jueves, 15 de agosto de 2019

"La dictadura comienza a erosionarse"



Una nueva fase de la crisis política está viviendo Honduras tras los señalamientos que narcos hondureños están haciendo contra el cuestionado presidente Juan Orlando Hernández. Estas nuevas menciones sobre la financiación de su campaña política a cambio de protección e impunidad, están generando una serie de reacciones y un crecimiento de la indignación nacional que demanda la salida inmediata del actual mandatario.

Para Mario Membreño, integrante de la conducción de la Convergencia Contra el Continuismo, es difícil que, por voluntad propia Juan Orlando Hernández vaya a tomar una decisión de abandonar el país. “Primero porque es prisionero de esos vínculos que ha establecido con el narcotráfico y el crimen organizado, en segundo lugar, porque son demasiados los intereses que están en juego, y en tercer lugar porque necesita defenderse a como dé lugar en una situación totalmente desventajosa para él”, aseguró Membreño.

Movilización en demanda a la salida de JOH.

Considera que los sectores que apoyan a JOH se están poniendo nerviosos con todo lo que se está ventilándose en las cortes norteamericanas. “Es importante recordar el documento de la Conferencia Episcopal bajo el título Basta Ya…, y entonces a partir de ese momento usted puede observar como otras fuerzas, ya no sólo la Iglesia, comienzan a poner distancia con respecto al régimen de Juan Orlando Hernández Alvarado, algunos abiertamente y otros mediatizadamente, pero es evidente que comienza la dictadura a erosionarse”, dijo el analista político.

Radio Progreso (RP) dialogó con Mario Membreño (MM), integrante de la coordinación de la Convergencia Contra el Continuismo.

RP. ¿Cómo valora lo que hoy vivimos en esta crisis continuada de una década?

MM. Los problemas los estamos viviendo desde el golpe de Estado en la que se crea una coyuntura que tiene por fondo una crisis del Estado oligárquico, una crisis que genera el golpe y se expresa entonces en el terreno político una crisis de institucionalidad. Ahora estamos entrando, poco a poco, en una nueva fase después de que se superara lo que se llamó crisis postelectoral que tenía en agenda dos cosas esenciales: la reelección inconstitucional y el fraude electoral como mecanismo descarado para imponer a Juan Orlando Hernández Alvarado al frente del gobierno. Esa crisis postelectoral se agotó y hemos entrado en una nueva fase.

RP. ¿Cuál es esa fase?

MM. En esta nueva fase se instala de nuevo el conflicto social, en pocas palabras aflora esa cantidad de problemas que no ha podido resolver la dictadura, dentro de esas circunstancias se produce esta información que proviene del distrito sur de Nueva York, que señala directamente a quienes desde la jefatura del gobierno están vinculados con el narcotráfico. Esto no es un hecho secundario, es un hecho fundamental porque se señala a quien, por mandato constitucional debiera ser responsable de toda la administración del Estado en sus aspectos más grotescos, me refiero a los vínculos estrechos que desde hace tiempo se conocen entre esa estructura del poder con el narcotráfico y crimen organizado. Esto en cualquier sociedad crea la necesidad de desplazar a quienes están asumiendo esa enorme carga de acusaciones.

RP. ¿Debe renunciar JOH?

MM. Creo que debe dejar el poder, bajo qué formas, hay serios problemas porque desde que se rompe el orden constitucional aquí la sucesión que señala la Constitución también está en una seria interrogante porque no hay Estado de Derecho; y al no haber Estado de Derecho, esa sucesión de presidente a vicepresidentes queda también sin fundamentos, entonces aquí de lo que se trata es que bajo cualquier circunstancia este hombre tiene que dejar el poder ejecutivo y aceptar que tiene que darle cuentas al país.

RP. No va a dejar el poder sólo porque los opositores se lo pidan dicen sus voceros.

MM. Él difícilmente, por voluntad propia, va a tomar una decisión al respecto, por varias razones: primero porque es prisionero de esos vínculos que ha establecido con el narcotráfico y el crimen organizado, en segundo lugar, porque son demasiados los intereses que están en juego, y en tercer lugar porque necesita defenderse a como dé lugar en una situación totalmente desventajosa para él.

RP. ¿Están inquietos los sectores que apoyan a JOH?

MM. Yo creo que sí. Eso lo hemos observado en la actitud que han asumido en diferentes instancias. Es importante recordar el documento de la Conferencia Episcopal bajo el título Basta Ya, ese documento señala precisamente lo grave de esta situación, algo insostenible, y entonces a partir de ese momento usted puede observar como otras fuerzas, ya no sólo la Iglesia, comienzan a poner distancia con respecto al régimen de Juan Orlando Hernández Alvarado, algunos abiertamente y otros mediatizadamente, pero es evidente que comienza la dictadura a erosionarse.

RP. Las manifestaciones populares son nutridas pero igual las manifestaciones de apoyo a JOH, ¿para dónde vamos?

MM. Indudablemente que Juan Orlando, y en general la dictadura, va a tratar de defenderse por todas las formas que tenga a su alcance. Es preocupante que de nuevo esté recurriendo a manifestaciones pagadas o manifestaciones organizadas bajo la presión que el Estado tiene a través de diversos mecanismos para obligar al empleado público, a sus familiares y a otros sectores sociales a participar de las mismas, porque esto lleva a la posibilidad de enfrentamiento, una práctica a la cual ha recurrido el Partido Nacional en momentos de crisis, a fuerzas de choque y esto huele precisamente a esa vieja práctica.

RP. ¿Vamos camino a escenarios violentos?

MM. Ya hay violencia en el ambiente. Se puede observar en las manifestaciones en las que el gobierno recurre a la fuerza, a la represión. La voluntad de recurrir a la violencia está presente de nuevo en todos los actos del régimen.

RP. ¿Mel Zelaya, Luís Zelaya y Salvador Nasralla quieren asaltar el poder como lo denunció JOH?

MM. Ese señalamiento expresa el deseo de desviar los cuestionamientos directos que hay en su contra. El acusar a Zelaya Rosales, a Salvador Nasralla y a Luís Zelaya de estar conspirando para un asalto al poder tiene ese sentido porque ninguno de ellos ha sido señalado en los tribunales de justicia norteamericano de manera directa como si lo es el caso de Juan Orlando Hernández Alvarado.

RP. El hecho que el expresidente “Pepe” Lobo y el actual JOH, sean señalados por el narcotráfico, ¿qué denota esto en la vida política del país?

MM. La descomposición social en la que estamos inmersos, la penetración del crimen organizado y el narcotráfico en las estructuras de poder en Honduras, la pérdida de valores que los partidos y los liderazgos abandonaron desde hace mucho tiempo, me refiero a una práctica política totalmente desligada de la ética y acostumbrada a traficar con los intereses del pueblo hondureño.

RP. ¿Una salida de Juan Orlando Hernández le devuelve la tranquilidad al país?

MM. No. El problema es la dictadura, aunque la encabeza Juan Orlando Hernández que es un hombre obsesivo con respecto al poder que lo concentró en él, a través de ese organismo del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, allí está el núcleo de la dictadura, así que los problemas de país tanto en el orden económico, social y político no se resuelven simplemente con la salida de JOH, sino que se van a resolver en la medida en que se pueda desmantelar la dictadura.

RP. ¿Qué debe surgir en caso que salga Juan Orlando Hernández, qué sigue?

MM. Depende como salga. Si sale, por ejemplo, como producto de la movilización popular será una salida que tendrá determinadas implicaciones, si sale por la vía de un golpe de estado que se dé desde las Fuerzas Armadas, la continuidad será de otro carácter, eso presenta una serie de interrogantes de cómo salga, cuáles son las fuerzas que promuevan esa salida y quienes sean los liderazgos de esas salida.

RP. ¿Puede haber dictadura sin Juan Orlando Hernández?

MM. Puede haber continuidad de la dictadura sin Juan Orlando Hernández, todo depende de la solución que se le dé a su salida.

RP. ¿Cuál es la salida que le conviene al país?

MM. La salida que el pueblo quiere es otra, me refiero que desde hace tiempo el Fuera JOH se convirtió en un grito de batalla que expresa el deseo popular. Esa es la salida que más le conviene al país porque él bloquea todas las salidas democráticas. Las posibilidades de la salida democrática existieron hasta hace poco si se hubiera, por ejemplo, concertado con toda la oposición un período en el que se aprobaran leyes para un proceso electoral efectivamente libre.

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