miércoles, 28 de noviembre de 2018

Juventud debate sobre igualdad de género



 Cuando una mujer está embarazada y se conoce el sexo del bebé, la familia y amigos por defecto comienzan a expresar: “Una niña vendrá ayudar con los quehaceres de la casa. Hay que comprar todo color rosa. El niño tiene que parecerse al papá y trabajar como él. Será el encargado del negocio”. Los roles de género que impone la sociedad siguen marcando una vida desigual para hombres y mujeres en pleno siglo XXI.
La desigualdad de género equivale al estancamiento del progreso social. Las niñas y las mujeres representan la mitad de la población mundial, es decir, ellas son la mitad del potencial para el avance de la sociedad.

Jóvenes de las áreas de gastronomía y barbería del Centro Técnico Loyola, de la red de institutos de Fe y Alegría en Honduras, desarrollaron un debate sobre la igualdad de género en las instalaciones de Radio Progreso. Era la primera vez que los jóvenes desarrollaban un debate público sobre esta temática.

Los jóvenes llegaron muy temprano y nerviosos al salón antes de comenzar el debate. Unos estaban a favor y otros en contra. “Está bien que la palabra género y sexo sean utilizadas como sinónimos”, de esa forma comenzó el debate. De entrada, ambos grupos coincidieron.

Si bien la palabra género y sexo, a menudo, son utilizadas como sinónimos; estos conceptos presentan características totalmente distintas. Así, cuando se habla de “sexo” se hace referencia únicamente a las características biológicas. Género consiste en asumir que no hay conductas exclusivas de un sexo, sino comportamientos influidos por los procesos sociales.

Los jóvenes que participaron en el debate son parte del programa “Jóvenes Constructores”. El programa forma parte de la iglesia católica. Jóvenes Constructores ofrece habilidades para la vida y para el trabajo. Con capacitación en temas de realidad nacional formando a hombres y mujeres que trabajan por mejorar sus condiciones de vida.

Al inicio, el debate parecía estar marcado por posiciones a favor y en contra. Sin embargo, la educación Jesuita que los jóvenes han recibido hizo que la jornada concluyera con opiniones consensuadas. “Es difícil ocultar que vivimos en una sociedad machista, que mata a las mujeres”, expresó Brayan Mathew estudiante de barbería quien participó activamente en el debate. Los jóvenes identifican claramente que históricamente las mujeres han estado en desventaja en la sociedad.

Esta jornada fue acompañada por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación Eric, quien trabaja procesos de formación con enfoque de género. Desde el Eric se apuesta por por la construcción de una sociedad justa, equitativa y soberana.

Honduras, en los últimos años, ha sido colocado a la cabeza de las listas de los países más violentos de América Latina y el resto del mundo. Un claro ejemplo de ello es el asesinato de una mujer cada 16 horas, según las organizaciones de derechos humanos.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras –CONADEH-  ha detallado que unas 6 mil mujeres fueron asesinadas en Honduras entre 2002 y el primer semestre de 2018, y más del 90 por ciento de los casos está impune por “falta de investigación”.

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