viernes, 16 de noviembre de 2018

¿Por qué EE.UU. se retira del tratado que prohibe los misiles de medio alcance?


Por Pepe Escobar

El régimen de Trump y los neocon creen que podrán ganar una "guerra nuclear limitada y localizada" contra Rusia.

Hace ya un tiempo un grupo de científicos atómicos afirmaron que las manecillas del “Reloj del Juicio Final” están a solo 2 minutos de la medianoche.
Cuando el presidente estadounidense Ronald Reagan y Mikhail Gorbachev, primer ministro de la Unión Soviética, firmaron el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF por sus siglas en inglés) en 1987, la Organización Internacional de Control de Armas estaba extremadamente complacida: “Esta es la primera vez que mediante un tratado las superpotencias acuerdan reducir sus arsenales nucleares, al eliminar una categoría completa de armas nucleares y aplicar inspecciones exhaustivas para la verificación del acuerdo”.

Tres décadas más tarde, el gobierno de Trump quiere retirarse unilateralmente del Tratado INF. A principios de esta semana, el presidente Trump envió a Moscú a su asesor de seguridad nacional, John Bolton, para informar oficialmente la decisión al presidente ruso Vladimir Putin.

Mientras discutían temas extremadamente serios, como las implicaciones de la disolución del Tratado INF, la perpetuación de las sanciones contra Rusia, el riesgo de no extender un nuevo Tratado START y el despliegue de algunos elementos del escudo antimisiles en el espacio exterior, el presidente ruso habló de “flechas y aceitunas”.

Irónico, Putin preguntó: “si mal no recuerdo, en el escudo de armas de EEUU hay representada un águila calva que tiene 13 flechas en una garra y una rama de olivo en la otra como símbolo de una política pacífica: esa rama tiene 13 aceitunas. Sr. Bolton, yo me pregunto: ¿Su águila ya se ha comido todas las aceitunas y ha dejado solo las flechas?".

La respuesta de Bolton fue : “No he traído aceitunas”.

¿Una “nueva realidad estratégica”?

A estas alturas, está claro que el gobierno de Trump ha decidido retirarse del Tratado INF. En palabras de Bolton, hoy existe “una nueva realidad estratégica” y el “tratado bilateral” no tiene en cuenta los misiles con que cuentan China, Irán y Corea del Norte.

Pero hay un pequeño problema con esta afirmación. El Tratado INF es un acuerdo que se limita a los misiles con un alcance de 500 km a 5.000 km. Esto significa que los misiles de China, Irán y Corea del Norte no pueden representar una “amenaza” para los EEUU.

En realidad los misiles que prohibió el INF son armas que sólo podrían usarse en un teatro de guerra limitado al continente europeo. Por lo tanto, no es de extrañar que la reacción de Bruselas (y de las principales capitales europeas) haya sido de un espanto apenas disimulado.

Los diplomáticos de la Unión Europea han dicho al diario Asia Times que la decisión de los EEUU ha sido un “shock para Europa“ porque, “pone en peligro nuestra propia existencia y nos somete a una posible destrucción nuclear con misiles de corto alcance, unos misiles que nunca podrían alcanzar el corazón de los EEUU”.

El argumento de que Rusia está vendiendo misiles de avanzada tecnología a Beijing no tiene validez para las autoridades europeas, porque, como es natural, la prioridad absoluta de sus gobernantes es la seguridad del viejo continente.

Algunos diplomáticos de la UE han hecho un paralelo con una situación que en cierto grado amenazó al mundo el año pasado. Si Washington decidiera bombardear nuclearmente a Corea del Norte, tanto Japón como Corea del Sur serían “daños colaterales” pero la guerra de misiles no afectarían a los EEUU. Algo parecido podría ocurrir con Europa que sufriría horrendos “daños colaterales” en caso de una enfrentamiento nuclear entre EEUU y Rusia.

No hace falta decir que la renuncia unilateral de Estado Unidos al INF podría acelerar la desaparición de la alianza occidental fundada después de la Segunda Guerra Mundial.

El reloj sigue corriendo

Al examinar en detalle la información sobre asuntos estratégicos se puede concluir que la superioridad estadounidense sobre el poder militar de China se está reduciendo rápidamente. Sin embargo, China no es todavía una gran potencia –en tecnología militar- en comparación con Rusia y sus misiles hipersónicos de última generación.

La OTAN puede ser relativamente fuerte en misiles, pero aún así no está en condiciones de competir con Rusia en una posible conflicto bélico en Europa.

A propósito del llamado “Doomsday Clock”( El Reloj del Juicio Final), el verdadero peligro atómico es la obsesión de ciertas facciones neo-conservadoras estadounidenses que creen que Washington podría ganar una guerra nuclear táctica “limitada y localizada” contra Rusia.

Esa es la razón que hay detrás del despliegue de tropas de los EEUU lo más cerca posible de las fronteras occidentales rusas.

Los analistas rusos subrayan que Moscú está “extraoficialmente” fortaleciendo su capacidad de respuesta ante un primer ataque en estas zonas fronterizas. Una sola insinuación o provocación de la OTAN (en Polonia, los Bálticos o en el Mar Negro) puede ser una razón suficiente para incitar a Rusia a defenderse atacando.

Junto con refutar rotundamente las afirmaciones de Trump y de Bolton de que “Rusia está violando el Tratado INF” el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, agregó con cautela : “Por lo que entendemos, la parte estadounidense ha tomado una decisión e iniciará los procedimientos formales para retirarse del tratado INF en un futuro próximo”.

En cuanto a Rusia, todo lo que se necesita saber lo dijo Putin en el Foro Económico de Valdai. En una contundente declaración reafirmó que Moscú está dispuesto a responder a cualquiera provocación. Putin fue claro en caso de conflicto : “los rusos morirían como mártires” pero la respuesta a un ataque sería tan rápida y brutal que “los atacantes morirían como perros”.

El lenguaje áspero puede no ser exactamente diplomático. Lo que hace es reflejar la gran exasperación rusa hacia los conservadores estadounidenses que venden la idea absurda de una guerra nuclear “limitada”.

El lenguaje duro también refleja una certeza: ningún grado de escalamiento del enfrentamiento previsto por Trump y el Pentágono, será suficiente para neutralizar los misiles hipersónicos rusos.

Por lo tanto, no es de extrañar que los diplomáticos de la Unión Europea expresen su fastidio y reconozcan que al final el tema de los misiles de corto y mediano alcance tiene que ver con la doctrina del “Dominio de Espectro Completo”; doctrina que EEUU utiliza para justificar el funcionamiento de su complejo industrial-militar y de vigilancia.

Mientras tanto, todo el mundo sabe que si el reloj se echa a funcionar este artefacto avanzará inexorablemente hacia la medianoche.

Asia Times / Kritika. 

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