Radio Progreso
Berta Cáceres coordinadora general del COPINH llevaba más de 20 años luchando por los derechos del pueblo indígena Lenca de Honduras y la protección de sus territorios. Pese a denunciar amenazas en su contra, fue asesinada el 2 de marzo de 2016. Cinco años después de su asesinato, el hecho sigue impune.
Más de 35 días lleva el juicio contra David Castillo, gerente general de la empresa Desarrollos Energéticos, DESA, acusado de la coautoría en el crimen de la ambientalista Berta Cáceres. Desde el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, la familia de la ambientalista y el equipo legal constantemente se denuncia la parcialidad de la justicia hondureña en este crimen.
El juicio ha sido retransmitido en directo a través de las redes sociales del poder judicial, pero según las denuncias de las organizaciones que conforman la Misión de Observación Berta Cáceres, se hace sin el monitoreo presencial de observadores nacionales o internacionales de derechos humanos, hecho que limita la función de una observación técnica del proceso penal.
Hasta ahora, el Ministerio Público ha concluido la evacuación de sus pruebas, las acusaciones privadas han comenzado a evacuar las suyas, incluyendo a los peritos sociopolíticos, herramienta esencial para comprender plenamente los factores y el contexto que conducen a la comisión de crímenes contra las personas defensoras de derechos humanos.
El caso de Berta Cáceres es emblemático para Honduras y toda la región, ya que la impunidad estructural ha contribuido de manera significativa al aumento de los índices de violencia contra las mujeres y las personas defensoras de la tierra, los derechos de los pueblos indígenas y del medio ambiente, y hace que los casos de asesinatos contra defensores y defensoras no sean investigados ni procesados adecuadamente, dice un comunicado de la Misión de observación.
Desprestigiar su vida, una táctica
Durante las audiencias de juicio oral, la defensa de Roberto David Castillo, acusado de la coautoría intelectual de Berta Cáceres, ha desarrollado una narrativa con la cual intenta desprestigiar la vida y la lucha que realizó Cáceres, denuncia Yessica Trinidad, coordinadora de la Red Nacional de Defensoras.
Yessica Trinidad explica que el proceso judicial contra Roberto David Castillo, ex gerente de la empresa DESA, se ha convertido en juicio contra Berta Cáceres porque se está cuestionado su honestidad como mujer y tratándosele de vincular a otras actividades.
Viva Berta: el campamento
Frente a la sede de la Corte Suprema de Justicia, en Tegucigalpa, capital de Honduras, donde se desarrolla el juicio, organizaciones de mujeres, territoriales, populares y comunitarias, han instalado un campamento llamado Viva Berta, que busca acompañar la demanda de justicia y visibilizar los territorios que están en conflicto debido a la instalación de proyectos hidroeléctricos, mineros, fotovoltaicos, etc., que responden a la presencia de la industria extractiva.
“Es un campamento donde participamos mujeres, jóvenes y organizaciones de todo el país. Es un campamento que busca hacer presión y visibilizar que han pasado 63 meses desde el crimen de Berta Cáceres y la impunidad prevalece. Este campamento estará acá hasta que se logre hacer justicia para ella y todos los pueblos”, dice Katherin Cruz de la Red Nacional de Defensoras.
Diariamente el campamento es acompañado por organizaciones de todo el país que se unen al grito de justicia para Berta, justicia para los pueblos. Los garífunas al son de los tambores y el olor del incienso, preparan actividades artísticas, se organizan en los comités de vigilancia, preparan los alimentos, las mujeres llegan de distintos puntos del país, recordando a Berta y su trabajo en los territorios, y los niños y niñas con actividades de dibujo, manualidades o saltando rayuela conocen a Berta desde el campamento.
El campamiento se instaló desde el inicio del juicio. Es la solidaridad que lo mantiene en pie. Diariamente reciben a cientos de personas de distintos puntos del país que recuerdan el liderazgo de la ambientalista. Son las mujeres aglutinadas en la Red de Defensoras quienes impulsan su permanencia, es el COPINH con fuerza, resistencia y espiritualidad que lo mantienen en pie.
La Red de Defensoras invita a la ciudadanía, a las organizaciones y cualquier especio que abrece la causa Berta a ser parte del campamento feminista que reconoce las iniciativas de justicia. Además, abogan por la solidaridad de los pueblos, aportando alimentación, tiendas de campañas y kit de bioseguridad para las personas y comunidades que acuerpan el campamento.
Mientras el juicio sigue su curso, con amenaza de dejar en impunidad el crimen contra Cáceres, las organizaciones siguen presionando para que las autoridades hagan justicia, y así enviar una fuerte señal que los crímenes contra quienes defienden los derechos humanos no serán tolerados.
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