sábado, 8 de noviembre de 2014
Arena Blanca da sus primeros pasos hacia la auditoría social
Cientos de habitantes de la comunidad de Arena Blanca, al sur del municipio de El Progreso, Yoro, depositaron su confianza en Leónidas Alberto, un joven que eligieron el pasado lunes como coordinador del Comité Comunitario de Transparencia. Esta comisión está integrada por cinco jóvenes, quienes fueron seleccionados en una asamblea extraordinaria convocada por el patronato, y donde también participaron en calidad de observadores varios regidores municipales y líderes de comunidades rurales y urbanas.
“Vamos a luchar para que en esta comunidad de Arena Blanca haya transparencia en todos los proyectos que se realicen. Que el dinero que pagamos por impuestos regrese en obras de mejoramiento, que sea bien invertido porque esto será para desarrollo de mi comunidad”, dijo Leónidas Alberto, minutos después de su elección.
Esta es la primera vez que se elige en una comunidad del sector una Comisión Comunitaria de Transparencia y que se hizo de una manera muy popular y participativa. En vez de usar votos de papel, utilizaron granos de maíz y frijoles.
Esta iniciativa de formar una Comisión Comunitaria de Transparencia nace después de un proceso de capacitación a algunos dirigentes de la comunidad, entre ellos, miembros del patronato, de grupos juveniles y campesinos, destinada a la importancia de hacer auditoria social. Los participantes vieron la necesidad de auditar los proyectos realizados en Arena Blanca, porque hay muchas dudas en el manejo de los presupuestos.
Leónidas Alberto y sus cuatro acompañantes fueron juramentados como Comisión Comunitaria de Transparencia por el regidor municipal Osman Paz, quien dijo sentirse muy complacido por la participación de la comunidad en dicha actividad y que ellos como autoridades estarán dando todo el apoyo que les soliciten. Asimismo dijo que Arena Blanca tiene un buen patronato y que por lo tanto él como autoridad se compromete a gestionar que se haga de nuevo el pavimento.
Necesidad de auditar
La auditoría social es de mucho beneficio para el buen vivir de las comunidades y también para que las autoridades administren mejor los recursos que se recaudan en el pago de impuestos, las donaciones, las transferencias y todas las finanzas. Se trata de que las cuentas estén claras para las autoridades y para las comunidades.
Estos primeros pasos que los habitantes de la comunidad Arena Blanca están dando hacia la auditoria social, es fruto de un proceso de capacitación sobre este tema. Primero los dirigentes hablaron sobre la importancia de hacer una auditoria social sobre un proyecto de pavimentación de unas cuadras de la calle principal que apenas duró unos meses y cuando llegaron las primeras lluvias todo se destruyó.
También comentaron sobre el proyecto de reparación de una cancha de futbol que según los dirigentes, quedó peor después de terminado dicho proyecto. “Hay muchas dudas en la eficacia de estos proyectos, no se sabe cuánto se invirtió ni qué cantidades de cemento, piedra, arena y otros materiales se compraron”, dijo Fredy Membreño presidente del patronato. Lo que sí tienen bien claro los pobladores es que el proyecto de pavimentación falló y no fue lo que ellos esperaban.
La Comisión Comunitaria de Transparencia de Arena Blanca, sabe de las grandes tareas que tiene que realizar. Y para ello cuentan con el apoyo de las organizaciones locales y de la comunidad en general. Lo que sigue es capacitar a los miembros de la comisión para dar estos pasos hacia la auditoria social y lograr la transparencia en todo. Esto ayudará a bajar los niveles de corrupción en los proyectos y también la impunidad.
Sobre Arena Blanca
Arena Blanca, es una aldea conocida a nivel nacional por su tradicional celebración al Cristo Negro de Esquipulas. En la iglesia católica de este lugar se encuentra una réplica del Señor de Esquipulas y cada 15 de enero, miles de feligreses llegan de diferentes partes del país a esta festividad religiosa.
En Arena Blanca viven aproximadamente unas 450 familias, la mayoría de ellas fueron damnificadas por el Huracán Mitch que azotó a Honduras en octubre de 1998. Se considera un lugar con varias vulnerabilidades: económica, social y también ambiental.
Durante la festividad, el Patronato aprovecha para juntar a varios pobladores para realizar labores de sensibilización, incluyendo un viacrucis de reclamo, de protesta y de denuncia para que los visitantes sepan que además de recibirlos también están informándoles de los problemas locales y que urge la respuesta de las autoridades.
En el lugar hay 26 organizaciones comunitarias, entre ellas grupos juveniles, campesinos, Asociación de Padres y Madres de Familia, Junta de Aguas, patronato, mujeres organizadas entre otros. Actualmente cuentan con sistema de agua que es administrado por los mismos pobladores. Tienen luz eléctrica y otros servicios que se han conseguido a través de la lucha comunitaria. Actualmente están haciendo esfuerzos para que el kínder y la escuela funcionen.
Sin embargo falta mucho por hacer, como tener un centro de salud, un centro comunal, mejorar la educación y algunos espacios públicos, como el parque donde todas las tardes se reúnen los muchachos y muchachas a platicar y compartir.
Las únicas fuentes de empleo que se encuentran en Arena Blanca solo es en las cañeras que es un trabajo mal pagado. La mayor parte de sus pobladores viajan a El Progreso y La Lima, a trabajar en las maquilas. Otras personas han logrado conseguir empleo en San Pedro Sula.
En los últimos años, varias de las organizaciones locales se han preocupado por defender la montaña de Mico Quemado que es donde nace el agua que se consume en todo el municipio. Asimismo están intentando enseñar a los niños, niñas y a la juventud algunas actividades para reducir la contaminación y de esta manera proteger el ambiente y sobre todo reducir los riesgos a las enfermedades.
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