jueves, 13 de agosto de 2015

Almas gemelas



“Existe una campaña de exterminio contra el pueblo Tolupán”  

Mauricio Oliva, presidente del Congreso Nacional, puesto por Juan Orlando Hernández, dijo después de que el Congreso Nacional enterró con sus votos el plebiscito sobre la CICI, que en Honduras existía la democracia, con sus mecanismos y normas de participación. Sus leyes se respetaban, que así funcionó para decidir sobre el plebiscito y así funcionará al momento de elegir a los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Por su parte un dirigente político del partido LibRe, en una comparecencia radial cuestionó la decisión del Congreso, y con la seguridad y firmeza de quien está seguro de sus convicciones dijo que era bueno que eso pasara para que la gente se diera cuenta el tipo de políticos que están gobernando, “para que en el próximo proceso electoral el pueblo les pase la cuenta votando en contra”.
Las dos expresiones tienen algo profundamente en común: ambas se basan en la aceptación a rajatabla de que el estado actual de cosas se resuelve y se dirime en las urnas electorales, aunque se digan con discursos diversos y con fraseologías aparentemente distintas. Las palabras son las de menos. Ellas pueden engañar, hacernos creer que los colores distintos hacen distintos a los políticos. La actitud y la relación con la realidad es lo que establece las similitudes o las diferencias.
Las dos expresiones se sostienen en dar todo el peso del poder a sus instituciones partidarias y en ver al resto de la sociedad como el lugar donde conseguir votos y en destinataria de las decisiones de las dirigencias de los partidos políticos. Y esto es muy importante anotarlo, porque las elecciones hacen que los dos liderazgos, desde posiciones diversas, acaben siendo dos emblemáticos demócratas de este tipo de democracia elitista y clientelar, y ambos miran todo lo que ocurre como oportunidad para la campaña electoral. Y los dos acaban viendo a la gente como potenciales clientes para las urnas electorales. Ambos coinciden en que las elecciones es escenario privilegiado en donde dirimir las diferencias.
Los procesos electorales son instrumentos necesarios para avanzar en la búsqueda de respuestas al profundo deterioro de nuestro país. En un momento determinado hemos de acudir a elegir a nuestras autoridades en las urnas electorales. Lo que ocurre es que las expresiones de estos políticos dejan establecido que todo lo que ocurre en Honduras está visto desde los intereses electorales de sus partidos, y todos los demás somos vistos y tratados desde el lente electoralista. Valemos o no valemos según lo que redituemos para sus intereses proselitistas.
Los políticos, cuando están aparentemente en posiciones extremas al final de cuentas acaban coincidiendo porque se atraen mutuamente, aunque parezcan ante los ojos de incautos como enemigos. Y siendo como son, externamente distintos, y ubicados en dos institutos políticos, nacieron, crecieron y serán por siempre y para siempre dos almas gemelas.

No hay comentarios: