jueves, 12 de marzo de 2020

Con salida forzosa de la Alta Comisionada, María Soledad Pazo, los y las defensoras de derechos humanos quedamos en orfandad y con más altos niveles de vulnerabilidad




La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, está dejando huérfano a los defensores de derechos humanos de Honduras al sacar abruptamente a la alta comisionada de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Honduras, María Soledad Pazo, señaló la coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), Berta Oliva.
En un comunicado hecho público, la Oficina del Alto Comisionado en Honduras informó que a partir del 29 de febrero, María Soledad Pazo, no continuará como alta comisionada de dicha oficina, que el cambio se enmarca en la rotación ordinaria y periódica de todos y cada uno de los representantes en todas las oficinas y presencias que el Alto Comisionado tiene alrededor del mundo.
A finales del año anterior trascendió que por presiones del perpetrador en el poder, Juan Orlando Hernández, María Soledad Pazo sería removida de su cargo, porque el dictador estaba muy molesto por los informes de violaciones a los derechos humanos que estaba generando la Oficina del Alto Comisionado en Honduras, y su malestar aumentó cuando el 22 de enero presentó el informe “Responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos cometidas en el contexto de las elecciones de 2017 en Honduras: Avances y Desafíos”.
Esta semana la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en la 43° Sesión en Ginebra del Consejo de Derechos Humanos, presentó su informe donde destaca que en Honduras la situación social y política es compleja y que siguen monitoreando los ataques a personas defensoras de los derechos humanos, donde le causó preocupación la situación de comunidades indígenas, incluyendo casos de asesinatos de quienes trabajaban en la protección de su tierra y territorio.
Ante ese panorama, la coordinadora general del Cofadeh, Berta Oliva, mostró su preocupación por que con la salida forzada de María Soledad Pazo, alta comisionada de la OACNUDH en Honduras, los defensores y defensoras de derechos humanos quedan huérfanos, “porque tener confianza en personas que vienen de afuera cuesta, ella había logrado a pulso obtener el respaldo de la mayoría de las organizaciones de derechos humanos”.
“De nada sirve que ella (Michel Bachelet) lo coloque allá si nos deja huérfanos acá a los defensores de derechos humanos. De nada sirve que eleve su voz allá, no apoya la misión y más bien ordena un retiro de una persona que hace bien su trabajo”, sostuvo la defensora de los derechos humanos a defensoresenlinea.com
Para Oliva, Bachelet no debe escuchar a los perpetradores que impulsan dictaduras en Honduras al estilo Augusto Pinochet en Chile, para separar a la Alta Comisionada de la OACNUDH en Honduras, María Soledad Pazo.
“Para que Bachelet continúe elevando su voz de la grave situación de derechos humanos en Honduras, es necesario que no escuche al perpetrador Juan Orlando Hernández”, sostuvo la coordinadora del Cofadeh.
Para que le dé continuidad a sus denuncias sobre la situación de los derechos humanos en Honduras se necesita tener gente proba, que tenga la independencia necesaria, el conocimiento y el compromiso sobre el tema de los derechos humanos, que cumpla con sus mandatos conferidos por la misma ONU, y María Soledad Pazo lo hacía, indicó Oliva.
Las delegaciones de la ONU en sus distintas visitas al país ha señalado en sus informes que es necesario tomar medidas enérgicas y urgentes para garantizar la protección de quienes defienden los derechos de los demás en Honduras.

Asimismo han dejado recomendaciones a las autoridades hondureñas y a otras entidades con el fin de proporcionar una mejor protección a los defensores y defensoras de derechos humanos y hacer posible su importante labor, las que en su mayoría han sido soslayada por el Estado.

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