viernes, 5 de septiembre de 2014

Margarita Murillo murió como vivió: Sembrando semilla en las tierra por la que siempre luchó



Margarita Murillo murió como vivió: sembrando semilla en la tierra por la que siempre luchó  

Con una pequeña  herramienta de trabajo  en la mano, pronta para sembrar semillas de pepino en su huerto familiar  y dar vida en la tierra por la que siempre luchó, la dirigente campesina y popular Margarita Murillo, fue asesinada por la espalda. Varios disparos provenientes de personas encapuchadas en la aldea el Planón en el municipio de Villanueva, Cortés, al norte de Honduras, le arrancaron la vida. 

Murillo se convirtió en la víctima campesina número 140, asesinada en los últimos tres años y medio  en nuestro país  de acuerdo a datos que manejan organizaciones campesinas. “Este crimen se da  en medio de un ambiente de criminalización de la  lucha por la tierra y de asesinatos selectivos contra la dirigencia popular, y lo más lamentable es que estos casos están en la absoluta  impunidad”, lamentó Marta Sandoval del Foro de Mujeres por la Vida durante el sepelio de Murillo. 

El vil asesinato se produjo el miércoles 27 de agosto cuando a eso de las 10:00 de la mañana, Margarita llegó a su parcela de tierra en  la Empresa Asociativa Campesina “Las Ventanas de la Producción”, de la cual  hace  7 años a través de lucha pacífica  había recuperado varias hectáreas de tierra  que pertenecían al Estado hondureño. 


Al ser encontrado su cuerpo sin vida miembros de la Policía Nacional hallaron una carta en su bolsillo, que la convocaba a una reunión en Instituto Nacional Agrario (INA),  pero que al final le pedía que dejara las cosas en paz si  quería evitar un derramamiento de sangre. Esto lo aseguró una de sus hijas quien llegó al lugar de los hechos.

La carta está en posesión de las autoridades de investigación, según Kenia Salinas Murillo, su hija.

Hace alrededor de 4 meses otro de los miembros de su misma empresa asociativa también fue asesinado.

Último adiós
El jueves a eso de las cuatro de la tarde, Margarita Murillo recibió cristiana sepultura en el cementerio de la aldea el Marañón, Villanueva,  donde tenía su vivienda. “Eres símbolo de una nueva Honduras. Eres una nueva bandera de esperanza flameada por el viento de la transformación de la Patria. Tu sacrificio nos da más ánimo para seguir adelante”, manifestó uno de sus compañeros de lucha cuando el ataúd que cargaba sus restos descendía a sus última morada.

El velorio y entierro se convirtieron en un acto de protesta en la cual se resaltó la preocupación nacional en todo el movimiento social y político ante la represión que continúa en Honduras, criminalizando y asesinando  a los luchadores y luchadoras sociales. Hasta la fecha se registran más de 4000 campesinos y campesinas procesados en los tribunales de justicia por su lucha por la tierra.

Su trayectoria

Murillo estuvo  profundamente ligada al movimiento campesino y popular  en Honduras casi toda su vida.  En  1975   a sus 13 años  realizó su primera participación en  la lucha por el acceso a la tierra uniéndose a la  “marcha de la desesperanza y del hambre”, impulsada por la Unión Nacional de Campesinos (UNC),  con el apoyo de la Central General de Trabajadores (CGT), quienes desde diferentes puntos del país caminaron hasta Tegucigalpa, a exigir políticas efectivas para las familias campesinas.  

Más tarde en 1985 se convirtió en una de las  fundadoras de la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC). La lucha por  una verdadera Reforma Agraria fue motivo para que los grupos represivos y los escuadrones de la muerte la secuestraran y torturaran. De acuerdo a su esposo Manuel López, Margarita dedicó parte de su vida a la lucha libertaria en El Salvador contra la Dictadura, bajo los seudónimos de “Cipriana”.  

Fue parte de la coordinación del Foro Social del Valle de Sula y también una de las fundadoras del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que surgió para resistir al Golpe de Estado del 28 de junio de 2009, y al que impulsó en la ciudad de San Pedro Sula  y  los demás municipios de Cortés. 

Por su digna y destacada trayectoria en el movimiento social hondureño, Margarita Murillo fue nombrada Patriota del Año en 2010 por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) y Radio Progreso. 

Raíz del problema  agrario


En Honduras la tierra está concentrada en pocas manos, del lado más desfavorable hay más de 350 mil familias campesinas que no cuentan con un pedazo de patria  para cultivar ni para instalar una pequeña vivienda. “Sin embargo cuando los campesinos luchan por recuperarla se encuentran con una ola de persecución, represión y asesinatos”, indicó Marco Antonio Bautista de la CNTC.

El diputado por el partido Libertad y Refundación, LibRe, Rafael Alegría expresó con pesar que el 9 de abril se introdujo a la Cámara Legislativa el proyecto de ley de Reforma Agraria Integral con Equidad de Género, pero sigue engavetado, “pareciera que no hay voluntad del gobierno”, dice. 

“La clase política hondureña tiene gran responsabilidad en estos asesinatos, porque la reforma agraria podría realizarse pacíficamente y sin derramamiento de sangre, pero eso pasa cuando hay gobiernos con voluntad y decisión de impulsar procesos agrarios con justicia, paz y libertad”, concluyó Alegría, mientras despedía a Margarita. 

Margarita Murillo,  murió como vivió,  sembrando las semillas que dan  vida y luchando por el acceso a la  tierra, siendo presidenta de  la Empresa Asociativa Campesina “Las Ventanas de la Producción” aldea el Planón en el municipio de Villanueva, Cortés, al norte de Honduras. 

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