lunes, 10 de agosto de 2015
Ante un diálogo, no se puede negociar un delito: La corrupción
Por Sandra Rodríguez
En Honduras a finales de mayo surgió un movimiento auto convocado que se conoce como el movimiento de los indignados, el cual sale a manifestarse a las calles, al atardecer, con antorchas exigiendo la instalación de una Comisión Internacional contra la Impunidad, CICIH.
Y el 22 de junio se inició una huelga de hambre, como medio de presión para que el gobierno de Honduras, que preside Juan Orlando Hernández, haga dicha solicitud a la Organización de las Naciones Unidas, ONU, tras cuarenta días, la exigencia continua, pero desde otros escenarios.
En lo que se le nombró “Zona CICIH” ubicada en el boulevard Juan Pablo II, en la cercanía a Casa Presidencial, permanecía un campamento de indignados, que eran acompañados por médicos voluntarios, periodistas, ciudadanos de todo el país, los miles de manifestantes con sus antorchas cada viernes en la noche, artistas, mujeres, niños, adultos, juventudes, y por supuesto defensores y defensoras de derechos humanos nacionales y extranjeros, que en su paso por el país, se han unido en algunos momentos a las acciones de exigencia de justicia, como muestra solidaria con el pueblo hondureño que clama justicia.
Uno de ellos es Pablo Cala, defensor de derechos Humanos de Colombia, quien manifiesta que una indignación motivó una acción de transformación, no solamente de rechazo y protesta, que es muy necesario; sino que hay un hecho muy concreto que es la corrupción.
Cuando los defensores de derechos humanos pensamos en impunidad, no solamente pensamos en corrupción, pensamos en vidas de nuestros amigos, amigas, defensores de derechos humanos, periodistas asesinados, gente del norte de Honduras que han sido asesinados, refiriéndose a masacres en El Tumbador (en el año 2010, cinco campesinos fueron asesinados mientras entraban militares y guardias de seguridad privada en esa comunidad del Bajo Aguán, dejando cinco viudas y más de 30 personas huérfanas, en su mayoría infantes, y hasta el momento no hay justicia. Los familiares responsabilizan a grupos de la empresa Dinant, propiedad Miguel Facussé, fallecido en junio pasado).
Otro caso que mencionó el defensor de ddhh Colombiano, es lo que sucede en la comunidad Panamá, también del Bajo Aguán, (donde está el grupo campesino “Gregorio Chávez”, nombrado así en memoria de un líder campesino asesinado y encontrado su cadáver en la finca Paso Aguán, custodiada por guardias de seguridad privada de la empresa Dinant, y donde se presume hay otros cuerpos de campesinos desaparecidos, ahí mismo se exhumó en el año 2013, el cuerpo Amílcar López Lara, quien salió de su casa a pescar, y nunca regresó).
Cala, dijo que también se piensa en tanta gente que ha sido desaparecida, ejecutada extra judicialmente, por lo que, en un movimiento de indignación se debe correr también hacia la impunidad de esos crímenes de lesa humanidad y que se debe alzar una voz para que aquí haya justicia y respuesta a la impunidad que existe.
Manifestó que es muy emotivo estar en el espacio de indignación (zona CICIH), como estar en la movilizaciones de la antorchas, las que finalizaban donde permanecieron por 40 días personas del todo el país, en huelga de hambre, es mostrar un orgullo patriótico y unirse en el mismo ideal de pedir justicia.
Agregó que, “hay una cosa básica, corrupción frente a la mediación de un diálogo, no se puede negociar el delito, si alguien roba es delito, si se prueba no tiene que responder ante una comisión de diálogo, sino ante la justicia”.
Y esa comisión debería ser una Comisión de Verdad, como la que empezó (después del golpe de Estado del 2009). Hay una gran interrogante frente a Honduras, y es que ¿Por qué cuatro o cinco años después continúa manteniéndose en la primera o segunda posición de países más violentos del mundo? eso de fondo es la pregunta también para el pueblo hondureño, está bien que se movilicen contra la corrupción, pero hay que ir más a los fondos, y es exigir una vida dignificante.
“En estos momentos es la creatividad que mantiene la lucha en pie, nadie puede venir de afuera a decirles que hacer, el pueblo hondureño está llamado a ser creativo construyendo su propia historia”.
Para Pablo, la indignación es una situación frente a la vida, no dejar pasar aquello de lo cual creemos que no construye humanidad. Construir humanidad en estos días y ante todo el modelo que tenemos, es ya un principio de transformación social y económica; y la indignación se muestra en América Latina, Europa, Estados Unidos y Asia, aunque parezcan pequeñas, pero va creciendo como una pequeña semilla, va cogiendo fuerza y hay que consentirla, mimarla y no dañarla. Agregó que, no hay que forzar los procesos, el de cada país es propio, pero existe la posibilidad de articularse, y eso consiste el apoyo mutuo y las posibilidades de cada región.
Por lo hay solidaridad con el pueblo hondureño, que no es sólo con respecto a una movilización, sino contra la impunidad frente a crímenes de lesa humanidad, donde siguen desapareciendo personas y asesinando periodistas, eso tenemos que generar una expresión de exigencia colectiva de verdad y justicia.
Cuando hay erosión del Estado de Derecho el defensor de ddhh está llamado a reconstruirlo. Honduras es un Estado de Derecho erosionado. Por lo que se debe generar los cimientos de la democracia real, de una comprensión de los derechos en la sana lógica de respeto a la vida, respeto a pensar y sentir diferente, el derecho a la seguridad y educación, y el derecho a elegir y ser elegido.
Pablo Cala, expresa al pueblo hondureño que se ha manifestado contra la impunidad, mucha solidaridad, fuerza, resistencia y valor, sobretodo tener mucha dignidad.
De huelga de hambre a mesas ciudadanas de denuncia
Parte de los indignados en Huelga de hambre, que se suspendió el pasado viernes 31 de julio, fue Abel Pérez, quien manifestó que después de esta manifestación, continuará un proceso de reuniones en lo que denominan mesas de indignación ciudadana, en las que analizaran problemáticas locales y como seguir con la exigencia del cese a la corrupción.
En esta exigencia pacifica, hemos expuesto nuestra salud, y al presidente JOH no le importó, ni siquiera que ahí había compañeros con capacidades especiales, que usan muletas o se movilizan en silla de ruedas, lo que expresa que en Honduras no se respeta el derecho a la vida.
Fue importante la presencia de organizaciones de derechos humanos que estaban día y noche pendientes de nuestra integridad física, así como el equipo de doctores que velaban por nuestra salud, a este tipo de personas si les interesa velar por la vida, afirmó Abel.
Nos hemos expuesto por una lucha que sabemos no es fácil de ganar, pero para lograr algo hay que esforzarse, y aquí estamos siendo parte de las personas que exigen justicia. Con mi estadía en la última semana de huelga de hambre, he representado a mi región de la Isla de Zacate Grande, y a los y las defensoras de derechos humanos del sur, que formamos parte de la REDEHSUR, formada por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH.
La indignación popular, se dio a nivel general por el acto de corrupción efectuado por funcionarios públicos, empresarios, familiares y amigos de los directivos del Instituto Hondureños de Seguridad Social, IHSS, que asciende a unos 7 mil 300 millones de lempiras, y provocó la muerte de unas 2800 personas entre 2012 y 2014, por no tener la atención debida.
Depuse de esto, diferentes sectores se han unido a la lucha indagados desde su problemática campesina, indígena, juvenil, estudiantil gremial, sindical, laboral y en general por la corrupción que afecta a todos y todas.
Y mientras el pueblo exige la CICIH, Juan Orlando Hernández promueve un Sistema Integral Hondureño de Combate a la Impunidad y la Corrupción, SIHCIC, mediante un diálogo nacional con diferentes sectores, al cual la población expresa que es un monologo con sus organizaciones.
Ayer en el Congreso Nacional, no fue aceptado la moción de consultar al pueblo sobre si el presidente Juan Orlando Hernández debía solicitar a la ONU la instalación de una Comisión Internacional contra la Impunidad (CICI) en Honduras.
Y como se trataba de un asunto Constitucional, ya que una Comisión Internacional restaría atribuciones Constitucionales que tiene el Ministerio Público, para la aprobación se requería la mayoría calificada, así lo establece la Ley de Participación Ciudadana, que los plebiscitos que abordan asuntos de leyes deben ser aprobados por mayoría simple (65 votos). Los plebiscitos para asuntos constitucionales deben ser aprobados por mayoría calificada (86 votos). En este caso, la votación fue de 56 votos a favor de la consulta y 66 votos en contra.
Las movilizaciones con las antorchas representan la luz de la esperanza, y se han realizado a nivel nacional e internacional, así mismo la huelga de hambre de desarrolló en diferentes ciudades del país, y se planean nuevas estrategias para continuar con la exigencia de un alto a la impunidad, y que se instale la CICIH, pero esto solo será posible con voluntad política, como lo ha manifestado la coordinadora general del COFADEH, Bertha Oliva.
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