Cada año el galopante desempleo en Honduras avanza entre un tres y cuatro por ciento en Honduras y actualmente existe un millón 800 mil personas que se aventuran diariamente para sobrevivir optando por cualquier actividad que les genere algún recurso económico para el día, de esa cantidad 750 mil jóvenes ni trabajan, ni estudian, se les conoce como “nini´s” y ellos potencialmente son presas de actividades delictivas, se reconoció oficialmente.
Así lo informó el subdirector nacional de Empleo de la secretaría de Trabajo, Carlos Madero, quien manifestó su preocupación por la tasa de jóvenes que no estudia ni trabaja y que alcanza el 23 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir alrededor de 750 mil jóvenes que no tienen ninguna actividad determinada.
“Eso es más complicado que solamente el problema de los desempleados, porque la pregunta fundamental es: ¿Si no estudian, ni trabajan, de dónde obtienen sus propios ingresos?”, apuntó.
En ese sentido, el funcionario manifestó sus sospechas de que al estar desocupados, no se descarta que esos jóvenes, pudieran estar involucrados en actos delictivos para poder sobrevivir.
“Al momento que un joven no está estudiando ni está trabajando, en la cultura de delincuencia que se vive en el país, son objetivo de este tipo ingresos mal habidos y sabemos que la dignificación viene por el trabajo remunerado”, apuntó.
Advirtió que esa situación es peligrosa pues cada año el número de jóvenes que no trabajan ni estudian aumenta y en ese sentido, las propuestas de los candidatos presidenciales que participarán en las elecciones generales de noviembre próximo, deben estar orientadas a atacar ese problema.
Pero contrario a lo que se pueda pensar de que solamente los jóvenes que habitan en sectores marginales urbanos son los que pueden estar metidos en la criminalidad, organismos como la secretaría de Defensa, manejan que hasta mozalbetes que pertenecen a la clase media y alta pudieran estar involucrados en el crimen organizado que recluta a los jóvenes para traficar drogas.
En ese sentido, el ministro de Defensa, Marlon Pascua, aseguró que jóvenes de alta sociedad y bien educados están vinculados al crimen organizado en Honduras.
Detalló que en la lucha que se lleva a cabo contra el crimen organizado, han encontrado indicios de corrupción por parte de muchos hondureños involucrados a todo nivel, “hemos encontrado y hay indicios fuertes de que hay jóvenes de la alta sociedad y que han sido bien educados, los cuales desgraciadamente han encontrado una forma de obtener recursos fáciles y han sido contaminados por el crimen organizado”.
Asimismo, análisis sobre la criminalidad en Honduras, señalan que muchos jóvenes están participando en delitos como la extorsión, el robo a mano armando y hasta en el sicariato.
Por otro lado, un estudio revela que el 60 por ciento de las personas que emigran ilegalmente del país son jóvenes, por lo que urge reforzar las políticas para atender el desempleo, inseguridad, falta de salud y educación.
Otro estudio realizado por las Naciones Unidas, reveló que Honduras se ubicaba entre los países más peligrosos del mundo y que la tasa de asesinatos es igual o mayor que en países en guerra.
En ese sentido, las masacres de jóvenes en Honduras se ha vuelto un hecho cotidiano, presumiblemente por su involucramiento en actividades delictivas, principalmente el narcomenudeo y la pelea de territorios por parte de miembros de maras y pandillas.
La revista Forbes también situó este año al país como uno de los lugares menos atractivos del globo terráqueo para las inversiones, solamente por delante de las naciones africanas Zimbabue y Chad.
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