martes, 11 de noviembre de 2014

Impunidad y Violencia se expresan en el asesinato de la hija del periodista Espinoza



Recientemente en Centroamérica se reunían comunicadores sociales en Costa Rica para hablar de la violencia que se ejerce contra el derecho a la libre expresión. Se hablaba que menos del 10% de los casos de asesinatos a periodistas se resuelven y en Honduras es una realidad. Van 37 periodistas asesinados después del golpe de Estado, además de 4 hijos de periodistas que han sido asesinados sin ser esclarecidos estos crímenes.

Ayer, las autoridades informaron al periodista Ronny Espinoza de Radio Globo, que su hija era la joven sin vida encontrada en la colonia San Francisco de Tegucigalpa el pasado domingo. 

La adolescente de 14 años Merelym Abigail Espinoza Bustillo, se sumó a la lista de mujeres jóvenes asesinadas en Honduras que va en aumento cada año. Espinoza, durante el velorio de su pequeña, llorando exigió a las autoridades que den con los culpables de este atroz crimen y que su hija no solo sea una estadística. 

Según el periódico digital Conexihon perteneciente a la Comisión por la Libre Expresión (C-Libre), los padres de la víctima viven en la colonia Altos de Centro América, también al norte de la ciudad, mientras la niña vivía con una tía en la colonia Vista Hermosa, cercana a la colonia San Francisco.

"De manera oficial, la causa de muerte es indeterminada y con los análisis de siete laboratorios forenses se determinará el tipo de lesiones y otro tipo de evidencias para esclarecer este crimen, todo está en proceso de investigación", detalló la portavoz de Ciencias Forenses, Issa Alvarado.

“Me la tiraron a un abismo”, repetía este 4 de noviembre el periodista Espinoza, en la Sala de Dolientes de la Morgue capitalina.

 “Yo le mandaba mensajitos, WhatsApp. Iba a llegar a la casa y desde el viernes se me perdió”, repetía en la misma sala la madre de la víctima, Karla Patricia Bustillo.

“Mami me invitaron a cenar y estaré de regreso a las 9:00 de la noche”, le dijo su hija a Bustillo, “pero Abigail no llegó a las 9:00 am y comencé a preocuparme”, manifestó Espinoza en sus declaraciones ante la prensa.

Entretanto, unos minutos antes de esas escenas de dolor el director de Radio Globo, David Romero Ellner, dijo la tarde de este martes en la emisión del programa Interpretando la Noticia que por la mañana, mientras buscaba a su hija desaparecida, el comunicador les mandó unas fotografías.

“Nos pusieron a un comisionado que dijo que iba a hacer  todo lo posible, pero eso fue hasta hoy. Ella desapareció el sábado y la encontraron muerta. Este 24 de noviembre cumplía los 15 años. Fue encontrada vilmente asesinada, torturada. Es una víctima más de esta violencia institucionalizada”, atribuyó Ellner.

“La niña vivía con la tía (Cuñada del periodista) porque cuando quería estar con  mi hermana se iba a estar su par de días. La ví por última vez el jueves y ella era así sólo era risas. No sé cómo ha pasado esto ni yo misma lo entiendo”, explicó la cuñada de Espinoza. 

Las investigación criminal deberá precisar con quiénes intercambiaba mensajes en su WhatsApp, los lugares donde vivió la menor, si en alguna de esas colonias tuvo algún novio y si había recibido amenazas en la colonia Centro América en  donde vivió junto a un amigo, si tenía intenciones de emigrar ilegalmente del país y si tenía algún tipo de empleo que le permitía tener acceso a dinero y a comprar, según algunas versiones de los familiares de la víctima.

Con el asesinato de Abigail Espinoza ya son 5 los hijos de periodistas asesinados en Honduras.

Axel Danel Menjívar Lara (22),  nieto del periodista Jesús Vélez Banegas y su padre era el también comunicador social Jesús Alberto Menjívar. Gary Jesús Menjívar (19) el 29 de marzo de 2012, hijo del mismo periodista. 

Steven Yazzir Zelaya Andino (18), la madre es la periodista Ana María Andino, quien labora en la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (INSEP).

Igualmente, Katleen Nicolle Rodríguez Cabrera (16), hija de la periodista Karol Cabrera, quien se mantiene en el exilio en Canadá fue asesinada el 15 de diciembre de 2009, en la cuesta entre el barrio El Chile y la colonia Cerro Grande. 

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