Unidos por la defensa de los recursos naturales, la base de varias organizaciones comunitarias en compañía de las autoridades municipales, llevan un proceso integral en la protección de bienes comunes amenazados por la minería, la deforestación y la caza de animales. La última decisión fue la aprobación para compra de tierras donde están ubicadas las microcuencas de agua que abastecen a la población de El Negrito, Yoro.
“Aprobamos que por manzana de tierra ubicada en las cuencas de agua se debe pagar un máximo de 10 mil lempiras”, indicó el alcalde negriteño Delbin Salgado, al concluir el cabildo abierto desarrollado la mañana del jueves en el centro social de dicho municipio.
“El tema de la protección de los recursos naturales nació hace más de un año cuando la deforestación de la montaña Mico Quemado estaba a punto de acabar con al menos el 60% de las microcuencas”, manifestó el sacerdote Andrés Colindres, párroco de El Negrito y tesorero del Comité de Compra de Microcuencas.
De acuerdo al edil, para la compra de las microcuencas consensuamos con la población crear una tasa mensual de 10 lempiras por persona y de forma gradual irnos apoderando de por lo menos unas 20 manzanas de tierra alrededor de cada fuente de agua.
Decisiones integrales
Después de varios meses de lucha, las organizaciones comunitarias a través de cabildos abiertos lograron que la corporación municipal aprobara la declaración de “municipio libre de explotación minera”. Esta decisión fue tomada a petición de más de 50 comunidades que componen el municipio.
Así mismo se decretó una veda forestal por 10 años, que culminará hasta el 28 marzo de 2024, por lo que no aceptarán planes de manejo de ninguna índole.
“Con estas acciones, los ciudadanos envían un claro mensaje a las autoridades del gobierno central, sobre su oposición contra la explotación de los recursos naturales que son una fuente vital para asegurar el bienestar del pueblo”, indicó el sacerdote Andrés Colindres.
Agregó que las instituciones del gobierno han dado premisos para la exploración minera en las comunidades de Guaniquile y San José, donde buscarán oro; mientras que en la zona de Guaymas quieren sustraer carbón, con lo cual asegura, afectarán alrededor de 12 fuentes de agua.
“Estamos en contra de aquello que venga a hacernos daño. Todas las fuentes de agua dependen de la parte alta de la montaña y es precisamente allí donde se quiere hacer la explotación minera”, expresó Ana Padilla de la Organización comunitaria Agua Para Mi Comunidad.
Veda en la caza de animales
La vida de las aves silvestres y mamíferos también están siendo protegidas, fueron las mismas comunidades y las autoridades municipales que también determinaron emitir un acuerdo para proteger la fauna por 10 años en el municipio.
“Gracias a la medida hemos logrado rescatar un buen porcentaje de pericos, ardillas, conejos entre otros animalitos de las garras de cazadores. Ha estos se les ha aplicado todo el peso de la ley y han pagado sanciones económicas por el delito”, expresó el alcalde.
Constantemente se desplazan por la zona agentes de la Policía y militares, en algunas ocasiones van directamente a sitios específicos donde se denuncia a grupos de hombres que realizan ese tipo de actividades.
El funcionario explicó que hace más de 20 años, en el sector era común ver venados, tigrillos, ardillas, gatos de monte, guaras, loros, entre otras especies, pero la acción del hombre provocó que estos fuesen desapareciendo, por tal razón actuaron para que estos se reproduzcan y engalanen el bosque.
“Con el fin de que la población colabore, en el acuerdo municipal se establece que se pagará 5,000 lempiras de recompensa al ciudadano que denuncie un hecho de esa naturaleza y que a la vez permita la aprehensión del o los individuos que violen la disposición.
Creemos que es el pueblo el que tiene que decidir sobre el futuro de los recursos naturales y si ellos han decidido no permitir la deforestación, la caza de animales y la instalación de compañías mineras, no se puede hacer, porque el pueblo es el soberano”, enfatizó el alcalde de El Negrito, Yoro.
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