martes, 13 de noviembre de 2018
La ONU pide a Estados Unidos proteger a refugiados, Trump limita condiciones de asilo
La ACNUR insta a garantizar “de manera inmediata y sin trabas” la protección a los refugiados mientras los migrantes siguen camino a EE.UU. Foto: OIM.
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, instó este viernes a la Casa Blanca a asegurar la protección “sin obstrucciones” de cualquier persona que huya de la violencia o la persecución, poco después de que el presidente Donald Trump firmara un decreto que suspende la concesión de asilo a quienes cruzan sin documentos la frontera sur de Estados Unidos.
En un comunicado, la ACNUR ha recordado que espera que todos los países, incluido Estados Unidos, garanticen “de manera inmediata y sin trabas” protección como refugiado o asistencia humanitaria a cualquier persona que la precise, tal y como estipula el protocolo de 1967 sobre refugiados, del cual EE.UU. es parte.
El decreto firmado este viernes por Trump, que entra en vigor el sábado, implica que las personas que ingresen ilegalmente al país no podrán solicitar asilo, lo que analistas ven como un intento de disuadir a las caravanas de migrantes centroamericanos que viajan hacia la frontera de Estados Unidos y a la vez presionar a México para que tome acciones que detengan su marcha.
Este último punto se basa en que según las estipulaciones de lo firmado por Trump, el decreto dejaría de estar en vigor si antes se llega a un acuerdo que “permita a Estados Unidos expulsar a extranjeros a México”.
El decreto estará en vigor por 90 días o hasta que EE.UU. consiga un acuerdo con México para devolver a los migrantes que buscan asilo y han viajado por territorio mexicano, y obliga a estos a presentarse en los puntos de entrada a Estados Unidos si quieren calificar para el asilo.
Al respecto, defensores de derechos de los migrantes han advertido que la administración Trump dilata deliberadamente el proceso en esos puntos, por lo que los migrantes deben esperar hasta varias semanas para solicitar protección.
En el decreto, Trump argumenta que “la continua migración masiva de extranjeros sin base legal para ingresar a Estados Unidos por nuestra frontera sur ha precipitado una crisis y socava la integridad de nuestras fronteras (…) Por lo tanto, debo tomar medidas inmediatas para proteger el interés nacional y mantener la efectividad del sistema de asilo para los solicitantes de asilo legítimos, que demuestren que han huido de la persecución y justifiquen los muchos beneficios especiales asociados”.
En su comunicado, la ACNUR recuerda que entre los integrantes de la caravana de centroamericanos que se dirigen a Estados Unidos desde México hay personas que huyen de la violencia o persecución “y necesitan protección internacional”.
El organismo de la ONU subraya que la realidad de estas personas es “compleja” y que su gestión en las fronteras debe ser “estructurada” y han de recibir una “acogida digna”.
“La insuficiente capacidad de recepción en los puertos de entrada oficiales de la frontera sur de los Estados Unidos está provocando retrasos significativos en el norte de México. Esta situación fuerza a muchos solicitantes de asilo vulnerables a usar los servicios provistos por los contrabandistas y cruzar la frontera de manera irregular”, señala la agencia de la ONU.
La ACNUR recalca que las familias que toman esta “desesperada” decisión no buscan eludir a las autoridades fronterizas y mostró su disposición a apoyar a Estados Unidos, o cualquier otro gobierno, que garantice que cualquier persona que huya de la violencia pueda llegar “a un lugar seguro” para que se revise su caso.
“La seguridad nacional y la acogida digna de los refugiados y los solicitantes de asilo no son mutuamente excluyentes, sino que se refuerzan mutuamente”, concluye la ACNUR.
A finales de octubre, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a abordar este asunto con respeto a la ley internacional.
La caravana, que partió inicialmente de San Pedro Sula, Honduras, el pasado 13 de octubre, se fue nutriendo con migrantes de otros países y dividiéndose en grandes grupos de personas. Esta semana llegó a Ciudad de México el grupo principal, de unos 5 500 integrantes, quienes recibieron albergue y ayuda. Varios cientos reiniciaron este viernes la marcha hacia la frontera de EE.UU.
Otras dos caravanas más pequeñas, con unos dos mil migrantes cada una, marchan más retrasadas.
Trump ha insistido en presentar a los migrantes como invasores y una amenaza, y de hecho la caravana y la migración fueron una de las herramientas usadas por el mandatario y los republicanos en la campaña previa a las recientes elecciones de medio término, en la que se llegó a criminalizar el fenómeno e identificar a los migrantes con delincuentes.
A inicios de semana fueron desplegados unos cinco mil soldados estadounidenses en zonas fronterizas de California, Arizona y Texas, y el Pentágono informó que espera llegar a tener más de siete mil efectivos en la línea fronteriza, donde ya hace varios meses operan más de dos mil miembros de la Guardia Nacional.
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