Hasta finales de 2013, la suma del presupuesto para seguridad en Honduras alcanzó los doscientos ochenta y un millones de dólares, cifra que representa el 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto. En ese mismo año, resalta el crecimiento en términos absolutos del presupuesto de seguridad, principalmente en los recursos asignados a la Policía Nacional, que creció en un 357 por ciento, mientras que las otras instituciones crecen en proporción similar al crecimiento de los recursos disponibles del Estado.
Las anteriores cifras, que se reflejan en el Índice de Seguridad en Centroamérica realizado por la Red de Seguridad y Defensa de América Latina –RESDAL- demuestran que Honduras es unos de los países en la región centroamericana que más invierte en la Policía Nacional.
Paz Tibiletti, presidenta de RESDAL, señala que los gobiernos hondureños deben “generar la consciencia de la necesidad” para fortalecer otras instituciones del Estado como: los institutos forenses y el Ministerio Público.
“No se ha creado una institucionalidad de fiscalías específicas, pero además está la capacitación a los fiscales que están a cargo de las fiscalías para atender conflictos específicos, creo que hay muchas cosas en las que seguir trabajando”, agregó Tibiletti.
El Índice de Seguridad en Centroamérica indica que en Honduras cada 73 minutos una persona es asesinada, dejando en evidencia que la situación de seguridad pública se ha deteriorado en la última década.
Se destaca que los asesinatos de mujeres crecieron en un 355 por ciento en los últimos diez años, la tendencia se ha acelerado a partir de 2010. “Si se compara con el hecho de que el crecimiento de homicidios en general ha sido del 97,6% en este periodo, puede observarse cómo la situación de seguridad de las mujeres se ha deteriorado exponencialmente”, indica el Índice.
En camino a la total militarización
Arabeska Sánchez, analista en temas de seguridad, manifiesta que en Honduras existe una incongruencia entre las elevadas asignaciones presupuestarias para instituciones como la Policía Nacional y los altos niveles de criminalidad y violencia que se registran en el país.
“En Honduras es una antítesis, los índices de violencia y criminalidad sólo están respondiendo a que la inversión no ha ido dirigida en los ítems que realmente ha ameritado; por ejemplo, si estamos viendo que estos presupuestos se utilizan solamente entre armas e infraestructura, en más unidades y en más logística, pero estos elementos no se integran junto a líneas de prevención, unas líneas de reinserción y unas líneas de planeación estratégica inteligente de las instituciones, pues, por supuesto que no vamos a tener los resultados que esperamos, aquí lo que estamos viendo es una especie de improvisación”, explicó Sánchez.
Sánchez asegura que ante la ineficiencia del sector policial y la creación de nuevas fuerzas de seguridad dependientes del sector castrense, Honduras está siendo encaminada a una total militarización; esta semana se informó que la custodia interna del sistema penitenciario estaría a cargo de miembros de las Fuerzas Armadas.
“Ya habíamos visto la militarización del sistema desde el exterior –los cordones de seguridad-; hoy, lo estamos viendo a nivel de seguridad pública, en algunas instalaciones de salud, en algunas instituciones de dirección de transporte y en otras instituciones que son claves con el tema de seguridad ciudad, así que yo diría que la última expresión que podríamos ver en este sentido es una gobernanza desde la militarización”, afirmó.
En opinión de Aurora Pineda, madre de uno de los universitarios asesinados por policías a finales de 2011, las mejoras e implementación de estrategias de seguridad para la población hondureña, deben de iniciar desde una apertura al diálogo del ministro de Seguridad Arturo Corrales.
“Él ha cerrado las puertas, ha cerrado las puertas a la sociedad civil y a toda colaboración, yo creo que lo único a lo que abre sus puertas es para la parte económica; las cosas no pueden ser así, el tema de seguridad nos interesa a toda la población, todo necesitamos involucrarnos en este tema”, consideró.
Pineda expresa que si Arturo Corrales “no da esa apertura, yo creo que habrá otra persona que esté más capacitada y más interesada en querer resolver el problema”.
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