lunes, 8 de septiembre de 2014

Víctimas de tortura temen represalias por denunciar violaciones



Por Sandra Rodríguez

Familiares de jóvenes pescadores raptados y torturados por el empresario camaronero Elvin Canales, y sus empleados en San Lorenzo Valle, temen por las posibles represalias ante las denuncias públicas.

Además se sienten indefensos por la ineficiente labor de la Policía de San Lorenzo, ya que tenían conocimiento de la desaparición de los pescadores Israel Castro (17) y Arlen Flores (18), a quienes acusándolos de robo de camarón, cinco hombres los privaron de su libertad la noche del domingo, entre ellos reconocieron a Elvin y su sobrino Alejandro.

Arlen, quien tiene lastimadas sus muñecas y brazos, dijo que es una experiencia que no se la desea a nadie, pues tiene miedo que lo vuelvan a atacar, además no es justo que existan tratos tan inhumanos contra personas trabajadoras y honradas “no nos merecemos esto porque somos inocentes, somos honrados, nos enseñaron a levantar la cara con honor y orgullo”.

Para que fueran rescatados, la familia tuvo que acudir a la Policía del municipio de Nacaome, porque la de San Lorenzo no accionó, más bien les ocultaban información, denunció una familiar.

Más bien se convierten en cómplices tanto la policía como la Dirección Nacional de Investigación Criminal, DNIC, denunció uno de los parientes de los jóvenes, que fueron encontrados en una finca camaronera propiedad de Canales, la madrugada de ayer martes, por la policía del vecino municipio de Nacaome, porque la de su ciudad la policía no actuó.

El pasado domingo, como es costumbre y para ganarse máximo 300 lempiras, los pescadores se fueron en su bote, pero a eso de las diez de la noche fueron interceptados por los camaroneros, quienes les tirotearon el motor y quemaron la lancha en la que trabajan.

Posteriormente los trasladaron a otra lugar llamado el Lagartón, donde los torturaron, rociaron combustible e incluso a uno de ellos le tiraron orina en el rostro, según declaraciones públicas.

La familia de los infortunados jornaleros, ha dicho que no es justo lo que está pasando con ellos, porque son personas pobres, luchadoras, pero jamás ladrones, ellos no roban camarones, de hecho su herramienta de trabajo es un trasmayo que sirve para sacar peces, y no atarralla que es para sacar camarón.

“Sentimos miedo porque las autoridades en el departamento de San Lorenzo, no realizan su trabajo como debe ser, en el caso de los jóvenes torturados, no colaboraron en su búsqueda” reiteraron quienes acompañaban a uno de los jóvenes a interponer la denuncia ante el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH.

Cabe señalar que por la gravedad de sus quemaduras y golpes, el otro muchacho quien es menor de edad, no pudo viajar a Tegucigalpa a interponer la denuncia.

“Responsabilizamos al empresario Elvin Canales, si a nuestras familias les pasa algo, porque ellos compran autoridades, quienes se dejan sobornar”. Ellos –autoridades- escondían información del paradero de los muchachos, y permitieron la tortura, aun los interrogaron en la DNIC, y dejaron que los raptores se los volviera a llevar.

Exigimos justicia, suponiendo que vivimos en un estado de Derecho, y a esos derechos nos apegamos, porque somos pobres, honrados, y aceptar el silencio es seguir con la impunidad, aseguró una de las familiares.

Las familias sufrieron momentos de angustia, porque las llamaban para decirles que a los jóvenes los habían matado y lanzado al mar, además que los raptores se expresaban muy mal de las víctimas, y los vecinos se solidarizaron realizando grupos de búsqueda.

“En la DINC nos dijeron que no sabían nada de ellos, incluso nos pasaron a las celdas, pero no estaban allí. Mi mamá estaba llorando, y ante su llanto, el jefe de la DNIC, le dijo que entrara a su oficina, allí estuvo como media hora”.

En ese momento llegó un carro con dos militares atrás. Uno de los muchachos ha declarado que en ese carro andaban ya golpeados, los llevaron a dar una declaración y los retornaron al vehículo, y que el empresario estuvo conversando con el policía.

Además, el jefe de la DNIC, le dijo a mi mamá “esperece que ya la van a llamar”, dijo una de las acompañantes, y era un hombre que le dijo por teléfono que los muchachos ya estaban en poder de la DNIC, pero no era cierto. Y mi mamá reconoció que era la misma voz del empresario, ¿por qué el jefe de la DNIC sabía que a mi mamá la iban a llamar? Se preguntan los familiares.   

Además les hicieron una grabación en la que los obligan con un arma AK-47 en la cabeza, a que dijeron que ellos eran ladrones de camarones, pero bajo amenaza ¿Quién no va a decir lo que se le obliga? Aun siendo inocente, por querer salir con vida, declararon.

Denunciamos complicidad de parte de las autoridades judiciales con los empresarios, porque cuidan los intereses de quienes tienen el dinero.

No es legal que la DNIC permita que se torture a menores de edad, o cualquier persona, pues lo correcto es que si se sospecha de alguien debe ser presentado ante las autoridades correspondientes, pero no que se les maltrate, mientras el empresario dice que todo lo que hace es legal, por lo que desconozco en qué país vive ese hombre donde dichas atrocidades son ilegales, donde los inocentes son las víctimas, y los malvados aparecen como gente honesta, lamenta la familia.

No queremos más corrupción en este país, que viene desde los más grades hasta los más pequeños, exigimos justicia, que no se siga dañando la imagen e integridad de estos jóvenes, afirmaron mientras permanecerían en el COFADEH.     

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