jueves, 8 de agosto de 2019

Declaración pública de la Compañía de Jesús en Canadá



Sobre la evaluación de Radio Progreso/ERIC por parte de la Organización Católica Canadiense para el Desarrollo y la Paz y de la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos.

En los últimos días, medios de comunicación canadienses han publicado correspondencia entre el Padre Ismael Moreno, SJ, Director de la Fundación ERIC y Radio Progreso en Honduras, y la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos (Canadian Conference of Catholic Bishops) y la Organización Católica Canadiense para el Desarrollo y la Paz (Canadian Catholic Organization for Development and Peace). Intervenimos públicamente tanto porque la prensa ha filtrado esta información como porque estamos profundamente preocupados por la seguridad de nuestros hermanos y hermanas en Honduras. Consideramos que la situación del Padre Moreno es de interés público, ya que el dinero recaudado cada año por la Organización Católica Canadiense para el Desarrollo y Paz proviene de miles de parroquias a lo largo de toda Canadá.

En febrero de 2019, nos enteramos de la suspensión temporal de grandes subvenciones de dinero a 52 socios de Desarrollo y Paz como parte de una investigación por parte del personal de la CCCB, con el fin de verificar su conformidad con la doctrina social y moral de la Iglesia. Nos sorprendió encontrar en la lista de organizaciones afectadas a la ERIC/Fundación Radio Progreso en Honduras, encabezada por nuestro colega jesuita Ismael Moreno.

El Padre Ismael Moreno (Padre Melo) es miembro de la Provincia Jesuita de Centroamérica. Profundamente arraigado en los valores evangélicos y motivado por su fe cristiana, el Padre Melo dedica su vida a defender los derechos fundamentales de las personas más marginadas y vulnerables de su país natal. Su obra ha sido reconocida internacionalmente por la Iglesia y las organizaciones civiles.

A través de ERIC y Radio Progreso, el Padre Melo y su equipo también trabajan para comprender en profundidad las causas económicas, políticas y sociales de las graves injusticias que afectan a Honduras y para denunciar a los responsables de las mismas.

El trabajo del Padre Melo y su equipo ha sufrido graves consecuencias: han recibido innumerables amenazas de muerte, hasta el punto de que él mismo se encuentra actualmente bajo protección policial. Por su compromiso, miembros de su equipo y colaboradores cercanos han pagado con sus vidas.

Estamos muy preocupados por la información que tenemos sobre los resultados de la investigación de 2018 realizada por la CCCB sobre los socios de Desarrollo y Paz. Esperamos que los criterios utilizados en el actual proceso de revisión se basen en una interpretación integral de la doctrina social de la Iglesia y en su defensa de la vida en todas sus dimensiones, en todas sus etapas y en toda su diversidad, así como en la denuncia de la pobreza como una afrenta a la dignidad de las mujeres y de los hombres, la promoción de la paz, la protección de los derechos humanos y la protección del medio ambiente.

Desde hace algunos años, el Papa Francisco ayuda a la Iglesia a superar el estancamiento de una concepción demasiado estrecha de la defensa de la vida. Nos recuerda que debemos recuperar la fuerte conciencia del discernimiento prudente y misericordioso, de la evaluación sabia y paciente requerida a la hora de aplicar la doctrina moral universal de la Iglesia a casos particulares.

Esto es lo que el Padre Melo quiere decir cuando escribe que debemos distinguir, por un lado, entre las opiniones de las personas que se expresan en medios como Radio Progreso, y por el otro, las pautas editoriales, las opciones fundamentales de la obra y las convicciones de sus líderes.

En una sociedad hondureña donde las instituciones cívicas se han derrumbado, donde las relaciones sociales deben ser reconstruidas y donde la violencia manda, la línea editorial de Radio Progreso y ERIC busca crear las condiciones para que las voces de la sociedad civil sean escuchadas y para que la vida política sea reconstruida. Ésta busca también abrir espacios, en esta conversación social y cívica, para la participación de los más pobres. Es inevitable, por lo tanto, que oigamos voces que se ajusten en gran medida a la doctrina social de la Iglesia, pero que no están del todo de acuerdo con cada uno de sus aspectos. Para que esta misión al servicio de la reconstrucción de la sociedad civil tenga éxito, la censura basada en una interpretación reductiva de una parte de la doctrina general de la Iglesia es peligrosa, precisamente porque excluye a actores importantes de la sociedad civil.

En este contexto, debemos confiar en el poder del debate social. La misión de la Fundación ERIC y de Radio Progreso es defender la vida en todas sus dimensiones, en cada una de sus etapas y en todas las situaciones. Los textos identificados en el proceso de revisión de enero de 2018 y enviados al Padre Melo no representan la naturaleza esencial de su trabajo ni la gran mayoría del contenido en sus publicaciones.

Quisiéramos reiterar a los líderes de la Iglesia canadiense y a los de Desarrollo y Paz la confianza que tenemos en nuestro colega Ismael Moreno y en las obras jesuitas en cuestión. Sabemos que el compromiso del Padre Melo y de nuestros colaboradores laicos es difícil de mantener en el contexto actual de Honduras y que a menudo son objeto de amenazas de muerte. Nos preocupa que con las acusaciones que circulan actualmente, la pérdida de apoyo de algunos grupos y líderes de la Iglesia pueda agravar aún más el peligro al que se exponen.

Entendemos que la CCODP necesita seguir su debido proceso al apoyar a sus socios en el extranjero; esto también es un discernimiento adecuado. Durante más de 50 años, el trabajo de la OCCDP ha demostrado su compromiso con la Iglesia y con los más marginados en su lucha por la dignidad. Esperamos que la OCCDP y los Obispos de Canadá continúen apoyando a nuestros hermanos y hermanas necesitados, y que lo hagan con claridad y transparencia, con el mayor respeto, poniendo cada tema en su contexto y bajo el signo de caridad cristiana que han demostrado durante décadas. Esperamos que los criterios, el proceso de revisión y sus conclusiones sean objetivos y, sobre todo, que reflejen el ideal de misericordia y justicia al que nos llama el Evangelio.

Como lo han hecho hasta ahora a través de la organización Canadian Jesuits International, los jesuitas de Canadá continuarán apoyando el trabajo de la Fundación ERIC y de Radio Progreso. Sabemos cuán esencial es la solidaridad y el apoyo financiero de muchas otras organizaciones internacionales para el cumplimiento de su misión. En un año en el que Desarrollo y Paz dedica especial atención al problema de la migración, y como todos somos testigos de la tragedia de las caravanas de migrantes centroamericanos, principalmente de Honduras, estamos convencidos de que debemos apoyar la labor del Padre Melo y su equipo en la defensa de los derechos humanos.

Por último, ofrecemos los frutos de la experiencia y la investigación de nuestros centros internacionales y de los centros sociales aquí en Canadá para ayudar a resolver esta preocupante situación.

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