martes, 25 de noviembre de 2014
Armada y Molesta está la Policía Nacional en Honduras
Gran sorpresa causó el anuncio del ministro de seguridad, Arturo Corrales, quién dijo en conferencia de prensa, que el director general de la Policía Nacional, Ramón Antonio Sabillón Pineda, queda fuera del cargo y que en su lugar se nombraba al comisionado general Félix Villanueva Mejía.
“Más allá de a quién nombren, en este caso que llega Villanueva, toma la policía realmente en condiciones muy malas. Va encontrar una policía muy molesta y además armada. No hay que perder de vista que la policía ha tenido manifestaciones de crisis muy fuerte como realizar una huelga hace unos años. El Comisionado Villanueva tiene que lidiar con esta crisis interna pero también con graves problemas de inseguridad que enfrenta la población,” expresó el experto en temas de seguridad, Fabricio Herrera.
La noticia se regó como pólvora, incluso se filtró a la misma policía antes de ser conocida oficialmente, y provocó que la cúpula policial se reuniera de emergencia y se temía que cerraran filas para no permitir la destitución del director Ramón Antonio Sabillón Pineda.
Desde octubre de 2011 se han nombrado a cinco directores de la policía. De todos el que más ha durado es el general Juan Carlos “El Tigre” Bonilla que estuvo por año y medio. La mayoría de los últimos directores policiales no han pasado de estar más de seis meses en sus cargos.
Retroceso
Con respecto a la forma cómo fue destituido el comisionado Sabillón, Fabricio Herrera asegura que significa volver al pasado. “Volvemos aceleradamente a los años 80´s. En esta situación convergen tres crisis. La crisis histórica de seguridad que tenemos. También hay una crisis interna de la policía con sus vínculos con el crimen organizado. La policía ha venido de escándalos tras escándalos y remezones tras remezones. A esta crisis se le suma la crisis generada por los delirios de militarización del presidente Juan Orlando Hernández” dijo Herrera.
“No es el fin de un capítulo de una historia, sino un capítulo más de una buena historia, un capítulo más de un recorrer en el servicio de la patria que inició el comisionado Ramón Sabillón y que hoy fue removido para que continúe con su buena labor a favor del país en la Organización de las Naciones Unidas”, justificó ante los medios el secretario de seguridad, Arturo Corrales.
Herrera aseguró que esta nueva crisis es provocada por los deseos del presidente Juan Orlando de pasar a la Policía Nacional bajo la égida militar como estuvo desde el golpe de octubre de 1963 con Villeda Morales hasta que en 1998 retornó al control civil. “Tenemos a una policía que se resiste a ser degollada y su director actúa en consecuencia con eso, pero finalmente es destituido”.
Intervención
La destitución del jefe policial estuvo antecedida por una visita inesperada al país de un nutrido grupo de personas del pentágono de los Estados Unidos encabezada por el jefe del Comando Sur, John Kelly, quien bajo la excusa de realizar una evaluación a las operaciones de lucha contra el crimen y el narcotráfico implementadas durante los últimos diez meses en el territorio nacional, partició en la decisión de descabezar a la Policía Nacional.
El grupo estaba conformado por al menos 17 agencias estadounidenses que asesoran al presidente Barack Obama, incluido también el almirante Paul F. Zukunft, comandante de la Guardia Costera de Estados Unidos.
“La presencia de Estados Unidos directa en la crisis, en términos policiales ha sido visible e inocultable. Por ejemplo se movieron una caravana de vehículos de la embajada durante la noche al cuartel de Casamata a resolver la crisis. Hay que reconocer que estamos bajo el control de los norteamericanos,” explicó Fabricio Herrera.
Policía Militar
La Alianza por la Paz y la Justicia, APJ, condena y se opone a que la influencia militar predomine en las acciones de seguridad por parte del Estado. Para dicha organización, la militarización es un error, ha sido un error en otros países, y lo único que deja son costos elevados y muy pocos productos positivos.
“Los diputados, en lugar de estar obsesionados con elevar a rango constitucional a la Policía Militar, deben priorizar temas como la dotación de recursos para programas de prevención de la violencia con enfoque en la juventud, fortalecimiento de las unidades de investigación criminal como Dirección Nacional de Investigación Criminal y la Agencia Técnica de Investigación Criminal del Ministerio Público y la despolitización del poder judicial para que todos seamos tratados adecuadamente en juicio” dijo Omar Rivera, coordinador de incidencia de la APJ.
Aunque los llamados partidos de oposición han manifestado oponerse a la medida, la ciudadanía no termina de creerles ya que en el Congreso Nacional es insospechado lo que puede suceder. “Lo que sí está claro que si ellos siguen dedicando su tiempo a este tipo de temas, que para nosotros son marginales, y no a los temas sustanciales, la lucha contra la delincuencia seguramente no va a tener el éxito esperado,” explicó Omar Rivera.
La APJ es de la idea que Juan Orlando Hernández busca salirse con la suya, a como dé lugar, independientemente que la mayoría de los partidos políticos, la mayoría de organizaciones de sociedad civil y los organismos internacionales le recomienden lo contrario.
Posibilidades de una revuelta
Omar Rivera reconoció que la apuesta del gobierno es fortalecer a los militares y debilitar a la Policía Nacional. “La policía militar está recibiendo muchísimos recursos en los últimos años en el país y no hemos visto los resultados trascendentales” dijo Rivera que aseguró que “solo fortaleciendo a las instituciones civiles son las que pueden modificar la situación en el país, y las instituciones civiles son la Policía Nacional, el Ministerio Publico y el poder judicial”.
Los últimos acontecimientos que han generado escándalo en la Policía Nacional y sumado a las intenciones del gobierno de hacer desaparecer al ente de seguridad con el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas por medio de la Policía Militar.
“Está claro que la policía tiene muy pocas posibilidades de hacerle frente a un ataque militar pero algunos miembros de la policía han dicho públicamente que ellos tienen muy poco que perder, es decir que hay una disposición y un ambiente muy caliente, hay un muy fuerte malestar, y la destitución de Sabillón puede ser un detonante” expresó Fabricio Hererra.
Herrera puso como ejemplo el caso de la hermanitas Alvarado en Santa Bárbara donde la policía actúa con una eficiencia inusual. “Y en el contexto de la militarización de Juan Orlando, se vuelve inusual porque actúa sola, allí no vimos fiscales, vimos una casi invisible presencia militar, no vimos a los Tigres, sino que la policía actúa sola y un ministro totalmente desinformado dictando opiniones públicas en la que daba información que ya todos manejábamos” analizó Herrera.
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