Por Sandra Rodríguez
Grupos de estudiantes son parte de la reivindicación del dolor de cientos de víctimas de violaciones a los derechos humanos en Honduras, y el recuerdo que constituye la propia historia e identidad.
Varias secciones de la clase de Pedagogía general, salieron de los salones de clase para dar un recorrido por la Ruta de la Memoria, la cual consiste en conocer la historia y visitar lugares donde en la década de los ochenta fueron sitios de represión, tortura y muerte contra la víctimas de violaciones a los derechos humanos en Honduras, por parte de cuerpos represores del país, además de conocer.
Al menos 70 pasantes de la cerrera de Informática Educativa de la Universidad Pedagógica Nacional “Francisco Morazán”, en Tegucigalpa, hizo parte de este recorrido en los recientes fines de semana, con lo que se pretende que la memoria histórica no se quede sólo en palabras o papel.
La mayoría de participantes son maestros activos, por lo que el tema de memoria histórica se expande a los demás alumnos de primaria y secundaria de los centros educativos donde laboran.
Jorge Hernández, catedrático de sociología general, dijo que esta actividad es el inicio, como parte del plan de clases en la temática de movimientos sociales, lucha de clase, estructura social y económica, para fortalecer esos conceptos que se han vivido y se viven en la realidad nacional hondureña.
La Ruta de la Memoria está compuesta por cementerios clandestinos, cárceles clandestinas, cuarteles militares, plazas de reivindicación social de las víctimas, El Parque Natural de la Memoria en un Hogar Contra el Olvido y Galerías de memoria, y posee el poder de transformar gradualmente las emociones en conocimiento, acciones y conclusiones morales.
Esta consiste en un recorrido por la Antigua base Militar del Aguacate, el Cementerio Clandestino de la Montañita, por la cárcel clandestina de Amarateca y el antigua Cuartel Militar de Contra Revolución Nicaragüense conocido como el Diamante, El Cementerio Clandestino del Reventón, la Visita a la Histórica Plaza de los Desaparecidos en Tegucigalpa y la visita al Parque Natural de la Memoria denominado Lugar contra el Olvido.
Este es el camino entre la verdad histórica y la impunidad oficial, es la vía que las organizaciones de Derechos Humanos y de familiares de las víctimas de graves violaciones a los derechos fundamentales durante la década de los años ochenta han diseñado para derrotar la impunidad histórica.
Y comprende la conmemoración de un período de represión en Honduras, que advierte desarrollos riesgosos para el presente o para el futuro haciendo referencia al pasado.
A los estudiantes se les explicó que la Ruta de la Memoria es el recate preciso de lo sucedido, es la reivindicación del dolor de cientos de víctimas y el recuerdo que constituye la propia historia e identidad.
La memoria constituye el material indispensable para construir un futuro mejor, es la representación de todos los lugares de detención, tortura y ejecución que instaló el Estado en el marco de la Aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional.
Pero también es la representación de la solidaridad de los ideales y del patriotismo, de la vida, del reconocimiento histórico de la cruda realidad, y del posicionamiento de las víctimas en un contexto todavía vulnerable.
Esta propuesta novedosa surge a partir de la necesidad de preservar la historia de los hechos y evitar que el paisaje natural e histórico en que se dieron los hechos desaparezca.
Una de las procuradoras de derechos humanos, que acompañó a los grupos de estudiantes, es Nohemí Pérez, quien dio una reseña histórica del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, desde que se fundó en 1982.
Esta es una experiencia muy interesante, porque los estudiantes hacen preguntas y entre ellos mismos aportan conocimientos ya que son grupos muy variados en edad y procedencia.
Sin embargo muchos muestran asombro, porque hasta ahora, es que se les comenta de este tema de la llamada “década perdida”, explicó Nohemí, hermana de Samuel Pérez, desaparecido en 1982, cuando ingresaba a Honduras, en la aduana de Guasaule, al sur del país.
A medida transcurre el recorrido por la Ruta de la Memoria, se evidencia que la respuesta de los gobiernos de turno, no hacen nada ante las violaciones de los derechos humanos, explicó la Nohemí.
También les compartió los logros del COFADEH, y cómo familiares de detenidos desaparecidos, siempre mantienen la esperanza de rescatar el informe de los desaparecidos, del cual se ha hablado mucho desde el gobierno de Roberto Suazo Córdova (1982-1986) hasta la actualidad, sin saber nada de su contenido.
Pero aunque las autoridades callen, con estos recorridos por la historia, el COFADEH pretende mantener viva la memoria, aseguró Nohemí Pérez.
Luego vieron el documental “El Embajador” que refleja el trabajo de John Dimitri Negroponte, quien que fue embajador de Estados Unidos en Honduras en el periodo de 1981 a 1985, implicado en el secuestro, desaparición o asesinato de cientos de hondureños, y centroamericanos.
Algunos estudiantes dieron un recorrido por los lugares de la Ruta de la Memoria, en el centro de Tegucigalpa, como La plaza de los Pañuelos Blancos- Plaza La Merced-, donde el primer viernes de cada mes, y desde hace 30 años, el COFADEH realiza plantones para exigir justicia en los casos de 184 desapariciones forzadas en la década de los 80.
Uno de los lugares que más impactó a los y las estudiantes es conocer en Amarateca (30 km carretera al norte), la finca que fue propiedad del teniente coronel de infantería Amílcar Zelaya Rodríguez, donde había gente cautiva y torturada, en la década de los ochenta, pues era una cárcel clandestina, como se denunció en su momento.
Visitaron la zona del Hogar Diamante, allí era una zona de contra- revolución, donde ejercidos de los Estados Unidos llegaron a intimidar a la comunidad, apoderándose de las mejores tierras, explicó a los estudiantes los y las acompañantes del CODAFEH, este ahora es un centro de cuidado de niños y niñas en riesgo social.
Se visitó El Reventó, en el kilómetro 22 carreteras al norte, allí era botadero de cadáveres y ahora hay un balneario.
“El recorrido finalizó en Hogar Contra el Olvido, donde pronto estará a galería de Memorias Vivas, que podrá ser visitadas por todas aquellas personas que comparten nuestro dolor y nuestra lucha, sobretodo la esperanza que mantenemos por encontrar a nuestros seres queridos”, apuntó Nohemí Pérez, del COFADEH.
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