lunes, 19 de agosto de 2013
Crónica desde La Esperanza: En defensa de los defensores de la vida
Por Sandra Marybel
Hoy fue uno de esos días que se le arrebatan a la violencia en que estamos sumidos y en los que se recupera la fe en los seres humanos. Uno de esos días en los que la solidaridad se encarna en hombres y mujeres que reafirman nuestras utopías.
Por supuesto que eso no ocurrió en el centro político del país, donde se trafica y se transa con todo. Ocurrió en la comunidad de La Esperanza, Intibucá, que aunque lleva el nombre del último de los males de la Caja de Pandora, hoy nos llenó de esperanza, de la buena, de la que moviliza, de la que se transforma en convicción.
No es casual que haya ocurrido en ese lugar, la cuna de los copines y las copinas, como le decimos cariñosamente a los hombres y mujeres que conforman el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), quienes llevan dos décadas dándonos ejemplo de que la patria y los bienes comunes de la naturaleza deben defenderse con la vida si es necesario, y que la solidaridad es una práctica, que éticamente nos coloca a la par de quien la necesita.
Hombres y mujeres, que valoramos la dura y riesgosa lucha que sostiene el pueblo lenca de Río Blanco, bajo el liderazgo de la Coordinadora General del COPINH, Berta Cáceres, en defensa del Río Gualcarque, que para ese pueblo y para todos pueblos es sinónimo de vida; nos autoconvocamos y llegamos hoy de todas partes de Honduras y de más allá de nuestras fronteras, a acompañar a la compañera, a Tomasito y Aureliano, a una audiencia de imputados, por supuesta comisión de delitos en contra de los intereses de las empresas DESA y SINOHYDRO, una trasnacional china dedicada a la construcción de represas.
Poco a poco, el parqueo del "Palacio de la Justicia de la Esperanza", se fue llenado de colorido y calor, al escuchamos el Himno Nacional Resistente cantado por Karla Lara y La Casa de la Justicia, sí, esa de la genial inspiración del rebelde"pueta" Sosa y su "templo de encantadores de serpientes", también escuchamos encendidos discursos solidarios, llenos de rabia por la injusticia de un Sistema de Justicia que sigue criminalizando las luchas sociales.
La emociones fueron fuertes y múltiples, pero llegaron al clímax, cuando vimos salir de ese frío edificio de altísimas columnas de cemento (burda imitación de la Casa blanca de los yunai esteis), a Bertita, como cariñosamente le decimos, y a sus dos compañeros, flanqueados por la imponente presencia de la mundialmente conocida Defensora de los Derechos Humanos y Senadora del pueblo colombiano, Piedad Córdoba, y de su apoderado legal, por convicción y compromiso con la resistencia del pueblo lenca, abogado Víctor Fernández.
Para describir la emoción de tanta solidaridad, y de ver libres (por ahora), a estos luchadores sociales, hacen falta palabras, por eso decidí traerles las suyas, para que por este medio prueben un poquito de lo que vivimos allá. También adjunto las palabras de Pascualita, Miembra del Consejo de Ancianos del COPINH
Artículo 2 del Convenio169 de la OIT
Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto de su integridad.
Artículo 6 del Convenio 169 de la OIT
Al aplicar las disposiciones del presente Convenio: a) Deberán reconocerse y protegerse los valores y prácticas sociales, culturales, religiosos y espirituales propios de dichos pueblos y deberá tomarse debidamente en consideración la índole de los problemas que se les plantean tanto colectiva como individualmente; b) deberá respetarse la integridad de los valores, prácticas e instituciones de esos pueblos;
1.- Al aplicar las disposiciones del presente Convenio, los gobiernos deberán: a) consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente;
2.- Las consultas llevadas a cabo en aplicación de este Convenio deberán efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias, con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas propuestas.
Artículo 6 del Convenio 169 de la OIT
1.- Los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural.
Además, dichos pueblos deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente.
2.- El mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo y del nivel de salud y educación de los pueblos interesados, con su participación y cooperación, deberá ser prioritario en los planes de desarrollo económico global de las regiones donde habitan. Los proyectos especiales de desarrollo para estas regiones deberán también elaborarse de modo que promuevan dicho mejoramiento.
3.- Los gobiernos deberán velar por que, siempre que haya lugar, se efectúen estudios, en cooperación con los pueblos interesados, a fin de evaluar la incidencia social, espiritual y cultural y sobre el medio ambiente que las actividades de desarrollo previstas puedan tener sobre esos pueblos. Los resultados de estos estudios deberán ser considerados como criterios fundamentales para la ejecución de las actividades mencionadas.
4.- Los gobiernos deberán tomar medidas, en cooperación con los pueblos interesados, para proteger y preservar el medio ambiente de los territorios que habitan.
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