viernes, 27 de marzo de 2020
La impunidad llena la tumba vacía de Estanislao Maradiaga
Por Sandra Rodríguez
Evangelina y Marina, aún esperan que su hermano Estanislao Maradiaga regrese a casa
Bajo unos palos de mangos estaba la descendencia de Estanislao Maradiaga, oriundo de Santa Ana de Yusguare, al sur del país, lugar donde no existe una tumba para colocar flores ni leer un epitafio que encabece su nombre.
El calor sobrepasa los 36 grados centígrados, por lo que la sombra los de los arboles y las casa construidas de adobe y tejas de barro armonizan la estadía acompañada de un refresco de melón, fruta cosechada en la región sur del país.
Leonel Amador Maradiaga, es la cara más visible de la familia que, 40 años después espera se haga justicia por Estanislao. Fue él quien guió a defensoras de derechos humanos de la Choluteca y procuradoras del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), a la casa donde vive el recuerdo de su tío.
Con una sonrisa familiar, Marina Isabel y Rosa Evangelina Linares abrieron públicamente su alma y dejaron salir sus lágrimas combinadas de recuerdos y tristeza, porque desde el 24 de mayo de 1980, el Estado de Honduras les arrebató la alegría.
Sobre el mueble de la sala permanece una fotografía tomada hace más de 40 años del primer detenido-desaparecido registrado en Honduras. Sus hermanas no recuerdan exactamente la fecha que nació, porque el tiempo se detuvo cuando la trágica noticia llegó al hogar.
Doña María Dolores Maradiaga, estaba trabajando en el mercado el sábado 24 de mayo de 1980, eran las 11 de la mañana, momento que escuchó la noticia. Su hijo, miembro del Sindicato de Trabajadores del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SITRASANAA), había desaparecido.
Ella misma, con el amor y dolor de madre, ante la incertidumbre, avisó a sus hijas, sobre la desaparición forzada de aquel hombre honrado y decidido en sus acciones, que tenía 40 años de edad.
La Doctrina de Seguridad Nacional derivó en un proceso de militarización en América Latina, surgido en un marco de crisis de la hegemonía norteamericana, en muchos países latinoamericanos se constituyeron Estados fuertes, verticales, militaristas, anti-civilistas, quienes eliminaron la independencia de los poderes públicos sometiendo a los organismos legislativo y judicial al ejecutivo, controlado éste último por una cúpula militar que actúa con base a medidas de excepción y leyes por decreto. Dentro de esta lógica, la instrucción militar norteamericana impartida a los ejércitos latinoamericanos sustituyó la concepción tradicional de defensa del territorio y la soberanía para convertir a las fuerzas del orden en vigilantes y opresores en sus propios países, defendiendo los intereses de otros en una guerra contra el comunismo internacional dividiendo a la población en amigos y enemigos .
Informe de Desaparición Forzada en Honduras mayo – 2018
Era el inicio de la década del terror con la implementación de la Doctrina de Seguridad de Nacional (DSN) que se extendió de 1980 a 1995, dejando al menos 184 víctimas, cuyas familias siguen esperando respuesta sobre ¿Dónde están? y el Estado no da respuesta.
¿Cómo han sido estos años sin Estanislao? Fue la pregunta para entrar en conversación con Marina y Eva, que al parecer habían guardado celosamente esos recuerdos.
“Ha sido bien triste por que a él no lo enterramos, no lo vimos, no es lo mismo enterrar a un muerto y mirar su tumba. A él no, es triste para nosotras por que sentimos que mi madre se fue sin verlo , se fue con deseo de verlo”, respondió Marina.
Igual ha pasado con otros miembros de la familia, que murieron “con el pesar de no volverlo a ver”, pero se llevaron la satisfacción de buscarlo y exigir que se lo devolvieran.
A él lo recordamos bien risueño, se parecía los chocoyos conmigo [expresó Marina, tocándose el rostro].
Los suspiros se perdían con la mirada de la mujer que afirmó no ir mucho a las reuniones convocadas por el COFADEH, “porque hace mucho frío”, pero prometió reintegrarse y volver con su sobrino Leonel.
Era nojado pero rápido se estaba riendo, agregó Eva, siempre lo imagino vivo, nunca lo veo muerto.
Estanislao tenía 40 años cuando desapareció, su familia recuerda su cumpleaños (aunque en ese momento olvidaron la fecha), pero es entre octubre y noviembre, agregaron. Sólo cuando se perdió no se nos olvida.
Esperamos justicia, sobretodo la divina y por eso no lo olvidamos, afirmaron con unas lágrimas recorriendo sus rostros.
¿Que significan esas lágrimas? Se les preguntó- Lágrimas de amor por él, fue una sorpresa que se haya desparecido de esa forma y nos duele, porque era un hombre honrado y trabajador, porque a él no tenemos ni donde irle a dejar flores.
Estanislao Maradiaga Linares, fue detenido el 24 de mayo de 1980 frente a la pista de aterrizaje de Choluteca, por cinco agentes de la Fuerza de Seguridad Pública (Fusep), y desde entonces su familia lo busca.
Quince años después, en una alcantarilla en Tegucigalpa, fue encontrada una osamenta. La familia Maradiaga, se aferró a la probabilidad que fueran los restos de su pariente.
25 años más tarde, Medicina Forense del Ministerio Público no ha dado un informe sobre este caso, aumentando su deuda a la Memoria Histórica de los Detenidos Desaparecidos.
En el 22 de mayo del 2018, el COFADEH presentó el informe de Desaparición Forzada-Honduras al Comité de Desaparición Forzada en Ginebra, en vista que no hay respuesta de parte del Estado, y entre las recomendaciones del mismo es brindar protección a las víctimas y defensores.
Cabe señalar que el MP abrió una oficina para atender los casos de Desapariciones Forzadas de la década de 1980, pero esta es incapaz de dar respuesta, careciendo de interés y medios de investigación oportunos para hacer valer el derecho a la verdad y reparación en estos casos de lesa humanidad.
Comunicado del Plantón de la Memoria de Enero de 2007, desde cuando doña “Lolita” ya no asistió, heredando la búsqueda de su hijo las otras madres de los Pañuelos Blancos.
¿Qué hacemos frente a la incapacidad del estado para garantizar la seguridad pública?
1. Hoy lloramos la muerte de nuestra hermana Dolores Maradiaga, madre de Estanislao Maradiaga, quien fue desaparecido por el Estado de Honduras el 24 de mayo de 1980, en Choluteca; este día nuestra compañera Lolita habría estado aquí exigiendo verdad y justicia en el caso de su hijo. Murió sin ver a los culpables pagando su crimen.El Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH) en su primer plantón de este año 2007, informa:
2. Como Lolita, las madres de 44 niños/as y jóvenes menores de 23 años lloraron sus muertes violentas en diciembre, según los datos de Casa Alianza.
3. En general, el cierre de 2006 no pudo ser más trágico para las organizaciones defensoras de los derechos humanos. La muerte brutal de dos ambientalistas olanchanos en Guarizama por la propia Policía Nacional envió al mundo un mensaje de descomposición institucional que se suma a la impunidad que impera en todo el país.
4. La falta de esclarecimiento de ese fusilamiento público, así como la totalidad de homicidios cometidos en los últimos dos años, más la desaparición de la credibilidad y confianza en la investigación criminal, la acción del Ministerio Público y el Poder Judicial, deben ser puestos de inmediato sobre la mesa del Diálogo Nacional como tema central.
5. Continuar fomentando un discurso de miedo, inducido por la Armería, las agencias privadas de seguridad, algunos medios de comunicación interesados en la venta de armas y pertrechos, es una estrategia criminal muy nociva para el interés nacional.
6. El gobierno del Presidente Manuel Zelaya debe evitar caer en el discurso perdedor de otros partidos políticos que invocan el asesinato legalizado para imponer la venganza contra los violentos, que se regocijan con la muerte para los que causan problemas, sin importarles demasiado el avance feroz del narcotráfico, la corrupción y la impunidad.
7. Frente a los hechos, deseamos proponer una acción radical en el interior de la Policía Nacional y el Ministerio Público, para detener el cáncer implantado por el Partido Liberal y el Partido Nacional que se repartieron fiscales y policías para proteger sus delitos comunes. ¡Si no intervenimos de emergencia ambas instituciones, la brutalidad gobernará en todo el país!.
8. Por ese riesgo, hacemos un llamado a la comunidad internacional para que, en nombre de las inversiones legales de sus países y en representación de los seres humanos empobrecidos e indefensos, intervenga en Honduras para restituir el Estado de Derecho, recuperando las instituciones de manos de los delincuentes que se las apropiaron.
De los Hechos y de los Hechores, Ni Olvido Ni Perdón.
COFADEH
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