martes, 27 de agosto de 2013

Hablar sin miedo en Honduras


El 24 de junio de 2013 en San Pedro de Sula, Honduras, un grupo de hombres armados sacó por la fuerza de su vehículo a Aníbal Barrow, un popular presentador de 58 años en Globo TV. Los restos de Barrow, aparecieron carbonizados y mutilados el 10 de julio. De esta manera Barrow se sumó a la lista de 29 periodistas asesinados en Honduras desde 2009, poniendo fin a un periodo en el que el número de muertes se había estabilizado.

La ferocidad de ataques como este no solo tiene un profundo efecto sobre los trabajadores de los medios de comunicación, sino en el conjunto de la sociedad hondureña. Crea un clima de terror en el que el silencio pasa a formar parte de la estrategia de supervivencia de la gente.

La asociación de periodistas de Honduras tenía planeado organizar una mesa redonda para discutir el Plan de acción de la UNESCO sobre la seguridad de periodistas y la cuestión de la impunidad el 27 de junio, pero decidió cancelarla para apoyar a la familia de Barrow en las tareas de búsqueda.

Una destacada ONG hondureña llamada “Comité por la Libre Expresión” (C-Libre) dirigió los debates sobre el plan de acción de la ONU programados para el 28 de junio en Tegucigalpa, a pesar de que C-Libre también seguía de cerca la investigación sobre el asesinato de Barrow.


C-Libre reunió a 34 profesionales de los medios de comunicación, entre ellos un periodista del grupo Globo TV en el que trabajaba Barrow, directores de medios de comunicación, asociaciones profesionales, así como representantes de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos de Honduras, de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional. Los debates se centraron en el análisis de la situación, el estado de derecho, las medidas de seguridad y los mecanismos de coordinación.

Durante la mesa redonda se destacó que muchos trabajadores de medios hondureños subestiman las amenazas y minimizan los signos de alerta, en lugar de señalarlos. Respecto a este tema, la meda redonda recomendó desarrollar:
  • Una base de datos de periodistas y comunicadores sociales.
  • una campaña de concienciación sobre los riesgos que enfrentan los periodistas.
  • protocolos de seguridad y cobertura de medios, así como mecanismos de autoprotección y un “sistema de alerta temprana” para periodistas.
  • una plataforma nacional para el diálogo sobre libertad de expresión así como el desarrollo de capacidades en el área del periodismo de investigación, ética profesional, etc.
  • Los participantes subrayaron que estas acciones necesitan el apoyo del estado, la sociedad civil, las agencias de cooperación internacional y las Naciones Unidas.


Otras recomendaciones hacían referencia a algunas iniciativas legislativas en curso, a cuestiones en torno a la propiedad de los medios de comunicación y a asuntos relacionados con los sindicatos y que han estado causando controversia en los medios de comunicación y el espectro político en Honduras. Los participantes de la mesa redonda acordaron que las discrepancias han afectado a la unidad entre los periodistas en lo que respecta a cuestiones de seguridad.

La polarización de los medios hondureños les impide hablar con una sola voz en contra de los asesinatos, a pesar de que el problema afecta a los profesionales de todos los ámbitos.  La UNESCO trabaja con sus socios a nivel nacional, regional e internacional para mantener en marcha el proceso de consulta sobre la elaboración de un plan de acción nacional eficaz y unificado sobre la seguridad de los periodistas en el que todas las partes de los medios y la sociedad pongan sus diferencias de lado para prevenir más asesinatos de periodistas.

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