viernes, 5 de septiembre de 2014
En el día del detenido y desaparecido
Cualquier persona a la que se le pueda hablar sobre las desapariciones forzadas en Honduras no creería que en el país sucedan estas cosas. Cualquiera diría que es asunto del pasado pero no es así, basta con profundizar un poco para darse cuenta que las desapariciones forzadas, además de ser un tema del pasado es una realidad del presente en las distintas familias.
Quienes trabajan e investigan el tema de las desapariciones, como es el caso del Cofadeh, una instancia nacida por la necesidad de reclamar justicia por los desaparecidos en la década de los 80s, dan testimonio de esta cruda realidad y se han visto en la necesidad de sumar a la larga lista los casos que se registran en la actualidad.
De acuerdo con el informe “Los hechos hablan por sí mismos, Informe preliminar sobre los desaparecidos en Honduras entre 1980-1993” del Comisionado Nacional de Derechos Humanos, hasta la fecha ni el Poder Judicial ni otras autoridades han avanzado en una investigación seria y efectiva que permita conocer la verdad de lo sucedido y la sanción a todos los responsables.
Según datos del ministerio Público, de enero a mayo de 2013, de 286 personas desaparecidas, 147 son mujeres; y de 121 raptos, 91 corresponden a mujeres. De 87 víctimas de secuestro, 34 son mujeres. Y de 139 casos de privación injusta de libertad, 45 son mujeres.
En el marco del día internacional del detenido y del desaparecido, en esta fecha en el que se nos llama a solidarizarnos con las familias de los desaparecidos, es necesario presentar los reclamos al gobierno de Juan Orlando Hernández que, casi como una política de Estado, aplica la doble moral en estos temas. Tanto el actual gobierno como los gobiernos anteriores se presentan como entes que respeta y hacen respetar los derechos humanos de la ciudadanía pero a la par persigue, criminaliza y desaparece a sus activistas.
Esperamos que cada vez se vuelva más fuerte el reclamo para que el Estado de Honduras renueve categóricamente su compromiso de investigar las desapariciones forzadas de los años 80s y las actuales, y aplique las sanciones efectivas a todos los responsables. A su vez, como sociedad hondureña debemos exigir la verdad sobre las desapariciones y el castigo para los ejecutores. Exigir verdad y justicia es la manera como se pueden evitar que estos hechos se repitan.
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