en vigencia el 2012.
Además agradeció al COFADEH porque siempre está apoyando a la familia en la búsqueda de verdad y justicia y por ello afirmó ¡ni olvido, ni perdón!
La voz denunciante
En noveno aniversario del crimen contra Ilse Rodríguez, se da en medio de un contexto militarizado –nuevamente- pero sin gente en la calle, porque hay un toque de queda absoluto para el Distrito Central, La Ceiba, Choluteca y San Pedro Sula, tras confirmar el pasado 11 de marzo 2 casos de Corona Virus (COVID-19), que hoy suman 12 personas contagiadas.
El régimen maneja más de 10 mil 500 millones de lempiras mediante, luego que el Congreso Nacional aprobó el viernes 13, la Ley Especial de Aceleración Económica y Protección Social Frente a los Efectos del Coronavirus, supuestamente para fortalecer el sector salud.
Es así que hoy se extraña la posición crítica y firme de la profesora, originaria de Langue, departamento de Valle (al sur del país), donde descansan sus restos, pero no su memoria, junto a la tumba vacía de Manfredo.
Si bien, mi mami estaría consiente de lo que significa el coronavirus, por ende las medidas de cuidado personal y cuidar a los demás para evitar la propagación de contagios, ella también criticaría la posición del gobierno –ilegal- de Juan Hernández, agregó Ruth.
En referencia a las malas y atrasadas decisiones que tomó Hernández, y ver como saca provecho a esta crisis del Coronavirus, para despilfarrar y adueñarse de dinero, y sacar ventaja para sus bolsillos.
“Mi mami estaría criticando que [el gobierno] no hizo correcciones a tiempo, no puso cercos epidemiológicos oportunos antes de que se tomarán decisiones tan intempestivas como un toque de queda tan apresurado sin pensar en la economía informal, la gente que vive del día a día, la estilista, la señora de las tortillas y la que vende tamalitos”.
Concluyó afirmando que “Somos las mujeres las más atacadas con estas decisiones y mi mami estaría también sufriendo con ellas”.
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